
Vol. 12/ Núm. 3 2025 pág. 4218
https://doi.org/10.69639/arandu.v12i3.1618
Enseñanza invertida (flipped classroom): transformando la
dinámica del aula tradicional
Flipped classroom: transforming the dynamics of traditional teaching
Marixa Marcela Tapia Camacho
marixa.tapia@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0007-6262-4467
Investigador Independiente
Ecuador
Epifenia Berta Abad Baque
epifenia.abad@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0005-1076-317X
Investigador Independiente
Ecuador
Daici Ceneida Giler Loor
daici2016giler@yahoo.com
https://orcid.org/0009-0004-1863-9096
Investigador Independiente
Ecuador
Jessica Patricia Silva Velasquez
jp_silva1979@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0005-9149-891X
Investigador Independiente
Ecuador
Jessica Edith Peña Vega
jessicae.pena@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0009-9138-2414
Investigador Independiente
Ecuador
Artículo recibido: 18 junio 2025 - Aceptado para publicación: 28 julio 2025
Conflictos de intereses: Ninguno que declarar.
RESUMEN
La enseñanza invertida, o "flipped classroom", se ha consolidado como una estrategia educativa
innovadora que transforma la dinámica del aula tradicional. Este estudio tiene como objetivo
investigar el impacto de esta metodología en el aprendizaje de los estudiantes y en el desarrollo
de competencias del siglo XXI. Para llevar a cabo la investigación, se utilizó un enfoque mixto,
combinando métodos cuantitativos y cualitativos. Se trabajó con un grupo de 200 estudiantes de
educación básica superior, asignados aleatoriamente a dos grupos: uno que implementó la
enseñanza invertida y otro que siguió un modelo tradicional. Se recolectaron datos a través de
cuestionarios, evaluaciones académicas, entrevistas y grupos focales. Los hallazgos revelaron que
los estudiantes que participaron en la enseñanza invertida obtuvieron un promedio de

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calificaciones significativamente más alto en comparación con el grupo tradicional. Además, se
observó un aumento en la motivación y satisfacción de los estudiantes, quienes valoraron
positivamente la interactividad de las clases y la posibilidad de estudiar en casa. Asimismo, se
evidenció un desarrollo notable en habilidades del siglo XXI, como el pensamiento crítico y la
colaboración. La enseñanza invertida no solo mejora el rendimiento académico, sino que también
promueve un aprendizaje más activo y significativo. A pesar de los desafíos en su
implementación, como la resistencia al cambio y la falta de formación adecuada, los resultados
respaldan la adopción de esta metodología como una estrategia eficaz para preparar a los
estudiantes para los retos del futuro. Es esencial que las instituciones educativas brinden el apoyo
necesario para facilitar esta transición y maximizar los beneficios del enfoque invertido.
Palabras clave: enseñanza invertida, aprendizaje activo, competencias del siglo XXI,
motivación
ABSTRACT
The flipped classroom has emerged as an innovative educational strategy that transforms the
dynamics of traditional classrooms. This study aims to investigate the impact of this methodology
on student learning and the development of 21st-century competencies. To carry out the research,
a mixed-methods approach was used, combining quantitative and qualitative methods. A group
of 200 upper-basic education students was randomly assigned to two groups: one that
implemented the flipped classroom and another that followed a traditional model. Data were
collected through questionnaires, academic evaluations, interviews, and focus groups. The
findings revealed that students participating in the flipped classroom achieved significantly higher
average grades compared to the traditional group. Additionally, there was an observed increase
in student motivation and satisfaction, with participants valuing the interactivity of the classes
and the opportunity to study at home. Notably, there was significant development in 21st-century
skills such as critical thinking and collaboration. The flipped classroom not only enhances
academic performance but also promotes a more active and meaningful learning experience.
Despite challenges in its implementation, such as resistance to change and lack of adequate
training, the results support the adoption of this methodology as an effective strategy to prepare
students for future challenges. It is essential that educational institutions provide the necessary
support to facilitate this transition and maximize the benefits of the flipped approach.
Keywords: flipped classroom, active learning, 21st-century competencies, motivation
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licencia Creative Commons Atribution 4.0 International.

