Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 1718
https://doi.org/10.69639/arandu.v11i2.367
El Cuidado Humanizado De Enfermería En Un Hospital Del Sur
Ecuatoriano
Humanized Nursing Care In A Hospital In Southern Ecuador
Yuly Mar Ponce Varela
yulymarpv29@gmail.com
https://orcid.org/0009-0005-5045-4128
Universidad Nacional de Chimborazo
Riobamba Ecuador
José Ivo Contreras Briceño
jocontreras@utpl.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-9870-9944
Universidad Técnica Particular de Loja
Loja Ecuador
Artículo recibido: 20 junio 2024 - Aceptado para publicación: 26 julio 2024
Conflictos de intereses: Ninguno que declarar
RESUMEN
El cuidado humanizado es un imperativo moral de la práctica en enfermería. El objetivo general
de esta investigación fue analizar las características del cuidado humanizado que proveen los
profesionales de enfermería en tres servicios de un hospital ecuatoriano: medicina interna, cirugía
general, así como de ginecología y obstetricia. La investigación es de tipo observacional,
transversal y analítica, la muestra estuvo conformada por 156 pacientes del total recluido que
manifestaron participar en el estudio. El Cuestionario aplicado fue el de Percepción del Cuidado
Humanizado en Enfermería (PCHE 3A VERSIÓN) versión (González-Hernández, 2015) que
permitió valorar la percepción del cuidado humanizado, se compone de 32 ítems, distribuidos en
tres dimensiones: Cualidades del que hacer (7 preguntas), apertura a la comunicación (8
preguntas) y priorizar al sujeto (17 preguntas). El procesamiento de los datos se sistematizó
mediante el aplicativo Jamovi y se aplicaron métodos estadísticos descriptivos, ANOVA de una
vía, el test de diferencia mínima significativa y la prueba Chi Cuadrado de Pearson con corrección
de continuidad. Antes de su aplicación los participantes firmaron el consentimiento informado
aprobado por un Comité de Ética. Resultados: La percepción general de los usuarios es que casi
siempre perciben cuidado humanizado al igual que en las tres dimensiones. Esta percepción es
mayor en el servicio de Ginecología y Obstetricia y menor en Cirugía General. Se encontró
diferencia estadísticamente significativa (< ,001) entre el género y servicios respecto a las
dimensiones cualidades del que hacer, priorizar al sujeto y de manera global. Se concluye que el
cuidado humanizado está presente “casi siempre” y que el género y el tipo de servicio hospitalario
influyen significativamente en la percepción del cuidado humanizado.
Palabras clave: cuidado, humanizado, enfermería, hospital, usuario
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 1719
ABSTRACT
Humanized care is a moral imperative of nursing practice. The general objective of this research
was to analyze the characteristics of humanized care provided by nursing professionals in three
services of an Ecuadorian hospital (internal medicine, general surgery, as well as gynecology and
obstetrics). The research is cross-sectional and analytical; the population comprises 156 patients.
The questionnaire used was the Perception of Humanized Care in Nursing (PCHE 3A VERSIÓN)
version (González-Hernández, 2015) that allows the assess the perception of humanized care, it
is composed of 32 items, distributed in three dimensions: Qualities of what to do (7 questions),
openness to communication (8 questions) and prioritizing the subject (17 questions). The data
processing was systematized through the Jamovi application. The hypothesis was evaluated with
Chi-Square (χ²) with continuity correction. Before its application, the participants signed the
informed consent form approved by an ethics committee. Results: The general perception of users
is that they “almost always” perceive humanized care as well as in the three dimensions. This
perception is higher in the Gynecology and Obstetrics service and lower in General Surgery. A
statistically significant difference (< .001) was found between gender and services regarding the
dimensions and qualities of what to do, prioritizing the subject and globally. It is concluded that
humanized care is present “almost always” and that gender and type of hospital service
significantly influence the perception of humanized care.
