
Vol. 12/ Núm. 4 2025 pág. 1230
https://doi.org/10.69639/arandu.v12i4.1740
Efecto de un programa psicoeducativo en pacientes cardíacos
hospitalizados con factores de riesgo psicológico, en un
hospital nacional de Lima
Effect of a psychoeducational program on hospitalized cardiac patients with psychological risk
factors in a national hospital in Lima
Maria Adela Matos Figueroa
adela.matos@gmail.com
http://orcid.org/0000-0002-4644-9204
Universidad Peruana Cayetano Heredia
Peru – Lima
Artículo recibido: 18 septiembre 2025 -Aceptado para publicación: 28 octubre 2025
Conflictos de intereses: Ninguno que declarar.
RESUMEN
Objetivo: Evaluar el efecto de un Programa Psicoeducativo en pacientes cardiacos hospitalizados
de un Hospital Nacional de Lima, en los patrones cognitivo, emocional, conductual y afectivo
aplicando técnicas cognitivas conductuales. Materiales y métodos: Es un estudio con diseño
experimental, con una muestra probabilística en 60 pacientes, 30 por grupo (experimental y de
control), cuyas edades fluctúan entre 43 a 73 años. Los pacientes cardiacos presentan factores de
riesgo secundario psicológico (Patrón de Conducta Tipo A y Perfil Caracterológico de Gastón
Berger). Se diseña este programa con los factores y dimensiones de ambas pruebas
desarrollándose módulos específicos. Este programa es individualizado y evalúa los patrones
psicológicos utilizando técnicas cognitiva conductuales, durante 12 sesiones, 2 veces por
semana, con una duración de 45 minutos por sesión. Se utilizo el estadístico t de student y el
paquete SPSS 25. Resultados: En el grupo experimental se mostraron cambios favorables en el
patrón afectivo llegando así a la significancia esperada p valor 0.01 (p < 0.05); sin embargo, no
se observaron cambios en los patrones emocionales, conductuales y cognitivos. En el grupo de
control no se lograron los cambios esperados en los patrones psicológicos. Discusión: el patrón
afectivo destaca como un patrón psicológico que requiere una atención especializado en un
tratamiento integral del paciente hospitalizado. Asimismo, se sugiere intervenciones psicológicas
de tercera generación en los patrones emocionales, conductuales y cognitivos que disminuyan sus
respuestas durante esta fase hospitalaria.
Palabras claves: programa psicoeducativo, pacientes cardiacos, factores de riesgo
psicológico

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ABSTRACT
Objective: To evaluate the effect of a psychoeducational program on cognitive, emotional,
behavioral, and affective patterns in hospitalized cardiac patients at a National Hospital in Lima,
applying cognitive-behavioral techniques. Materials and methods: This is an experimental study
with a probability sample of 60 patients, 30 per group (experimental and control), whose ages
range from 43 to 73 years. The cardiac patients present secondary psychological risk factors (Type
A Behavior Pattern and Gastón Berger Character Profile). This program is designed with the
factors and dimensions of both tests, developing specific modules. This program is individualized
and assesses psychological patterns using cognitive-behavioral techniques, during 12 sessions,
twice a week, lasting 45 minutes per session. The Student t-test and SPSS 25 software package
were used. Results: In the experimental group, favorable changes were observed in the affective
pattern, reaching the expected significance of a p value of 0.01 (p < 0.05); however, no changes
were observed in the emotional, behavioral, and cognitive patterns. In the control group, the
expected changes in psychological patterns were not achieved. Discussion: The affective pattern
stands out as a psychological pattern that requires specialized attention in the comprehensive
treatment of hospitalized patients. Likewise, third-generation psychological interventions are
suggested for emotional, behavioral, and cognitive patterns to reduce their responses during this
hospitalization phase.
Keywords: psychoeducational program, cardiac patients, psychological risk factors
.
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INTRODUCCIÓN
En el Análisis de la Situación en Salud del Perú del 2019, las enfermedades isquémicas del
corazón figuran como segunda causa especifica de muerte en ambos sexos entre 2014 y 2016,
considerando el aumento de ello en el tiempo por la incidencia de los factores de riesgo primario
hipertensión, diabetes y otros, se contribuye con este estudio psicológico en este tipo de pacientes.