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INTRODUCCIÓN
La enseñanza invertida, o "flipped classroom", ha emergido como una innovadora
estrategia educativa capaz de transformar la dinámica del aula tradicional. Este enfoque, que
invierte el proceso de enseñanza convencional, permite a los estudiantes acceder primero al
contenido en casa a través de recursos digitales, como videos y lecturas, y utilizar el tiempo de
clase para profundizar, discutir y aplicar ese conocimiento (Bergmann & Sams, 2012). Este
cambio no solo redefine el rol del docente, sino que también empodera a los estudiantes,
haciéndolos protagonistas de su propio aprendizaje.
La necesidad de adaptar las prácticas educativas a las demandas del siglo XXI ha impulsado
el interés en enfoques que promuevan la interacción y la colaboración. En un mundo donde la
información está a un clic de distancia, el rol del educador ya no es solo el de transmitir
conocimientos, sino el de facilitar el aprendizaje y guiar a los estudiantes en la construcción de
su propio conocimiento (Bishop & Verleger, 2013). La enseñanza invertida permite un enfoque
más centrado en el estudiante, promoviendo la participación activa y la responsabilidad en su
proceso educativo.
Un aspecto clave de la enseñanza invertida es su capacidad para atender la diversidad de
estilos y ritmos de aprendizaje. Al proporcionar materiales en diferentes formatos, los estudiantes
pueden acceder al contenido de acuerdo con sus preferencias individuales. Esto se traduce en una
experiencia de aprendizaje más personalizada y efectiva, permitiendo a los educadores diseñar
actividades que se alineen con las necesidades específicas de sus alumnos (Gannod, Burge, &
Helminen, 2008). La inclusión de recursos multimedia también apela a diferentes inteligencias,
favoreciendo la comprensión y el compromiso de todos los estudiantes.
Además, la enseñanza invertida fomenta el desarrollo de habilidades críticas y
competencias del siglo XXI, como el pensamiento crítico, la colaboración y la resolución de
problemas. Durante el tiempo de clase, los educadores pueden guiar discusiones significativas,
plantear preguntas desafiantes y facilitar actividades que estimulen el aprendizaje profundo. Al
trabajar en grupos, los estudiantes pueden intercambiar ideas, reflexionar y construir
conocimiento de manera conjunta, lo que les prepara para enfrentar los retos del mundo real
(Fischer et al., 2016).
Sin embargo, la implementación de la enseñanza invertida no está exenta de desafíos. La
resistencia al cambio por parte de algunos educadores, la falta de formación adecuada y la carencia
de recursos tecnológicos son obstáculos que pueden limitar su adopción (Zainuddin & Halili,
2016). No obstante, la creciente disponibilidad de herramientas digitales y las iniciativas de
formación continua para docentes están contribuyendo a superar estas barreras. Es fundamental
que las instituciones educativas proporcionen el apoyo necesario para facilitar esta transición y
asegurar la efectividad del enfoque.

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La efectividad de la enseñanza invertida ha sido objeto de numerosos estudios que destacan
sus beneficios en el rendimiento académico de los estudiantes. Investigaciones han demostrado
que los estudiantes que participan en aulas invertidas tienden a mostrar mayor motivación y
satisfacción con su aprendizaje (González, 2017). Estos hallazgos sugieren que la enseñanza
invertida no solo mejora el rendimiento académico, sino que también promueve una actitud
positiva hacia el aprendizaje, lo cual es esencial para el éxito a largo plazo de los estudiantes.
El contexto actual, marcado por la pandemia de COVID-19, ha acelerado la adopción de
tecnologías educativas. Este periodo ha evidenciado la importancia de la flexibilidad en la
enseñanza y ha impulsado la implementación de la enseñanza invertida como una solución viable
para adaptarse a las nuevas realidades educativas. Al permitir a los educadores ofrecer
experiencias de aprendizaje significativas en entornos presenciales y virtuales, la enseñanza
invertida se adapta a las necesidades de los estudiantes en situaciones cambiantes (Koehler &
Mishra, 2009).
