Vol. 11/ Núm. 1 2024 pág. 398
b. Etapa humanista, en este periodo, es cuando el tomador de decisiones concibe que las
personas no están al nivel de las cosas, es decir, consideraba a las personas, a las cuales
se les comienza a llamar factor humano, y en consecuencia reconoce la importancia del
conocimiento, las habilidades y competencias de las mismas en los procesos en particular
y la organización en general.
c. Etapa de la responsabilidad social (RSE): en este sentido, se reconoce que el trabajo de
las personas al servicio de la institución tiene un impacto significativo hacia el exterior
de la institución.
Como se observa, el trabajo del factor humano comienza a ser reconocido como parte
fundamental en los procesos de gestión dentro de las organizaciones y como un componente
fundamental en las estrategias encaminadas a alcanzar los objetivos. El factor humano es
considerado el componente más importante del tejido organizacional, ya que tiene el mismo nivel
de importancia e impacto en todas las organizaciones por igual, y todo se resume a que las
personas operativizan las funciones establecidas en el proceso administrativo y que conllevan a
una adecuada gestión de la organización.
Actualmente, Moreno y Godoy (2012); citado por Quispe (2022), consideran que:
El factor humano, está fortalecido por tres elementos: capital intelectual, talento humano
y capital social. El capital intelectual hace referencia a la acumulación de conocimientos
que generan valor a la organización. Por otro lado, el talento humano se refiere a la mayor
calidad del factor trabajo como resultado de la formación y educación de los individuos.
Por último, el capital social se refiere a la capacidad humana que se desea en la
organización, refiriendose al compromiso de los miembros de los proyectos, el trabajo
colaborativo, la confianza, el respeto, la estabilidad, el desarrollo personal, la
transparencia en las comunicaciones, entre otros.
Todo lo anterior, permite desde una perspectiva holístitca concebir que el concepto de
factor humano no es algo sencillo, su complejidad estriba en el sentido mismo que sus
componentes se pueden dimensionar desde la parte cognitiva, la parte actitudinal e incluso desde
la parte moral o ética, tomando siempre como antecedente el hecho mismo que el ser humano,
por su naturaleza es complejo y en su justa medianía esa complejidad permite reconocer que es,
en el momento histórico y social en que se desarrollan investigaciones sobre el factor humano en
la actualidad el factor de cambio en las organizaciones, y la base para generar una ventaja
competitiva en las mismas.
Por otra parte, para comprender el comportamiento del factor humano en las
organizaciones, será necesario retomar conceptos alrededor del factor humano, tales como el
clima organizacional, el cual, se define como:
El ambiente físico y social, donde una persona desempeña su trabajo diariamente, el trato
y sus tipos de liderazgo que un jefe puede tener con sus subordinados, determinan la