La insuficiencia cardiaca es un síndrome clínico de fatiga, disnea y por lo general
sobrecarga de volumen, puede constituir la manifestación final y más grave de cualquier tipo de
cardiopatía, que incluyen el infarto de miocardio, la valvulopatía y otros, (Miranda,D ; Lewis,G
, 2016). Esta enfermedad compromete la capacidad del corazón para mantener la circulación
sanguínea y las necesidades metabólicas del organismo, generando síntomas y signos específicos:
disnea, fatiga y edemas, tanto en estado de reposo como en el desempeño de ejercicios. (Dornelas,
2008; Hunt et al, 2009; McMurray et al.,2012). Los pacientes considerados en este programa
manifiestan infarto al miocardio agudo, o están en la fase pre y post cirugía cardiaca , o en el
post stent cardiaco.
Sobre la eficacia de programas psicológicos, Rodríguez (2018) observa reducción del nivel
de ansiedad (76,7%), en las reacciones fisiológicas, afectivas y cognitivas, con técnicas
psicológicas de autorregulación emocional, relajación, respiración, principalmente en pacientes
pre quirúrgicos, en una muestra aleatoria de 30 participantes, durante 20 sesiones, aplicando el
inventario de ansiedad de Beck.
Las técnicas de autocontrol emocional que se aplican en los programas reducen reacciones
emocionales en pacientes pre y post quirúrgicos de cirugía cardiaca , principalmente en la
conducta ansiosa; Vaillant y Leigh (1986), desarrollaron un programa de restructuración cognitiva
con entrenamiento en relajación para pacientes coronarios; la técnica cognitiva identifica
pensamientos irracionales y sentimientos asociados a ello, utilizando estrategias para sustituirlos
a través de la autocharla positiva cambios conductuales adaptativos, demostrando efectos
positivos para mejorar los estados emocionales en general, López-Roig,S (2014).
Sobre el patrón psicológico emocional, García, Gómez, Milord y Herrera (2016)
mencionan que una de las causas, es en el temor a la muerte, provocando cuadros ansiosos y
depresivos. El miedo genera conductas contraproducentes en pacientes que han sufrido un infarto
agudo de miocardio, más aún en la etapa post quirúrgica, observándose que el 65 % reincide en
el tabaquismo, 58 % por la inadecuada dieta, 51 % no supera sus estados tensionales y un 51%
presenta sintomatología cardíaca en desmedro de una evolución favorable.
Rodríguez (2012), identificó un alto porcentaje de patrones cognitivos, por sus
preocupaciones mayores, pensamiento rumiativo (55.7 %), en el área familiar (41 %), profesional
(37 %) y social (32 %) que afectan también el estado emocional. Los pacientes al ingresar a la
fase hospitalaria ya están deprimidos como resultado de las ideas negativas de la enfermedad y

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muerte. La depresión conlleva a una pobre adherencia al tratamiento, retrasando la recuperación
e induce al sedentarismo, bloqueando el manejo de los factores de riesgo coronario.
El estrés, depresión y ansiedad son patrones emocionales que se agudizan en las etapas pre
y posquirúrgica cardiaca, llegando a ser crónicos y manifestándose luego como rasgos de la
personalidad en el cardiópata. Cohen, Edmondson y Kronish (2015), sobre la implicancia de la
salud mental en los desórdenes cardiovasculares manifestaron que los dos primeros estados sí
constituyen factores de riesgo innegables ,en cambio la ansiedad, por tener un componente
cognitivo se mantiene en el tiempo repercutiendo negativamente en la salud cardiovascular, por
lo que una intervención multidisciplinaria en su estilo de vida reducirá la morbimortalidad
coronaria procurándole así una mejor calidad de vida en los pacientes.
En el presente estudio, el patrón cognitivo está asociado a pensamientos negativos,
deformados por la situación de enfermedad, más aún en la fase de hospitalización previa a una
cirugía cardiaca se acrecientan temores y distorsiones de los pensamientos transformándose en
reacciones emocionales negativas y constituyéndose en un patrón.
