Vol. 11/ Núm. 1 2024 pág. 307
En cuanto al efecto de la exclusión financiera en las actividades económicas, mencionaron
que reduce la posibilidad de crecimiento de los micro, pequeños y medianos emprendimientos,
considerando que estos no son sujetos de créditos en el sistema financiero real, por ende, no
pueden acceder a un producto financiero, lo cual les excluye de toda posibilidad de desarrollo del
emprendimiento. Al no ser sujeto de crédito les restringe la posibilidad de que puedan aumentar
o crecer en sus actividades económicas.
En referencia al costo futuro de la exclusión financiera actual, mencionaron que no es
compensada por el crecimiento económico actual, puesto que se está viviendo un costo futuro.
Sin la existencia de un estudio de sostenibilidad en el tiempo, las consecuencias futuras pueden
convertirse el presente al menos que el estado implemente una fuerte política pública de inclusión
financiera, en especial en los segmentos más vulnerables, donde estos no tienen acceso a los
instrumentos financieros comerciales.
De hecho, el costo de la utilización de los instrumentos financieros en el país es aún alto,
y esto se debe a una política pública ausente para la universalización de los instrumentos
financieros, mientras no haya una fuerte intervención del estado, se seguirá tropezando con este
escollo, eso debido a que las empresas de lucro (bancos y financieras) no tienen interés en donde
no hay utilidad, por ende el sector público debe atender esos segmentos no favorecido, otra opción
sería la incursión de las cooperativas en estos sectores de la economía.
Además, en la estructura de costo actual, la exclusión financiera impacta fuertemente en
la competitividad, por este motivo los emprendedores tienen frenado su crecimiento, por la falta
de instrumentos financieros acordes a ese segmento, en consecuencia, no pueden tener un ritmo
de crecimiento acorde a la necesidad del mercado.
Igualmente, para disminuir la presión fiscal sobre las zonas formales con la ayuda de la
Inclusión Financiera, esto es posible mediante una fuerte acción del estado para posibilitar a los
segmentos más vulnerables el acceso a los instrumentos financieros, por medio de políticas
públicas inclusivas, otra estrategia que puede ayudar mucho es la alianza público-privada entre el
sector público, el privado (empresarios, empleados, gremios) y las instituciones educativas, es
decir el sector académico que puede actuar de elemento aglutinador de los otros dos actores
mencionados.
Para que los Bancos beneficien a la economía local de forma directa y teniendo en cuenta
que la tendencia actual, el acceso a la tecnología para utilizar los servicios financieros es una
impronta para el sector de las finanzas, ya que con esta herramienta se estaría reduciendo costos
tanto por el lado del proveedor mediante la reducción del uso de insumos, mano de obra,
infraestructura, tiempo, mayor competitividad y mayor rentabilidad como también por el lado del
consumidor a través del ahorro del tiempo, la agilidad, y la competitividad que podrían tener los
Bancos a través de los mismos.