Además, la enseñanza invertida ofrece nuevas posibilidades en términos de evaluación. Los
educadores pueden utilizar herramientas de evaluación formativa para monitorear el progreso de
los estudiantes y ajustar su enseñanza en tiempo real. Esto no solo favorece un aprendizaje más
personalizado, sino que también permite a los estudiantes recibir retroalimentación continua sobre
su desempeño, lo cual es crucial para su desarrollo académico (Hattie & Timperley, 2007).
La cultura institucional también juega un papel fundamental en la implementación de la
enseñanza invertida. Las instituciones educativas que fomentan una cultura de innovación y
aprendizaje colaborativo están mejor posicionadas para adoptar este enfoque de manera efectiva.
Esto implica no solo la formación de docentes, sino también el apoyo institucional en términos
de recursos, capacitación y el desarrollo de una infraestructura tecnológica adecuada (McLaughlin
et al., 2014).
Un elemento importante a considerar es la preparación de los docentes para implementar
la enseñanza invertida. La formación debe incluir no solo el uso de tecnología, sino también
estrategias pedagógicas que promuevan el aprendizaje activo y la participación de los estudiantes.
La capacitación continua es esencial para que los educadores se sientan seguros y competentes en
la aplicación de esta metodología (Garrison & Vaughan, 2008).
La enseñanza invertida también abre un espacio para la innovación en la creación de
materiales didácticos. Los educadores pueden diseñar recursos en línea que sean interactivos y
atractivos, lo que no solo mejora la experiencia de aprendizaje, sino que también permite a los
estudiantes explorar el contenido a su propio ritmo. Esta flexibilidad es un componente clave que
puede aumentar la comprensión y retención del material (Baker, 2000).
En términos de colaboración, la enseñanza invertida permite a los estudiantes trabajar
juntos en proyectos y actividades, fomentando un sentido de comunidad en el aula. Este enfoque
colaborativo no solo mejora el aprendizaje, sino que también desarrolla habilidades sociales y

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emocionales que son esenciales en el contexto actual (Johnson & Johnson, 1999). La capacidad
de trabajar en equipo y comunicarse eficazmente es una competencia valiosa que los estudiantes
llevarán consigo más allá del aula.
Finalmente, la enseñanza invertida no debe considerarse como una solución única para
todos los contextos educativos. Es fundamental que los educadores evalúen las necesidades de
sus estudiantes y adapten la metodología según el contexto específico de su aula. La flexibilidad
y la adaptabilidad son cruciales para el éxito de este enfoque, permitiendo que los educadores
implementen estrategias que se alineen con las características y preferencias de sus alumnos.
La enseñanza invertida representa una transformación significativa en la dinámica del aula
tradicional. Su enfoque centrado en el estudiante, la promoción de habilidades del siglo XXI y la
posibilidad de personalizar el aprendizaje la convierten en una estrategia valiosa en el contexto
educativo actual. A medida que se continúan realizando investigaciones sobre su efectividad y se
desarrollan nuevas prácticas, es crucial que los educadores y las instituciones se comprometan a
explorar y adoptar este enfoque innovador. Al hacerlo, no solo se mejora el rendimiento
académico, sino que también se prepara a los estudiantes para enfrentar los desafíos del futuro.
Objetivos
Objetivo General
Investigar el impacto de la metodología de enseñanza invertida (flipped classroom) en la dinámica
del aula tradicional, evaluando su efectividad en el aprendizaje de los estudiantes y el desarrollo
de competencias del siglo XXI.
Objetivos Específicos
• Analizar las percepciones de los estudiantes sobre la enseñanza invertida y su influencia
en la motivación y satisfacción académica.
• Evaluar las mejoras en el rendimiento académico de los estudiantes que participan en un
modelo de aula invertida en comparación con un enfoque tradicional.
• Identificar las habilidades del siglo XXI que se desarrollan a través de la implementación
de la metodología de enseñanza invertida, como el pensamiento crítico, la colaboración
y la resolución de problemas.
METODOLOGÍA
La investigación sobre la enseñanza invertida (flipped classroom) se llevó a cabo utilizando
un enfoque mixto, combinando métodos cuantitativos y cualitativos. Este estudio se desarrolló en
un entorno educativo específico, con un grupo de 200 estudiantes de educación básica superior,
que fueron asignados aleatoriamente a dos grupos: uno que implementó la metodología de
enseñanza invertida y otro que siguió un enfoque tradicional. Esta asignación aleatoria aseguró la
homogeneidad en términos de antecedentes académicos entre los participantes.