En el Patrón conductual, Vilaplana (2020), señala que la percepción sobre la enfermedad,
el fármaco y la escasa información influyen significativamente en los cambios conductuales
propuestos; además, existen otros factores como la edad, nivel socioeconómico, grado de
instrucción, que influyen en la menor adherencia al tratamiento de una dolencia crónica.
En el Patrón afectivo, el paciente desde la manifestación de la enfermedad cardiaca hasta
la hospitalización se presentan cambios en su autovaloración. Rocha, Ramírez y Navarro (2012),
refieren que previo al IMA, los pacientes se sentían abrumados por el dolor, miedo e
incertidumbre por los síntomas; los varones adoptan el mecanismo de defensa de la negación,
mientras que las mujeres por la preocupación en las tareas interrumpidas, con miedo a la muerte.
Por otro lado, independientemente del lugar donde ocurra el IMA, al enterarse del evento,
generalmente son los familiares quienes suelen ser el apoyo del paciente.
Asimismo, Vilaplana (2020), destaca el factor social, la familia y el entorno del paciente
como el apoyo muchas veces determinante; además, el sistema de salud, la disponibilidad de
tiempo, espacio, equipos y financiamiento para el tratamiento, costos que no puedan ser asumidos
por el paciente pueden perjudicar la adherencia. Por consiguiente, el paciente puede modificar las
actitudes de rechazo o escasa adherencia si encuentra soporte familiar y un sistema de salud
accesible y amigable a su alcance. Además, el empoderamiento del paciente sobre su enfermedad
se logra desde un rol pasivo, con una conducta consistente y dócil en el cumplimiento de las
indicaciones médicas, hacia un rol activo, voluntario y colaborador que le permita expresar sus
opiniones al médico para llegar a un consenso sobre su régimen. A esto se denomina
cumplimiento, adherencia y concordancia, conceptos que conllevan al grado de conformidad que
el paciente tiene sobre su tratamiento (Vilaplana, 2020).

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En la etapa de hospitalización, la afectividad se altera, los varones se sienten amenazados
ante la pérdida de integridad, autonomía y funciones físicas; las mujeres se sienten vulnerables,
avergonzadas, incapaces de soportar el dolor y la enfermedad, culpables por no culminar los
proyectos que empezaron. En los adultos mayores la sensación de soledad es más frecuente
cuando su fase de cesantía no ha sido superado, por ello las palabras de aliento, los buenos deseos
y el apoyo familiar los hace sentir seguros. La comunicación e integración familiar mejora porque
se produce una predisposición centrípeta, en la que el paciente es el centro, conducta que anhela
mantener como permanente tras el alta. Rocha, Ramírez y Navarro, (2012).
Asimismo, existen los factores de riesgo secundario psicológico que intervienen en este
tipo de pacientes, Moyano et al. (2011) menciona la incidencia del patrón de conducta tipo A en
los trastornos coronarios, siendo 6 veces mayor que en otros pacientes; la distribución es similar
tanto en varones como en mujeres, en estas últimas es mayor si ellas trabajan; es verdad que las
mujeres sufren menos infartos pero generalmente su patrón es de tipo A, a diferencia de los
varones que encubren su ira y hostilidad, con tendencia a la agresividad.
Asimismo, los individuos con patrón de conducta tipo A son altamente sensibles hacia el
fracaso, carecen de habilidades sociales y de apertura para entender y aceptar opiniones diferentes,
presentan dificultad para adaptarse a principios normativos e interpretan el ambiente como hostil.
En ellos está acentuada la necesidad de respeto, autoridad, ser intelectualmente superiores, de
requerir reconocimiento constante y al no conseguirlo se vuelven vulnerables y herméticos, se
reservan sus problemas, asumiéndolos como frustraciones. El proceso emoción-acción sumerge
a los tipos A en desafíos crónicos por obtener el mayor número de logros sin importar las
dificultades que se les puedan presentar, ni las personas que se les opongan (Lévano, 2003).