Keywords: care, humanized, nursing, hospital, user
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INTRODUCCIÓN
El cuidado humanizado en enfermería constituye una filosofía central en la práctica de
los profesionales de la salud, orientando su enfoque hacia una atención integral y respetuosa. Este
paradigma reconoce y valora al paciente en su totalidad, abordando no solo sus necesidades
físicas, sino también sus dimensiones emocionales, sociales y espirituales. En entornos
hospitalarios, donde los pacientes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad y fragilidad
debido a sus condiciones de salud, la humanización del cuidado se convierte en un elemento
crucial para optimizar tanto la experiencia del paciente como los resultados clínicos.
La teoría del cuidado humano de Jean Watson enfatiza un enfoque holístico y compasivo
de la enfermería, centrándose en las necesidades emocionales, espirituales y físicas de los
pacientes. Esta teoría aboga por una relación de cuidado entre enfermeras y pacientes, con el
objetivo de crear un entorno curativo que fomente la confianza, el respeto y la conexión emocional
(Florentin, 2023).
La naturaleza de la atención hospitalaria implica que los pacientes atraviesan momentos
de incertidumbre y ansiedad, lo que puede afectar su proceso de recuperación. En este contexto,
el enfoque humanizado no solo proporciona un alivio a sus preocupaciones, sino que también
fomenta un ambiente donde se sienten escuchados, comprendidos y valorados. Este tipo de
atención se traduce en una experiencia más positiva para el paciente, lo que puede influir en su
adherencia al tratamiento y, en consecuencia, en su recuperación.
La enfermería, en particular, juega un papel esencial en la implementación del cuidado
humanizado. Los profesionales de la salud son los encargados de crear un ambiente de confianza
y respeto con los usuarios, su responsabilidad va más allá de la simple administración de
tratamientos y medicamentos; implica también reconocer la singularidad de cada individuo y
actuar con empatía y sensibilidad ante sus preocupaciones. Este cuidado humanizado no solo
implica entender las necesidades físicas del paciente, sino también ser capaces de identificar y
atender sus inquietudes emocionales y sociales.
Un aspecto básico del cuidado humanizado es el respeto por la dignidad y los derechos
humanos de cada persona. Cada persona tiene su propia historia, cultura y valores que influyen
en su experiencia de enfermedad y atención y es lo que permite a los profesionales de la salud
personalizar su enfoque, adaptando las intervenciones a las preferencias y necesidades del
paciente. Este enfoque centrado en la persona promueve un cuidado más efectivo y satisfactorio,
que no solo se limita a tratar enfermedades, sino que también contribuye al mejoramiento
biológico e integral del individuo.
Además, la humanización del cuidado tiene implicaciones significativas en la calidad de
la atención general. Algunos estudios han demostrado que los pacientes que perciben un trato
humanizado experimentan niveles más altos de satisfacción y bienestar, lo que puede resultar en
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 1721
una mejor experiencia hospitalaria y un impacto positivo en su salud (Meneses-La-Riva et al.,
2021; Wang et al., 2023).
La enfermería, al adoptar este paradigma, no solo mejora la calidad del cuidado, sino que
también potencia su desarrollo profesional y personal, al permitirles conectar de manera más
profunda con los usuarios. Esta disciplina es una de las profesiones más directamente
involucradas en el cuidado continuo de los pacientes, por lo que tiene una responsabilidad esencial
en la implementación de un enfoque humanizado que respete la dignidad y los derechos humanos
de cada persona (Cunha et al., 2020).
Esta investigación toma como base la percepción de los pacientes usuarios de diferentes
servicios para evaluar cómo el personal de enfermería aplica este enfoque en su práctica diaria y
determinar qué factores pueden influir en la calidad del cuidado brindado. El análisis se enmarca
en un contexto más amplio, donde se reconoce que la atención sanitaria no puede limitarse solo a
tratar enfermedades físicas, sino que debe abordar integralmente las necesidades humanas de los
pacientes, generando una relación empática y respetuosa entre el profesional de enfermería y
quienes reciben sus cuidados.
En la actualidad, la práctica de la enfermería enfrenta múltiples desafíos que trascienden
las competencias técnicas y científicas. Uno de los retos más significativos es el aumento en las
expectativas de los pacientes en cuanto al trato que reciben. Los usuarios de los sistemas de salud
no solo buscan eficiencia en la atención médica, sino que también anhelan un enfoque que
reconozca su humanidad, proporcionando seguridad emocional y respeto, especialmente en
situaciones de vulnerabilidad. Este enfoque, conocido como "cuidado humanizado", permite a los
profesionales de la salud, y en particular a los enfermeros, atender las necesidades
multidimensionales de los pacientes de manera integral (Watson et al., 2018).