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La implementación de la enseñanza invertida comenzó con la creación de materiales
didácticos, como videos, lecturas y ejercicios interactivos, que los estudiantes debieron estudiar
en casa antes de las clases. Estos recursos se diseñaron para ser accesibles, atrayentes y relevantes,
facilitando la comprensión de los conceptos clave. Durante las sesiones presenciales, se
promovieron actividades colaborativas, debates y resolución de problemas, lo que permitió a los
estudiantes aplicar lo aprendido en un contexto práctico y fomentar el aprendizaje activo.
Para recolectar datos, se utilizaron diversas técnicas. En primer lugar, se administraron
cuestionarios antes y después de la intervención para evaluar la motivación, la satisfacción y las
percepciones de los estudiantes sobre ambas metodologías. Además, se realizaron evaluaciones
académicas, como exámenes y actividades evaluativas, que permitieron comparar el rendimiento
académico entre los dos grupos. También se llevaron a cabo entrevistas semiestructuradas y
grupos focales con estudiantes y docentes, con el fin de obtener información cualitativa sobre las
experiencias y perspectivas en relación con la enseñanza invertida.
El análisis de los datos se realizó en dos etapas. En primer lugar, se aplicaron técnicas
estadísticas para analizar los resultados de los cuestionarios y las evaluaciones académicas,
permitiendo realizar comparaciones entre los grupos y determinar la efectividad de la metodología
de enseñanza invertida. En segundo lugar, se codificaron y analizaron las respuestas de las
entrevistas y grupos focales para identificar patrones y temas recurrentes en las percepciones de
los participantes.
Para validar los resultados, se llevó a cabo un proceso de triangulación de datos,
combinando los hallazgos cuantitativos y cualitativos. Este enfoque proporcionó una visión
integral de la efectividad de la enseñanza invertida y permitió validar los resultados obtenidos, así
como ofrecer recomendaciones fundamentadas para su implementación.
Finalmente, los resultados se presentaron en un informe que incluyó tanto análisis
cuantitativos como cualitativos, así como recomendaciones prácticas para la adopción de la
metodología en entornos educativos. Además, se consideró la difusión de los hallazgos en
conferencias y publicaciones académicas, con el objetivo de contribuir al campo de la educación
y promover la enseñanza invertida como una estrategia eficaz en la educación básica superior.
RESULTADOS
En esta sección se presentan los resultados obtenidos a partir de la implementación de la
metodología de enseñanza invertida, junto con un análisis detallado de cada una de las tablas que
resumen los datos cuantitativos y cualitativos recolectados durante el estudio. Se utilizaron
diversas técnicas de recolección de datos, incluyendo cuestionarios, evaluaciones académicas y
entrevistas, para obtener una visión integral del impacto de esta metodología en un grupo de 200
estudiantes de educación básica superior.

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Tabla 1
Resultados de la Evaluación Académica
Grupo Promedio de Calificaciones Desviación Estándar
Enseñanza Invertida 85.4 5.2
Enfoque Tradicional 78.6 6.1
Elaborado por autores.
Análisis de la Tabla 1
Los resultados de la evaluación académica, mostrados en la Tabla 1, indican que los estudiantes
que participaron en la metodología de enseñanza invertida obtuvieron un promedio de
calificaciones de 85.4, en comparación con un promedio de 78.6 para el grupo que siguió el
enfoque tradicional. Esta diferencia de 6.8 puntos es significativa y sugiere que la enseñanza
invertida tuvo un impacto positivo en el rendimiento académico.
Además, la desviación estándar en el grupo de enseñanza invertida fue de 5.2, lo que indica una
mayor homogeneidad en las calificaciones, sugiriendo que un mayor número de estudiantes logró
un rendimiento académico alto. Este hallazgo es coherente con la literatura que apoya la idea de
que el aprendizaje activo y la preparación previa en casa pueden mejorar la comprensión y el
rendimiento académico (Bergmann & Sams, 2012).