Sobre el Patrón tipo A, Romero (1989) emplea los términos tipología, constelación y
complejo para definirlo. La tipología es reconocible por señales como agresividad, ambición,
competencia, urgencia en ganarle al tiempo, impaciencia, conducta de alerta y predisposición
intensa hacia el logro de metas. La constelación es el conjunto de comportamientos manifiestos
como consecuencia del medio ambiente y el estrés que origina incapacidad para afrontar
situaciones problema y la consecuente pérdida de control. El complejo es reconocido como un
proceso activo-emotivo, donde la persona lucha incesantemente por obtener más resultados en
menos tiempo sin experimentar escrúpulos por los demás, todos ellos identificados en este patrón
asociado al paciente cardiaco.
Además, Romero (1989) identifica los ejes sobre los que se puede reconocer el patrón de
conducta tipo A, la tensión (proceso que se manifiesta fisiológicamente en el sistema vegetativo
como reacción a necesidades específicas con repercusión psíquica), la actividad (comportamiento
de un individuo directamente provocado por estímulos internos y externos), la ambición (deseo
intenso por el logro de bienes que prodiguen poder y reconocimiento) y la represión (rechazo a la
exteriorización de los sentimientos o pensamientos que cada sujeto reconoce en su interior).

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Asimismo, otro factor de riesgo secundario psicológico considerado en este estudio es el
perfil caracterológico de Gastón Berger, cuya prueba es baremada por Vicuña (1993), presentando
ocho perfiles, colérico, sanguíneo, flemático, apático, pasional, nervioso, sentimental, amorfo y 3
dimensiones, emotividad, actividad y resonancia; sobre este Cuestionario no se han realizado
estudios en pacientes cardiacos hospitalizados.
El objetivo del presente estudio es evaluar el Efecto del Programa Psicoeducativo en los
pacientes cardiacos hospitalizados en los patrones psicológicos previamente seleccionados a
partir de los factores y dimensiones de los factores de riesgo secundario psicológicos , patrón
emocional (dimensión emocional y factor ausencia de represión ), patrón afectivo (dimensión
resonancia), patrón cognitivo (tensión y ambición ) y patrón conductual (factor actividad y
dimensión actividad).
MATERIALES Y MÉTODOS
Es una Estudio con Diseño experimental, Hernandez R; Fernandez,C; Baptista,M. (2010)
, de dos grupos control y experimental, con un muestreo probabilístico. La muestra se obtiene de
los pacientes hospitalizados del área médica de Cardiología y Cirugía Cardiovascular previamente
seleccionados con el dx Medico de IMA. post stent cardiaco, pre y post cirugía cardiaca. Se realiza
la distribución de los pacientes al azar en ambos grupos, se inicia con el ingreso impar para el
grupo experimental y el ingreso par para el grupo control, y así sucesivamente hasta completar
los 30 pacientes por grupo. Finalmente, la muestra está compuesta por pacientes cuyas edades
fluctúan entre 43 a 73 años , que son evaluados con las pruebas del Patrón de Conducta Tipo A y
el Cuestionario del Perfil Caracterológico Gastón Berger .
Con respecto a la muestra seleccionada, el grupo control manifiesta mayor frecuencia entre
los pacientes de 54 a 63 años, con 14 pacientes en un porcentaje del 46.67%; el grupo
experimental presenta pacientes entre las edades 64 a 73 años con 17 pacientes llegando a un
56.67%. En el grado de instrucción, el grupo control presenta la mayor frecuencia en el nivel
superior con 23 pacientes llegando al 76.77%, el grupo experimental presenta en el nivel superior
19 pacientes equivalente a un 63.33%. En cuanto a la condición clínica médica, el grupo control
presenta mayor frecuencia en post operados cardiacos con 25 pacientes llegando a un 83.33%;
igualmente, con esta misma condición, el grupo experimental presenta 28 pacientes equivalente
a un 93.33 %.
Sobre los instrumentos , se utilizaron los cuestionarios del Perfil Caracterológico de Gastón
Berger, basado en la teoría caracterológica de Renee Le Senne. Berger (Vicuña, 1993), el cual
desarrolla ocho tipos caracterológicos, Colérico, Pasional, Nervioso, Sentimental, Sanguíneo,
Flemático, Amorfo y Apático y tres propiedad constitutivas, emotividad, actividad y resonancia.