El cuidado humanizado se ha posicionado como un elemento clave en la calidad de los
servicios de salud, especialmente en el ámbito hospitalario. Diferentes estudios han evidenciado
que los pacientes que perciben un trato humanizado durante su estancia hospitalaria experimentan
una mejora significativa en su satisfacción y bienestar general, lo que contribuye a una
recuperación más efectiva (Monje V. et al., 2018). Sin embargo, en la práctica diaria, existen
diversas barreras que dificultan la implementación de este tipo de atención, entre las cuales
destacan la falta de personal capacitado, las cargas laborales excesivas y las limitaciones en los
recursos institucionales.
Este estudio es particularmente relevante en la región sur de Ecuador, que enfrenta una
creciente demanda de atención médica de calidad. La percepción de los pacientes sobre la calidad
del cuidado humanizado que reciben se presenta como un indicador crucial para evaluar la
eficiencia del servicio de enfermería y determinar áreas de mejora. Al identificar estas áreas, se
podrán proponer intervenciones específicas, como programas de capacitación continua para el
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personal de enfermería o la implementación de políticas institucionales que favorezcan un entorno
laboral más propicio para la práctica del cuidado humanizado.
A nivel macro, la investigación se alinea con los objetivos de desarrollo sostenible
propuestos por la Agenda 2030 (Organización de las Naciones Unidas, 2018), particularmente el
objetivo 3, que promueve el bienestar y la salud para todos desde el punto de vista de la
responsabilidad disciplinar de la Ciencia Enfermera (Rosa et al., 2020).
El concepto de cuidado humanizado ha sido desarrollado ampliamente en la literatura de
enfermería, destacándose como un pilar fundamental para la práctica de la profesión. Autores
como Watson citado por (Gunawan et al., 2022) a través de su Teoría del Cuidado Humano, han
argumentado que el cuidado debe basarse en la relación humana y en el reconocimiento de la
dignidad inherente a cada persona. Watson sostiene que el éxito de cualquier intervención clínica
depende en gran medida de la relación que el profesional de enfermería establece con sus
pacientes, una relación que debe estar fundamentada en el respeto, la empatía y el compromiso
hacia el bienestar integral del ser humano.
El cuidado humanizado implica que el personal de enfermería se esfuerce por comprender
al paciente no solo como un cuerpo que requiere tratamiento, sino como un ser humano integral
que tiene necesidades emocionales, sociales y espirituales. En esta línea, estudios previos han
destacado que la percepción de los pacientes sobre la calidad del cuidado humanizado tiene un
impacto directo en su satisfacción general y en los resultados de su tratamiento.
En el servicio de hospitalización el cuidado humanizado adquiere una especial relevancia
debido a la naturaleza compleja de los casos atendidos. Los pacientes hospitalizados suelen
enfrentarse a problemas de salud graves o crónicos que requieren no solo atención médica
constante, sino también apoyo emocional y social durante su estancia. En este contexto, el
personal de enfermería tiene un papel crucial, ya que es el encargado de proporcionar un cuidado
integral que aborde tanto las necesidades clínicas como el bienestar emocional y espiritual de los
pacientes.
Sin embargo, uno de los principales obstáculos para garantizar un cuidado humanizado
de calidad en este hospital es la falta de personal suficiente, lo que incrementa la carga de trabajo
de los enfermeros. Esta situación puede derivar en una atención menos personalizada y en la
dificultad de establecer una relación empática con cada paciente. Además, las condiciones
laborales, como el estrés y la falta de apoyo institucional, pueden contribuir a que los
profesionales de enfermería no puedan aplicar de manera efectiva el enfoque humanizado en su
práctica diaria.
Este estudio busca identificar las áreas donde se deben implementar mejoras, tanto en
términos de capacitación del personal como en las condiciones laborales, para asegurar que el
cuidado humanizado se mantenga como un estándar de calidad en la atención hospitalaria.
