Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 1437
consecuencia, a medida que aumenta la población el consumo per cápita se ve reducido, tal y
como se infiere de los datos de la Tabla 6.
Por otro lado, la elasticidad-precio (ε TA) es negativa, tal y como lo apunta la teoría
económica referente a la teoría de la demanda en general. Además, es cercana a cero, al alcanzan
un valor de -0.077, lo cual revela que es un bien de primera necesidad, tal y como no cabe duda
al respecto a escala planetaria.
Finalmente, en lo referente a los valores estimados, se obtuvo que la elasticidad-
precipitación (ε PRE) fue de 0.178, lo cual revela que ante aumentos de la disponibilidad natural
aumenta la demanda de agua potable, posiblemente derivado de la reducción de la disponibilidad
per cápita de agua, tal y como se puede observar en la Tabla 4.
Los resultados obtenidos referentes a la elasticidad-precio para la entidad federativa de
Tlaxcala son consistentes con algunos resultados obtenidos para otras entidades federativas de
México. Así, Torres-Sombra, et. al., (2013, p. 304) para la entidad federativa de Sinaloa estimaron
una elasticidad precio de la demanda de agua para uso residencial de -0.087 (inelástica). Por su
parte, en el sector residencial la elasticidad precio de la demanda de agua fue de -0.188 (Bautista
-Mayorga, et. al. 2023, p. 286).
Por otro lado, Guzmán-Soria, et al., (2013, p. 190) hallaron una elasticidad-precio del
agua para el sector urbano de Guanajuato de -0.012. A su vez, para el caso de Hermosillo, Sonora,
México, Salazar Adams y Pineda Pablos (2010, p. 116) estimaron una elasticidad precio de la
demanda de agua para uso doméstico de -0.23 y una elasticidad-ingreso de 0.18, lo cual, en
términos estadísticos, concuerdan con las estimaciones realizadas en la presente investigación
para las variables mencionadas.
Para el caso de la entidad federativa de Sonora, México, Morales Ramírez, et. al., (2017,
p. 389) encontraron que la elasticidad-precio de la demanda de agua para consumo doméstico es
inelástica, y una relación positiva entre la demanda del bien en cuestión y el ingreso, los cuales
concuerdan con lo estimado para el caso de Tlaxcala.
Castro Rosales y Sisto (2015, p. 237) para México estimaron una elasticidad-precio de -
0.18; por su parte, Briseño Ramírez y Decle Castro (2016, p. 20) para el consumo urbano en
México hallaron una elasticidad-precio de la demanda de agua para uso doméstico de -0.21; una
elasticidad-ingreso de 0.73 y la de población de -1.16.
A continuación, se exponen algunos de los resultados obtenidos para América Latina.
Así, la estimación de la elasticidad-precio de la demanda de agua para uso doméstico en
Manizales, Colombia, fue de -0.10; la elasticidad-ingreso 0.05 y la elasticidad-precipitación fue
de -0.0003 (Jiménez, et.al., 2017, p. 168-169). Para el caso de Chile, Acuña (2017, p. 1), estimo
una elasticidad-precio de -0.12 y una elasticidad-ingreso de 0.20. Finalmente, la elasticidad-
precio del agua para uso doméstico en España fue -0.759 y la elasticidad-ingreso ascendió a 0.056
(Gálvez, et. al., 2016, p. 21).