Vicuña (1979) realiza una baremación en sujetos de 14 a 25 años de edad, en el año 1992 y el

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Cuestionario del Patrón de Conducta Tipo A – Tipo B, de Eysenck y Fulker, adaptado por León
y Romero (1986), con la modalidad de respuestas alternativas del 0 al 4.
En cuanto al Procedimiento , se tienen los siguientes pasos a seguir:
• Previamente al desarrollo del programa, todos los pacientes asignados al grupo control y
experimental habían sido evaluados en las pruebas psicológicas designadas.
• Se elabora un programa psicoeducativo basado en los factores y dimensiones de las
pruebas psicológicos, parar designarlos como patrones emocionales
• (factor tensión y dimensión emocional ), afectivos (dimensión resonancia), conductuales
(actividad ) y cognitivos (ambición ). Las sesiones son individuales en los ambientes de
hospitalización, se realizan dos veces por semana en 12 sesiones consecutivas cuya
duración máxima es de 45 minutos por sesión.
• Cada patrón psicológico desarrolla objetivos, actividades, metodología, procedimiento e
indicador de logro, los patrones tienen 3 objetivos cada uno que incorpora los
requerimientos esperados en cada uno de ellos. Las sesiones se podían ampliar a 15
dependiendo de los indicadores de logro que son cualitativos.
En relación a los aspectos éticos en la investigación se ha considerado la autonomía, la
beneficiencia, la no maleficencia y la justica; además, se cuenta con la aprobación del Comité de
Ética Institucional del Hospital y el consentimiento informado que se le indico antes de ser
ingresado a los grupos para el desarrollo del programa psicoeducativo.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Considerando los factores de riesgo secundario psicológico aplicados en los pacientes, se
presentan los factores y dimensiones de ambos grupos que a continuación se presentan:
Tabla 1
Dimensiones del Perfil Caracterológico de Gastón Berger en el Grupo experimental pre y post
quirúrgico
Dimensión Media
Desviación
Estándar n Media Desviación
estándar n
Emotividad 39.07 18.25 30 37.30 21.94 30
Actividad+* 75.07 10.23 30 79.37 14.00 30
Resonancia 66.87 12.02 30 66.23 15.34 30
Los pacientes cardiacos presentan un incremento mayor en la dimensión actividad, seguida
de la resonancia. La dimensión actividad ratifica una de las características dominantes en el
paciente cardiaco

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Tabla 2
Factores del Patrón de Conducta Tipo A-B en el grupo experimental, pre y post
Factores
Pre test Post test
Media Desviación
estándar n Media Desviación
estándar n
Tensión * 26.63 5.85 30 25.43 7.73 30
Ambición 16.40 3.08 30 15.43 4.35 30
Actividad 19.50 3.26 30 17.73 3.51 30
Ausencia de Represión 16.93 2.66 30 15.27 2.82 30
Conducta Tipo A – B 67.40 6.75 30 62.43 9.27 30
Los pacientes cardiacos presentan el factor tensión más elevado en el pre y post test,
seguidamente del factor actividad, que suelen ser la problemática psicológica con mayor
incidencia en este patrón A.
Tabla 3
Dimensiones en el Perfil Caracterológico de Gastón Berger, pacientes del grupo control, pre y
post
Dimensiones
Pre Test Post Test
Media Desviación
estándar n Media Desviación
estándar n
Emotividad 45.60 20.26 30 44.60 18.98 30
Actividad * 76.27 15.29 30 76.63 15.32 30
Resonancia 75.17 11.46 30 75.93 13.44 30
Se observa en ambas etapas la dimensión actividad obtuvo la media más alta ratificando
una dimensión resaltante en el paciente cardiaco. La desviación estándar fluctúa entre 0.03 y 1.98,
demostrando una dispersión mínima. En este perfil se observan que no hay cambios notorios entre
las dos fases, pre y post test.