Además, se analizarán los factores sociodemográficos que puedan influir en la percepción de los
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 1723
pacientes, como la edad, el género, el nivel educativo y la procedencia geográfica, con el fin de
comprender mejor las dinámicas que influyen en la experiencia de hospitalización.
La atención humanizada en enfermería es un componente fundamental para el bienestar
de los pacientes hospitalizados y su proceso de recuperación. A través de un enfoque que integra
el respeto, la empatía y la consideración por la individualidad del paciente, se logra no solo
mejorar la experiencia de atención, sino también favorecer la adherencia a los tratamientos y
acelerar el proceso de curación. Al reconocer y responder a las necesidades emocionales y
psicológicas de los pacientes, los profesionales de enfermería pueden contribuir
significativamente a crear un ambiente de sanación, donde la dignidad y el valor de cada individuo
sean prioridad. En última instancia, la atención humanizada no solo transforma la práctica de la
enfermería, sino que también establece un estándar esencial para el cuidado en el ámbito de la
salud.
Ante todo lo descrito anteriormente surge la siguiente hipótesis de investigación alterna
o de investigación fue: Existen diferencias estadísticamente significativas sobre la percepción del
cuidado humanizado según el género, la edad y los servicios hospitalarios.
La percepción del cuidado humanizado varía de acuerdo al género, edad y servicios hospitalarios.
MATERIALES Y MÉTODOS
Tipo de investigación
La investigación es de tipo observacional, debido a que no se ejecutó el control de las
variables, estás fueron registradas con base en la respuesta registrada por cada paciente
participante, es cuantitativa porque los resultados fueron contabilizados mediante un método
estadístico particular, transversal debido a que los datos fueron recolectados durante el periodo
de tiempo desde el 2 hasta el 21 de septiembre de 2024 y se analítica porque las decisiones
tomadas fueron con base en los resultados del análisis estadístico aplicado. Se aplicó el
instrumento de recolección de datos denominado PCHE 3A VERSIÓN 3a versión (González-
Hernández, 2015).
Población
La población la conformaron todos los pacientes hospitalizados durante el periodo desde
el 2 hasta el 21 de septiembre de 2024, entre hombres y mujeres clasificados por ciclos de vida
en, Adultos(as) distribuidos en las diferentes áreas de hospitalización, tales como: Medicina
Interna (n= 52), Cirugía General (n= 52) Ginecología y Obstetricia (n= 52), de un hospital público
ubicado al sur de Ecuador.
Muestra
La muestra de pacientes participantes del estudio fueron 156, que se encontraban hospitalizados
durante el periodo desde el 2 hasta el 21 de septiembre de 2024. Esta muestra fue no probabilística
debido a que no se aplicó ningún método de muestreo aleatorizado para seleccionar los pacientes,
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el método aplicado fue el muestreo por cuotas. Se identificó la población de interés y fueron
definidos los grupos (estratos) de donde podrían ser seleccionados los pacientes, como medicina
interna, medicina general, ginecología y obstetricia. De cada estrato fueron seleccionados 52
pacientes que se encontraban en condiciones de realizar el llenado del cuestionario y que además
manifestaron querer participar en el estudio. De esta forma se conformó una muestra no
probabilística por cuotas de tamaño 156.
Tipo de recolección de datos
El Cuestionario de Percepción del Cuidado Humanizado en Enfermería (PCHE 3A
VERSIÓN 3a versión), es una herramienta diseñada para evaluar la percepción del cuidado
humanizado ofrecido por el personal de enfermería. El cuestionario se compone de 32 ítems,
distribuidos en tres dimensiones que abordan diferentes aspectos del cuidado humanizado.
La primera dimensión, titulada "Cualidades del hacer de enfermería", cuenta con 7
preguntas. Esta sección evalúa la interacción entre los profesionales de enfermería y los pacientes,
con un enfoque en la empatía, el respeto, la amabilidad y la comunicación efectiva. Se centra en
la calidad del trato interpersonal que los pacientes perciben.
