Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 5
Según Vega y Marrero (2021), sostienen que la gestión integrada o control interno, debe
tener en cuenta, el funcionamiento de los diferentes subsistemas, integrando el control de gestión,
herramientas estratégicas, el cuadro de mando integral o gestión por procesos, los componentes
normas y la gestión integrada del control operativo, mediante un enfoque coordinado y
sistemático que busque optimizar todos los procesos operativos de una organización, desde la
planificación y aprovisionamiento hasta la producción, logística y distribución, mediante la
integración de recursos, tecnologías y áreas funcionales, con la finalidad de llevar a cabo una
gestión que promueva la colaboración entre departamentos y la alineación de objetivos
estratégicos para maximizar la eficiencia, reducir costos, mejorar la calidad de los productos o
servicios y responder de manera ágil a las demandas del mercado, mediante el pensamiento
sistémico del paradigma sistémico y la teoría general de los sistemas (p.22).
En ese mismo sentido González, Manzano y Torres (2021) sostienen que, en muchos
lugares, algunas organizaciones, utilizan la administración desde el punto de vista tradicional,
dejando de lado el desarrollo científico de las herramientas que establece el pensamiento
sistémico, el cual se debe a la descoordinación que se plantea en la gerencia estratégica, pues
depende de las estrategias planteadas en esta área para que se ponga en funcionamiento la
organización mediante la sincronización de los subsistemas (p.09)
Ore, Olortegui y Ponce (2020), define que una organización flexible lleva a cabo el
desarrollo de sus actividades operativas en base a la dirección estratégica de la misma, teniendo
como punto de partida el direccionamiento de las estrategias a largo plazo, utilizando el desarrollo
de las estrategias formulada, ya que va depender de la ruta estratégica planeada para el éxito del
negocio (p.03). Asimismo, Quintana, Corona y Martínez (2020), afirman que la dirección
estratégica forma una estructura inteligente y flexible para la planificación de sistema empresarial,
logrando una motivación de los elementos dinámicos para lograr los objetivos planteados (p.04).
Al respecto, Aldana y Bernal (2019), sostienen que existen dos grandes dimensiones para
establecer los procesos integrados en el sistema empresarial, los cuales son las funciones propias
del proceso interno y la coordinación de los elementos dinámicos, para ello se tiene a los
principales elementos que integran los eslabones de la cadena de abastecimiento, los cuales
inician con los productores y terminan en el cliente, pasando por la transformación de recursos,
exportación y distribución de los productos; estos elementos interactúan unos a otros para
establecer parámetros que equilibren la demanda y la producción (p.07)
En relación a Quintana (2020), sostiene que la integración de los subsistemas, consideran
un desarrollo de la organización, pues establecen una flexibilidad en el flujo de recursos e
información, es decir, se mantendrá una interacción entre los recursos físicos, económicos y
personales que ingresan a sistema productivo, con la finalidad de optimizar la eficiencia de una
organización al coordinar y sincronizar todos los procesos operativos y funcionales, desde la
producción hasta la distribución, para maximizar el uso de recursos, reducir costos y tiempos, y