Tabla 4
Factores del Patrón de Conducta Tipo A -B en los pacientes del grupo Control, pre y post
Factores
Pre Test Post Test
Media Desviación
estándar n Media Desviación
estándar N
Tensión* 27.27 6.79 30 25.40 5.82 30
Ambición 17.10 3.21 30 15.23 3.16 30
Actividad 18.67 3.51 30 17.63 4.06 30
Ausencia de Represión 15.33 2.62 30 15.03 3.76 30
Conducta Tipo A – B 66.60 6.06 30 62.33 7.59 30

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Se observa en ambas etapas de la investigación que el factor tensión obtuvo la media más
alta, no logrando cambios esperados por su selección como grupo control.
Los resultados obtenidos después de la aplicación del programa psicoeducativo son:
Patrón afectivo
Tabla 5
Los Patrones Psicológicos en el grupo experimental
Test Media Desviación
estándar n Diferencia T P
Post test 15.27 2.82 30 -1.66 -2.355 0.011
Pre test 16.93 2.66 30
En el grupo experimental se obtuvieron cambios en los patrones afectivos, logrando un
nivel de significancia esperada (p <0.05), aprobando así el efecto del programa psicoeducativo en
este patrón, contrariamente a los patrones emocional, conductual y cognitivo.
Tabla 6
Patrón Emocional
Test Media Desviación
estándar n Diferencia T p
Post test 62.73 28.05 30 -2.97 -0.462 0.323
Pre test 65.70 21.18 30
Tabla 7
Patrón Conductual
Test Media Desviación
estándar n Diferencia t p
Post test 97.10 14.04 30 2.53 0.774 0.221
Pre test 94.57 11.17 30
Tabla 8
Patrón Cognitivo
Test Media Desviación
estándar n Diferencia t p
Post test 81.67 15.08 30 -1.60 -0.433 0.333
83.27 13.48 30

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Sin embargo, los resultados en los patrones emocional, afectivo,conductual y cognitivo del
grupo control no lograron los cambios esperados después de la ejecución del programa.
Tabla 9
Resultados de los Patrones Psicológicos en el Grupo Control Patrón Afectivo
Test Media Desviación n Diferencia t p
Post test 15.03 3.76 30 -0.30 -0.358 0.361
Pre test 15.33 2.62 30
Tabla 10
Patrón Emocional
Test Media Desviación
estándar n Diferencia t p
Post test 70.00 21.66 30 -2.87 -0.480 0.317
Pre test 72.87 24.53 30
Tabla 11
Patrón Conductual
Test Media Desviación
estándar n Diferencia t p
Post test 94.27 15.64 30 -0.66 -0.159 0.437
Pre test 94.93 16.79 30
Tabla 12
Patrón Cognitivo
Test Media Desviación
estándar n Diferencia t p
Post test 91.17 14.63 30 -1.10 -0.326 0.373
Pre test 92.27 11.33 30
En el grupo control no se lograron los indicadores significativos esperados en los patrones
psicológicos propuestos
Se determina la efectividad del programa psicoeducativo en los patrones afectivos en
pacientes cardiacos hospitalizados logrando el nivel de significancia estadístico cuyo valor es p
=0. 01 (p < 0.05); sin embargo, no se determinó la efectividad de este programa psicoeducativo
en los patrones conductuales, emocionales y cognitivos.

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Los resultados obtenidos en los patrones afectivos corroboran los estudios realizados por
Rocha, Ramírez y Navarro (2012), que inciden en la autovaloración del paciente para el manejo
de sus afectos, así como el efecto de la participación de la familia como vínculo afectivo en el
curso de la hospitalización.
Asimismo, este patrón afectivo está asociado a la dimensión de resonancia secundaria, que
se conceptualiza como la “tendencia a las impresiones profundas y duraderas, las cuales debido a
la alta resonancia psicológica continúan ejerciendo influencia en la manera de pensar, de actuar
(recuerdos, proyectos) y/o de sentir, sin necesidad de estar presente el estímulo”, de ahí los
resultados obtenidos en la Tabla 2, grupo experimental pre y post,.
En un análisis y discusión de estos patrones afectivos, en comparaciones y diferencias con
otras investigaciones, Toro – Alonso y Varas (2003), plantean el apoyo social como una respuesta
afectiva en situaciones de enfermedades crónicas, siendo ésta una variable que prolonga la vida y
mejora las condiciones de salud.