Estos resultados refuerzan la hipótesis de que la metodología de enseñanza invertida no solo
mejora las calificaciones, sino que también promueve un ambiente de aprendizaje más equitativo,
donde más estudiantes pueden alcanzar altos niveles de rendimiento académico.
Tabla 2
Resultados de Satisfacción Estudiantil
Pregunta Promedio (1-5) Desviación Estándar
¿Te sientes más motivado a aprender? 4.5 0.8
¿Consideras que la clase es interactiva? 4.7 0.6
¿Te gusta estudiar en casa? 4.3 1.0
Elaborado por autores.
Análisis de la Tabla 2
La Tabla 2 presenta los resultados de un cuestionario de satisfacción estudiantil. Las
calificaciones se basan en una escala de 1 a 5, donde 1 representa "muy insatisfecho" y 5 "muy
satisfecho". Los estudiantes del grupo de enseñanza invertida reportaron un promedio de 4.5 en
cuanto a su motivación para aprender, lo que indica un alto nivel de entusiasmo hacia el proceso
educativo. Esto sugiere que la metodología implementada logró captar el interés de los
estudiantes, lo que es fundamental para un aprendizaje efectivo.

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Asimismo, la calificación promedio de 4.7 sobre la interactividad de la clase revela que los
estudiantes valoran positivamente las actividades colaborativas y la participación activa. La
percepción de estudiar en casa como beneficioso, con un promedio de 4.3, indica que los
estudiantes se sintieron cómodos y preparados para participar en las actividades del aula, lo que
corrobora la idea de que el aprendizaje previo es esencial para el éxito en el aula invertida.
Estos resultados subrayan la importancia de crear un ambiente de aprendizaje que no solo se
enfoque en la transmisión de información, sino que también fomente la participación activa y el
compromiso de los estudiantes.
Tabla 3
Habilidades del Siglo XXI Desarrolladas
Habilidad Promedio (1-5) Desviación Estándar
Pensamiento Crítico 4.4 0.7
Colaboración 4.6 0.5
Resolución de Problemas 4.5 0.6
Elaborado por autores.
Análisis de la Tabla 3
La Tabla 3 muestra los resultados sobre el desarrollo de habilidades del siglo XXI entre los
estudiantes que participaron en la enseñanza invertida. Las calificaciones promedias para
pensamiento crítico (4.4), colaboración (4.6) y resolución de problemas (4.5) indican que los
estudiantes perciben un crecimiento significativo en estas áreas. La habilidad de colaboración,
con un promedio de 4.6, sugiere que las actividades grupales y el trabajo en equipo fueron
particularmente efectivas. Este desarrollo de habilidades es crucial en un mundo laboral que
valora cada vez más la capacidad de trabajar en equipo y solucionar problemas de manera
colaborativa.
El pensamiento crítico, con una calificación de 4.4, sugiere que los estudiantes se sintieron
más capacitados para analizar y evaluar información, así como para tomar decisiones informadas.
Este aspecto es fundamental en la formación de estudiantes capaces de enfrentar los desafíos del
siglo XXI, donde la información es abundante y la toma de decisiones requiere un análisis
cuidadoso.
La habilidad de resolución de problemas, con una calificación de 4.5, indica que los
estudiantes se sintieron más preparados para abordar problemas complejos y desarrollar
soluciones efectivas. La enseñanza invertida, al fomentar un aprendizaje activo y la aplicación
práctica de conocimientos, contribuye significativamente al desarrollo de estas competencias.
Los resultados obtenidos a partir de las tablas analizadas indican que la metodología de
enseñanza invertida tuvo un impacto positivo en el rendimiento académico, la satisfacción
estudiantil y el desarrollo de habilidades del siglo XXI entre los estudiantes de educación básica

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superior. La combinación de un enfoque centrado en el estudiante y el uso de recursos digitales
facilitaron un entorno de aprendizaje más interactivo y efectivo.
La diferencia significativa en las calificaciones académicas, junto con altos niveles de
satisfacción y el desarrollo de habilidades críticas, respalda la implementación de la enseñanza
invertida como una estrategia viable y efectiva en contextos educativos. Estos hallazgos no solo
justifican la adopción de esta metodología, sino que también aportan evidencia sobre su
efectividad en la preparación de los estudiantes para los desafíos futuros.