La segunda dimensión, denominada "Apertura a la comunicación enfermera(o) -
paciente", incluye 8 ítems. Esta categoría se refiere a la apertura por parte de quien brinda el
cuidado (enfermera)(o) a un proceso dinámico, fundamental para el crecimiento, el cambio y la
conducta, que permiten la interacción con el sujeto de cuidado (paciente) a través de habilidades
comunicativas que posibilitan la transmisión de una realidad y la interacción con la misma. Esta
apertura se orienta a la escucha activa, el dialogo, a la presencia y la comprensión de quien es
cuidado.
Finalmente, la tercera dimensión, llamada "Disposición para la atención", está compuesta
por 17 ítems. Se refiere a la disposición que surge de ser solicitado por el sujeto de cuidado, que
no se limita a un acto de observar, sino que requiere en una inmersión en su realidad para descubrir
sus necesidades y fortalecer el vínculo que los une en el cuidado.
La valoración global de la percepción sobre el cuidado humanizado se describe en la tabla
1.
Tabla 1
Rangos de percepción sobre el cuidado humanizado
Categorías Percepción
Rango (puntos)
Nunca
32 – 56
Algunas veces
57 – 80
Casi siempre
81 – 104
Siempre
105 - 128
Fuente: Monje V. et al., (2018)
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En términos de confiabilidad, el PCHE 3a versión fue validado en Colombia, un contexto
cercano y similar al ecuatoriano. Reporta una validez de consistencia interna de índice de acuerdo
de 0,92 y un índice de validez de contenido de 0,98 por el grupo de expertos. En el análisis
factorial, se obtuvo una prueba de KMO de 0,956 y una prueba de esfericidad de Bartlett de 0,0
(González-Hernández, 2015).
La recolección de la información se realizó mediante la técnica del cuestionario de
manera presencial y los encuestadores incorporaron los datos a un formulario digital de Google
Forms. El procesamiento de los datos se sistematizó mediante el aplicativo Jamovi de acceso libre
versión 2.5.5 (de la Torre Rodríguez et al., 2023). La estadística descriptiva se presentó en tablas
mediante frecuencias simple, porcentajes media, desviación estándar e intervalo de confianza.
La hipótesis alterna o de investigación fue: Existen diferencias estadísticamente
significativas sobre la percepción del cuidado humanizado según el género, la edad y los servicios
hospitalarios. Para la prueba de hipótesis se procesó con el estadígrafo Chi Cuadrado (χ²) con
corrección de continuidad debido a la cantidad de la muestra por servicio para prevenir casillas
con valores de cinco o menos en la tabla de contingencia, el nivel de error para la significancia
estadística fue < 0,05 como se recomienda en los estudios en ciencias de la salud (Hernández-
Sampieri & Mendoza, 2018). Para el análisis inferencial se agruparon las categorías nunca y
algunas veces y casi siempre y siempre.
Consideraciones bioéticas
Los criterios de inclusión: fueron: Pacientes de las áreas de hospitalización indicadas, que
contestaron voluntariamente y que firmaron el consentimiento informado. Se e excluyeron
pacientes que presentaran alteraciones mentales, incapacitados para contestar el instrumento por
su estado de salud (dolor, dificultad para respirar, inconsciente), que no tuvieran la habilidad para
leer y/o escribir, así como menores de edad según lo contempla las leyes de Ecuador.
Por otro lado, es importante destacar que este trabajo de investigación fue aprobado por
el Comité de Ética de Investigación en Seres Humanos de la Universidad de Cuenca, cuyo código
asignado fue CEISH-UC-2024-011EO-IE. De esta manera se garantiza los principios de la
Declaración de Helsinki en su versión más reciente (Asociación Médica Mundial, 2013).
RESULTADOS
Tabla 2
Variables demográficas
Variables
Frecuencia
Porcentaje
Género
Hombre
60
38,5 
Mujer
96
61,5 
Grupos de edad
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Adolescente
17
10,9 
De 20 a 34 años
57
36,5 
De 35 a 49 años
29
18,6 
De 50 a 64
29
18,6 
De 65 y mas
24
15,4 
En cuanto a las variables demográficas (tabla 2), se observa una mayoría de participantes
femeninas (61,5%) y una predominancia del grupo de edad de 20 a 34 años (36,5%). Estos datos
sugieren que la percepción del cuidado humanizado podría estar influenciada por una población
mayoritariamente femenina y relativamente joven en vista de que el casi la mitad de los
encuestados son adolescentes o tienen menos de 35 años. Es importante destacar que este
predominio es mayor porque el servicio de ginecobstetricia representa el 33,4% de la muestra.