Existen estudios epidemiológicos que corroboran una relación directa entre los niveles
bajos del apoyo social e incremento de la mortalidad en las enfermedades cardiacas (angina de
pecho e Infarto al miocardio), Orth -Gomer y Lindeu (1990); asimismo, se conceptualiza el apoyo
social como un sentimiento de apego, que previene la percepción de soledad, Oblitas. L (2004);
por ello, el apoyo social se convierte en un factor protector en la morbi mortalidad de la
cardiopatía isquémica.
En relación a los resultados obtenidos en el patrón emocional y cognitivo, existen
correlación alta según Lévano, J (1987), del patrón de conducta tipo A B a una estrategia de
afrontamiento en particular, donde los procesos cognitivos serían los encargados de disminuir el
patrón emocional, por ello, en estos resultados se corrobora la alta correlación entre ellos, los
mismos que se comprometen por el curso en la fase hospitalaria.
Por otro lado, el patrón cognitivo es adverso en estos resultados al igual que Rodriguez
(2018), quien midió la variable ansiedad en 30 pacientes pre quirúrgicos, sin lograr reducir los
pensamientos catastróficos, miedo, creencias irracionales, que experimentan previamente a una
cirugía compleja. Asimismo, Beck et al. (2012) asumía que los pensamientos negativos tienden a
la generalización, la minimización o maximización del problema, la calificación polarizada sin
considerar puntos intermedios, la anticipación de conclusiones, a pesar de las evidencias que
demuestran lo errático del pensamiento y de la expectativa de los seres humanos sobre el bienestar
que menciona.
Rocha, Ramírez y Navarro (2012) argumentan que este apoyo está caracterizado por el
soporte familiar y amical que adquiere relevancia para minimizar las sensaciones de muerte,
miedo, incertidumbre, soledad y pérdida de las capacidades que experimentan los pacientes
durante la hospitalización.

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En relación a la importancia de la afectividad , Varela, I. (2011), hace mención estudios
de Marmot y Symet (1976), quienes estudiaron migrantes japoneses en Estados Unidos
observándose que éstos al mostrar mayores ajustes culturales a la población americana
presentaban una incidencia de Cardiomiopatía Isquémica marcadamente superior al otro grupo de
japoneses que aun conservaban las costumbres de su grupo étnico de procedencia , manteniendo
los lazos de la familia extensa y valoración positiva de la ancianidad ; este estudio confirma la
importancia que tiene el factor afectivo como una necesidad de apego , de identidad frente a un
grupo de relación.
Asimismo, se ha demostrado que el apoyo social mitiga el efecto de los factores de riesgo
psicosociales de la enfermedad cardiaca (Niaura y Goldstein, 1992), ejerciendo un efecto
protector con respecto a la morbimortalidad de ésta, Kamarck y cols. (1990), haciendo referencia
que el apoyo social puede influir a nivel psicofisiológico moderando los efectos del estrés sobre
la reactividad cardiovascular.
En un encuadre teórico, sobre la relevancia del área afectiva, Pla Vidal, J y Salvador, J.
(2019) enfatizan que el aislamiento social, la falta de amigos, o confidente, así como la percepción
que tiene el sujeto por la falta de soporte social, se ha relacionado consistentemente con un riesgo
aumentado en el infarto agudo. A su vez, hay estudios que destacan la importancia y valoración
de los familiares y amigos en los pacientes, como un recurso en la prevención de alteraciones en
las fases de hospitalización – unidad de cuidados intensivos. (Hewitt, J 2002), llegando a mantener
una mayor concientización en los pacientes, facilitando así un retorno a su estabilidad integral
El patrón psicológico conductual es adverso a estos resultados debido que están
relacionados al cambio de estilo de vida frente a una enfermedad crónica, demostrando mayor
resistencia el grupo etario comprendido entre 63 a 73 años, que según el postulado teórico de
Vilaplana (2020), señala que la percepción sobre la enfermedad, el fármaco y la información que
ellos manejan, influye significativamente y que el factor edad es determinante, pues pacientes
mayores de 65 años suelen adherirse menos, probablemente debido a la persistencia en sus
características de patrón de conducta tipo A (factor actividad principalmente).