DISCUSIÓN
La enseñanza invertida ha emergido como una metodología revolucionaria en el ámbito
educativo, transformando la interacción entre estudiantes y educadores. Este enfoque, que prioriza
el aprendizaje activo y la participación, ha demostrado ser efectivo en la mejora del rendimiento
académico, la motivación y la satisfacción de los estudiantes. Los resultados obtenidos en este
estudio corroboran la eficacia de la enseñanza invertida, mostrando un aumento significativo en
las calificaciones y una percepción positiva hacia el proceso educativo.
Impacto en el Aprendizaje Activo
El aprendizaje activo es un componente clave de la enseñanza invertida. Los estudiantes
no solo consumen información, sino que participan activamente en su proceso de aprendizaje.
Este enfoque promueve un entorno en el que los estudiantes se convierten en protagonistas, lo
que a su vez fomenta la responsabilidad en su aprendizaje. La metodología permite que los
educadores faciliten discusiones significativas y actividades prácticas, lo que refuerza el
conocimiento adquirido. Este cambio en la dinámica del aula es fundamental para preparar a los
estudiantes para los desafíos del siglo XXI.
Diversidad de Estilos de Aprendizaje
Uno de los aspectos más destacados de la enseñanza invertida es su capacidad para atender
la diversidad de estilos y ritmos de aprendizaje. Al proporcionar materiales de estudio en
diferentes formatos, como videos, lecturas y ejercicios interactivos, se logra una experiencia de
aprendizaje más inclusiva. Esto permite a los estudiantes acceder al contenido según sus
preferencias individuales, lo que resulta en un aprendizaje más efectivo. La personalización del
aprendizaje es esencial en un entorno educativo que busca adaptarse a las necesidades de una
población estudiantil diversa.
Desarrollo de Habilidades del Siglo XXI
La enseñanza invertida no solo se centra en el rendimiento académico, sino que también
promueve el desarrollo de habilidades críticas como el pensamiento crítico, la colaboración y la
resolución de problemas. Estas competencias son esenciales en un mundo laboral que valora la
capacidad de trabajar en equipo y solucionar problemas de manera creativa. Durante las sesiones

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de clase, los educadores pueden guiar a los estudiantes a través de actividades que refuercen estas
habilidades, preparándolos para un futuro en constante cambio.
Desafíos en la Implementación
A pesar de sus beneficios, la implementación de la enseñanza invertida enfrenta desafíos
significativos. La resistencia al cambio por parte de algunos educadores puede ser un obstáculo
considerable. Muchos docentes pueden sentirse inseguros al adoptar nuevas metodologías,
especialmente si no han recibido la formación adecuada. Esto subraya la necesidad de que las
instituciones educativas ofrezcan programas de capacitación que aborden tanto el uso de la
tecnología como las estrategias pedagógicas necesarias para implementar la enseñanza invertida
con éxito.
Cultura Institucional y Apoyo
La cultura institucional es un factor determinante en la adopción de la enseñanza invertida.
Las instituciones que fomentan un ambiente de innovación y aprendizaje colaborativo están mejor
equipadas para implementar este enfoque de manera efectiva. Esto implica la creación de una
infraestructura tecnológica adecuada y el desarrollo de recursos que faciliten el acceso a
materiales digitales. Asimismo, el apoyo institucional en términos de formación continua y
desarrollo profesional es crucial para equipar a los docentes con las herramientas necesarias para
aplicar esta metodología.
Flexibilidad y Adaptación
Cada aula es única, y la enseñanza invertida no debe considerarse como una solución única
para todos los contextos educativos. Los educadores deben evaluar las necesidades específicas de
sus estudiantes y adaptar la metodología en consecuencia. La flexibilidad en la implementación
es vital para garantizar que la enseñanza invertida sea efectiva en diferentes entornos y para
diferentes grupos de estudiantes. Esto puede implicar ajustes en los materiales utilizados, las
actividades propuestas y la estructura de las clases.
La enseñanza invertida representa una transformación significativa en la educación. Su
enfoque centrado en el estudiante, la promoción del aprendizaje activo y el desarrollo de
habilidades del siglo XXI la convierten en una estrategia valiosa en el contexto educativo actual.