Tabla 3
Percepción del usuario sobre los comportamientos de cuidado humanizado
Dimensiones
Percepción
Cualidades del
hacer de
enfermería
Disposición
para la
atención
Global
Nunca
1,9 
4,5 
3,8 
Algunas Veces
21,2 
17,3 
21,8 
Casi siempre
23,1 
30,8 
28,2 
Siempre
53,8 
47,4 
46,2 
Media
25,9
62,1
117
DE
2,53
5,61
10,5
IC
25,5 - 26,3
61,3 - 63,0
115 - 118
Tendencia
Casi siempre
Casi siempre
Casi siempre
La percepción general de los usuarios sobre los comportamientos de cuidado humanizado
es notablemente positiva. En todas las dimensiones evaluadas (Cualidades del hacer de
enfermería, Apertura a la comunicación enfermera(o)-paciente y Disposición para la atención, y
Global), la respuesta "Siempre" obtuvo los porcentajes más altos, oscilando entre el 46,2% y el
53,8% (tabla 3). Esto indica que una gran proporción de los usuarios percibe constantemente
comportamientos de cuidado humanizado por parte del personal de enfermería. Los valores
medios, la dispersión de los datos y el intervalo de confianza representa una tendencia homogénea
respecto a la percepción.
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Tabla 4
Estadísticos descriptivos de edad y número de días hospitalizados
Variable
Media
Mediana
Moda
Desv Est
Mínimo
Máximo
Edad
41,52
36,00
27
20,606
12
90
Días de hospitalización
4,41
3,00
2
4,092
1
23
Tabla 5
Estadísticos descriptivos de los niveles de percepción por área de hospitalización y en forma
general
IC del 95%
Áreas de
Hospitalización
Media
Desv Std
Error Std
Li
Ls
Mínimo
Máximo
Obstetricia y
Genecología
122,48
8,815
1,222
120,03
124,93
82
128
Medicina interna
114,98
12,352
1,713
111,54
118,42
60
128
Cirugía general
111,21
9,243
1,282
108,64
113,78
79
128
Total
116,22
11,223
0,899
114,45
118,00
60
128
Análisis de varianza de una vía (ANOVA) para determinar si el efecto del área de hospitalización
es estadísticamente significativo. Previo a su aplicación se determinó si los puntajes de percepción
se ajustan a la distribución de probabilidad normal y si presentan el mismo nivel de variabilidad.
En relación con el supuesto de normalidad se aplicó el test de Shapiro-Wilk obteniendo para cada
caso que el valor de probabilidad p es menor que 0,05 (p < 0,05), lo que implica que los niveles
de percepción para cada área de hospitalización no tienen buen ajuste a la distribución de
probabilidad normal. En relación con el supuesto de igualdad de varianzas, se aplicó el test de
Levene, obteniendo un valor de probabilidad p igual a 0,197 (p = 0,197 > 0,05), lo que implica
que las varianzas de los niveles de percepción para cada área de hospitalización son la misma.
Por consiguiente, es aplicable el ANOVA de una vía, obteniendo,
Tabla 3
Aplicación del AN0VA de una vía
Fuente de Variación
SC
gl
CM
Valor F
Valor p
Entre áreas de hospitalización
3422,513
2
1711,256
16,262
p < 0,0001
Dentro de las áreas
16100,635
153
105,233
Total
19523,147
155
Tenemos que p < 0,0001, lo que implica que se rechaza la hipótesis nula de igualdad de medias
de niveles de percepción entre las diferentes áreas de hospitalización. Ahora bien, para determinar
cuál de las áreas de hospitalización marca las verdaderas diferencias en cuanto a los niveles de
percepción de cada una, se aplicó la prueba posterior al rechazo de la hipótesis nula, diferencia
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mínima significativa, donde se establecen comparaciones por pares de área de hospitalización.