Por otro lado, se debe mencionar que existieron durante la ejecución del Programa, variable
confusoras que iban desde el abandono del paciente por situaciones medicas post quirúrgicas
requiriendo otros tipos de tratamiento médico de mayor complejidad o por altas súbitas sin previa
coordinación o por fallecimientos de los pacientes.
En resumen, según los objetivos planteados en la presente investigación, el programa
psicoeducativo obtuvo resultados significativos solo en el patrón psicológico afectivo, no
logrando el mismo efecto en los patrones psicológicos emocional, conductual y cognitivo,
probablemente debido a la influencia del patrón de conducta tipo A que destaca Romero (1988)
en el factor tensión y actividad como características más resaltantes de este patrón, y que estarían
comprometiendo una mejor respuesta del paciente cardiaca en el curso de este programa.

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Al término de la presentación de este estudio , se comparte el aporte de Caballo (2002),que
asevera que las estrategias psicoterapéuticas maneja el cambio de las conductas cognitivas
incidiendo en la modificación de los pensamientos irracionales ; las conductuales inciden en el
cambio activo de la conducta externa que permitirá atenuar las creencias irracionales y la
reducción de la visión negativa atribuida al evento ; las emocionales reducen la tensión emocional
y física , favoreciendo indirectamente la erradicación de las creencias en la atención sobre una
tarea, imagen o mensaje especifico ; sin embargo, en este aporte del autor , no está considerado
la terapéutica en los patrones psicológicos afectivos que son parte del registro de respuestas que
presenta un paciente cardiaco, es decir, su relación empoderada, activa y sobre generadora de
estrés en los contextos familiar, laboral y hasta social que este estudio valora debido a un
análisis cualitativo de las historias psicológicas del paciente, en tal sentido, el aporte de este
estudio es innovador, considerando un patrón afectivo diferenciado de los patrones emocionales,
que requieran ser identificadas, evaluadas y procesados en un futuro tratamiento psicológico
integral para el paciente cardiaco, ambulatorio u hospitalizado.
Por otro lado, los pacientes cardiacos hospitalizados, pre y post cirugía cardiaca están en
curso a la manifestación de patrones psicológicos en exceso, que no tienen precedente en
investigaciones nacionales, requiriendo por la incidencia de este tipo de cirugías una valoración
en estudios posteriores que incidan en estos patrones psicológicos, a través de programas
psicoeducativos para el manejo de un tratamiento integral.
El diseño de programas psicoeducativos facilita la Psicoeducación en el conocimiento de
la enfermedad, a partir de patrones psicológicos que se han corroborado en estudios anteriores en
el paciente cardiaco, desde la aceptación de la enfermedad como tal, o en el manejo personal en
contextos laboral, familiar u otros, que son fuente de preocupación, estrés, los cuales serán materia
de nuevos proyectos que se materialicen en el tratamiento psicológico del paciente cardiaco
hospitalizado.
A pesar que los resultados en los patrones emocionales, cognitivos y conductuales no son
los esperados, el estudio en este tipo de pacientes cardiacos hospitalizados asociados a patrones
psicológicos recién empieza, demostrando así que el patrón afectivo es un vínculo y lazo
permanente, que trasciende en las etapas de vida y eventos de salud más complejos, considerando
por ello redefinirlo en un tratamiento psicológico que proyectaría un mejor afrontamiento de la
enfermedad cardiaca.
CONCLUSIONES
El programa demuestra el efecto en el patrón psicológico afectivo, con un nivel de
significancia esperado de p < 0.01 (p<0.05), validando que la dimensión resonancia
correspondiente al patrón caracterológico de Gastón Berger logra cambios después de la
aplicación de un programa psicoeducativo utilizando técnicas cognitivas conductuales, sin
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embargo, no se manifestaron cambios favorables en los patrones emocionales, cognitivos y
conductuales. En el grupo control no se lograron los cambios esperados después de la aplicación
del Programa.
Se sugiere implementar técnicas psicoterapéuticas de tercera generación en los patrones
psicológicos que no lograron los cambios esperados, así como también reforzar el patrón afectivo
que mejorará la atención del tratamiento integral en la enfermedad cardiaca.

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