Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 347
visión integral de la administración pública, contribuye a fortalecer los controles internos,
mejorar la toma de decisiones y aumentar la confianza de la ciudadanía.
La Oficina Nacional de Auditoría (ONA) juega un papel crucial en el engranaje de la
gestión pública, y su rol va más allá de una simple revisión. Al ser el ente encargado de velar por
la correcta aplicación de las leyes y normas que rigen el sector público, la ONA se convierte en
un garante de la transparencia, eficiencia y eficacia en la administración del Estado (Tamay,
Narvaez, Erazo, & Torres, 2020).
El enunciado resalta la importancia de una gestión pública eficiente y transparente, en la
que la unidad de auditoría interna y la Oficina del Inspector Nacional desempeñan un papel
crucial. La vinculación entre ambas entidades permite fortalecer los sistemas de control interno,
mejorar la calidad de las auditorías y garantizar el cumplimiento de las normas legales y
reglamentarias (Alvarado, 2022). la relación directa entre la unidad de auditoría interna y el
órgano ejecutivo nacional es un elemento clave para fortalecer la gestión pública y promover la
transparencia y la rendición de cuentas. Al trabajar en conjunto, ambas entidades pueden
contribuir a mejorar la eficiencia y eficacia del Estado (Silva y Soto, 2022).
Sin importar la institución específica, la gestión y supervisión de los recursos públicos
en Ecuador se rige por un marco legal y normativo que busca garantizar la transparencia, la
eficiencia y la eficacia en el uso de estos recursos (García, Calle y Solórzano, 2023). Además,
Wells et al (2020) las auditorías son una herramienta esencial para garantizar una gestión pública
transparente, eficiente y responsable. Al identificar problemas y proponer soluciones, las
auditorías contribuyen a fortalecer la confianza de la ciudadanía en las instituciones públicas.
Los PAC son herramientas valiosas para mejorar la gestión de las instituciones públicas.
Al alinear las acciones con los objetivos estratégicos, los PAC permiten una gestión más eficiente
y eficaz de los recursos, lo que se traduce en una mejor prestación de servicios a la ciudadanía
(Morejón, 2022). El cumplimiento riguroso de las leyes, normas y reglamentos es un pilar
fundamental para garantizar la integridad, transparencia y sostenibilidad de cualquier programa,
especialmente en el ámbito de la administración pública.
Los criterios establecidos por la Asamblea General del Estado del Ecuador para el
desarrollo de los programas anuales de gestión son una herramienta valiosa para mejorar la
planificación y la ejecución de las políticas públicas. Al garantizar una asignación eficiente de
recursos, una visión a largo plazo y un enfoque en las necesidades de la población, estos criterios
contribuyen a una gestión pública más efectiva y transparente.
Los criterios que mencionas (importancia, uso y relevancia social) son fundamentales
para garantizar una planificación adecuada y eficiente en los programas anuales de gestión
(Alvarado, Zumba y Erazo, 2023). La participación ciudadana es un elemento clave para
garantizar que los programas anuales de gestión estén alineados con las necesidades y
prioridades de la población, y que se implementen de manera transparente y eficiente.