Obteniendo,
Tabla 4
Diferencia mínima significativa entre pares de áreas de hospitalización
Áreas de Hospitalización
Diferencia
Error
Valor
IC del 95%
de medias
estándar
p
Li
Ls
Obstetricia,
Genecología
Medicina interna
7,500*
2,012
< 0,001
3,53
11,47
Cirugía general
11,269*
2,012
< 0,001
7,29
15,24
Medicina interna
Obstetricia,
Genecología
-7,500*
2,012
< 0,001
-11,47
-3,53
Cirugía general
3,769
2,012
0,063
-,21
7,74
Cirugía general
Obstetricia,
Genecología
-11,269*
2,012
< 0,001
-15,24
-7,29
Medicina interna
-3,769
2,012
0,063
-7,74
0,21
*. La diferencia de medias es significativa en el nivel 0,05.
Una vez rechazada la hipótesis nula de igualdad de medias de los niveles de percepción por área
de hospitalización, se aplicó el test de diferencia mínima significativa (DMS) para determinar
entre qué pares de áreas de hospitalización existen tales diferencias y son estadísticamente
significativas. Al establecer las comparaciones por pares se tiene que,
1. Obstetricia ginecológica versus Medicina interna: la diferencia de medias en ambas áreas
es igual a 7,50 con un error estándar de 2,012. La probabilidad p es menor a 0,0001 (p <
0,0001), lo que implica que entre los niveles de percepción media para ambas áreas de
hospitalización existen diferencias estadísticamente significativas. Además, el intervalo
de confianza del 95% para la diferencia de medias no contiene el cero y es completamente
positivo, lo que significa que los niveles de percepción de los pacientes recluidos en
obstetricia y genecología son superiores que los niveles de percepción de los pacientes
recluidos en medicina interna.
2. Obstetricia ginecológica versus Cirugía general: la diferencia de medias en ambas áreas
es igual a 11,27 con un error estándar de 2,012. La probabilidad p es menor a 0,0001 (p
< 0,0001), lo que implica que entre los niveles de percepción media para ambas áreas de
hospitalización existen diferencias estadísticamente significativas. Además, el intervalo
de confianza del 95% para la diferencia de medias no contiene el cero y es completamente
positivo, lo que significa que los niveles de percepción de los pacientes recluidos en
obstetricia y ginecología son superiores que los niveles de percepción de los pacientes
recluidos en cirugía general.
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 1729
3. Medicina interna versus obstetricia y ginecología es equivalente a obstetricia y
ginecología versus medicina interna, mostrada en el inciso (1).
4. Medicina interna versus Cirugía general: la diferencia de medias en ambas áreas es igual
a 3,77 con un error estándar de 2,012. La probabilidad p es igual a 0,063 (p = 0,063 >
0,05), lo que implica que entre los niveles de percepción media para ambas áreas de
hospitalización no existen diferencias estadísticamente significativas. Además, el
intervalo de confianza del 95% para la diferencia de medias contiene el cero, lo que
significa que los niveles medios de percepción de los pacientes recluidos en medicina
interna son iguales que los niveles de percepción de los pacientes recluidos en cirugía
general.
Luego, se aplicó el estadístico Chi-cuadrado de Pearson para determinar si la proporción (o
porcentaje) de respuesta era equivalente por área de hospitalización y dimensión del cuestionario
aplicado, obteniendo,
Tabla 5
Percepción de comportamientos de cuidado humanizado de los usuarios por servicios
Dimensiones
Cualidades del
hacer de
enfermería
Apertura a la
Comunicación
enfermera(o)-
paciente
Global
Servicios
Nunca - algunas
veces
Casi siempre -
siempre
Nunca - algunas
veces
Casi siempre -
siempre
Nunca - algunas
veces
Casi siempre -
siempre
Nunca - algunas
veces
Casi siempre -
siempre
Cirugía General
21
31
14
38
22
30
23
29
Ginecología y
Obstetricia
4
48
6
46
4
48
5
47
Medicina Interna
11
41
15
37
8
44
12
40
χ² con corrección de
continuidad
15,8
5,38
16,6
p
< ,001
0,068
< ,001
Según la tabla 5, la percepción por servicios se evidencia que Ginecología y Obstetricia
destaca con la percepción más alta de comportamientos de cuidado humanizado, con un 48% de
respuestas en la categoría "Casi siempre - siempre". Le siguen Medicina Interna (44%) y Cirugía
General (31%). De manera general en las tres de las dimensiones, la percepción se ubica en la
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categoría casi siempre. Las diferencias en los valores promedio y de la desviación estándar se
observan diferencias que reflejan variaciones en la percepción sobre las prácticas de cuidado entre
los diferentes servicios o en las expectativas de los pacientes en cada área.