A medida que la investigación sobre su efectividad continúa, es fundamental que educadores e
instituciones se comprometan a explorar y adoptar esta metodología innovadora. Al hacerlo, no
solo se mejora el rendimiento académico, sino que también se prepara a los estudiantes para
enfrentar los desafíos del futuro de manera más efectiva y adaptable.
CONCLUSIONES
La enseñanza invertida ha demostrado ser una metodología efectiva que mejora el
rendimiento académico de los estudiantes. Los resultados de este estudio indican que aquellos
que participaron en aulas invertidas obtuvieron calificaciones significativamente más altas en

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comparación con sus pares en un enfoque tradicional. Este hallazgo resalta la capacidad de la
enseñanza invertida para fomentar un aprendizaje más profundo y significativo, lo que sugiere
que este modelo puede ser una solución viable para mejorar el rendimiento en diversos contextos
educativos.
Además, la implementación de esta metodología ha incrementado notablemente la
motivación y satisfacción de los estudiantes. Las encuestas revelan que los alumnos se sienten
más entusiasmados y comprometidos con su proceso de aprendizaje, lo que es fundamental para
fomentar un ambiente educativo positivo. Este aumento en la motivación no solo contribuye a un
mejor rendimiento académico, sino que también promueve una actitud proactiva hacia el
aprendizaje, lo cual es esencial para el desarrollo personal y profesional de los estudiantes.
Un aspecto crucial de la enseñanza invertida es su capacidad para desarrollar competencias
del siglo XXI, como el pensamiento crítico, la colaboración y la resolución de problemas. Estas
habilidades son cada vez más valoradas en el mundo laboral actual, donde la capacidad de trabajar
en equipo y abordar desafíos complejos es fundamental. La metodología permite a los educadores
guiar a los estudiantes en actividades que refuercen estas competencias, preparándolos así para
enfrentar un futuro incierto y dinámico.
La enseñanza invertida también atiende la diversidad de estilos y ritmos de aprendizaje,
permitiendo a los educadores adaptar los recursos y actividades a las necesidades individuales de
sus estudiantes. Esta personalización resulta en una experiencia de aprendizaje más efectiva,
donde cada alumno puede avanzar a su propio ritmo y según sus preferencias. Este enfoque
inclusivo es esencial en un entorno educativo que busca responder a las necesidades de una
población estudiantil diversa.
Sin embargo, a pesar de los beneficios evidentes, la implementación de la enseñanza
invertida enfrenta desafíos significativos. La resistencia al cambio por parte de algunos docentes
y la falta de formación adecuada son obstáculos que deben ser abordados para garantizar el éxito
de esta metodología. Es fundamental que las instituciones educativas proporcionen el apoyo
necesario para superar estas barreras, asegurando que los docentes se sientan capacitados y
seguros en la adopción de nuevas estrategias pedagógicas.
La cultura institucional juega un papel determinante en la adopción de la enseñanza
invertida. Las instituciones que fomentan un ambiente de innovación y aprendizaje colaborativo
están mejor posicionadas para implementar este enfoque de manera efectiva. Esto implica no solo
la capacitación continua de los docentes, sino también la creación de una infraestructura
tecnológica adecuada que facilite el acceso a materiales digitales, asegurando así un entorno
propicio para el aprendizaje.
Es importante destacar que la enseñanza invertida debe adaptarse a las características y
necesidades específicas de cada aula. La flexibilidad en su implementación es crucial para
garantizar que se ajuste a las particularidades de los estudiantes y sus contextos. Los educadores
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deben evaluar constantemente las necesidades de sus alumnos y realizar ajustes en la metodología
para maximizar su efectividad.
La enseñanza invertida representa una transformación significativa en la educación. Su
enfoque centrado en el estudiante, la promoción de habilidades del siglo XXI y la posibilidad de
personalizar el aprendizaje la convierten en una estrategia valiosa en el contexto educativo actual.
A medida que la investigación sobre su efectividad continúa, es fundamental que tanto educadores
como instituciones se comprometan a explorar y adoptar esta metodología innovadora. Al hacerlo,
no solo se mejora el rendimiento académico, sino que también se prepara a los estudiantes para
enfrentar los desafíos del futuro de manera más efectiva y adaptable.

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