En cuanto a los servicios hospitalarios, se encontraron diferencias estadísticamente
significativas en la percepción del cuidado humanizado entre los diferentes servicios en las
dimensiones "Cualidades del hacer de enfermeria" (χ² = 15.8, p < 0.001), " Apertura a la
Comunicación enfermera(o)-paciente" (χ² = 20.2, p < 0.001) y en la percepción global (χ² = 16.6,
p < 0.001). No se encontraron diferencias significativas en la dimensión " Disposición para la
atención" (χ² = 5.38, p = 0.068).
Tabla 6
Percepción de comportamientos de cuidado humanizado de los usuarios por género. Porcentajes
Dimensiones
Cualidades
del hacer de
enfermería
Apertura a la
Comunicación
enfermera(o)-
paciente
Disposición para
la atención
Global
Género
Nunca - algunas
veces
Casi siempre -
siempre
Nunca - algunas
veces
Casi siempre -
siempre
Nunca - algunas
veces
Casi siempre -
siempre
Nunca - algunas
veces
Casi siempre -
siempre
Hombre
22
38
18
42
20
40
27
33
Mujer
14
82
17
79
14
82
13
83
χ² con corrección de
continuidad
8,94
3,21
6,56
17,6
p
0,003
0,073
0,010
< ,001
La percepción del cuidado humanizado muestra una marcada diferencia por género (tabla
6). Las mujeres reportan una percepción mucho más positiva, con un 82-83% de respuestas en la
categoría "Casi siempre - siempre" en todas las dimensiones. En contraste, los hombres muestran
porcentajes más bajos, entre 38-42% en la misma categoría.
Esta disparidad podría sugerir diferencias en las expectativas o experiencias de cuidado
entre hombres y mujeres. En ese sentido, se encontraron diferencias estadísticamente
significativas en la percepción del cuidado humanizado entre hombres y mujeres en las
dimensiones "Cualidades del hacer de enfermeria" (χ² = 8.94, p = 0.003), "Apertura a la
comunicación enfermera(o)-paciente" (χ² = 6.56, p = 0.010) y en la percepción global (χ² = 17.6,
p < 0.001). No se encontraron diferencias significativas en la dimensión "Disposición para la
atención" (χ² = 3.21, p = 0.073).
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 1731
Tabla 7
Percepción de comportamientos de cuidado humanizado de los usuarios por grupos de edad.
Porcentajes
Dimensiones
Cualidades
del hacer de
enfermería
Apertura a la
Comunicación
enfermera(o)-
paciente
Disposición para
la atención
Global
Edad
Nunca - algunas
veces
Casi siempre -
siempre
Nunca - algunas
veces
Casi siempre -
siempre
Nunca - algunas
veces
Casi siempre -
siempre
Nunca - algunas
veces
Casi siempre -
siempre
Adolescente (18-19
años)
5
12
3
14
3
14
4
13
De 20 a 34 años
13
44
13
44
12
45
13
44
De 35 a 49 años
3
26
8
21
4
25
4
25
De 50 a 64
10
19
4
25
8
21
10
19
De 65 y mas
5
19
7
17
7
17
9
15
χ² con corrección de
continuidad
5,23
2,54
2,62
5,37
p
0,265
0,073
0,624
0,251
Al examinar la percepción por grupos de edad en la tabla 7, se observa que el grupo de
20 a 34 años tiene la percepción más alta de comportamientos de cuidado humanizado, con 44-
45% de respuestas en la categoría "Casi siempre - siempre" en todas las dimensiones. Las personas
de 35 a 49 años siguen con 25-26% en la mayoría de las dimensiones. Estos resultados podrían
indicar que los adultos jóvenes tienen una percepción más positiva del cuidado humanizado en
comparación con otros grupos de edad.
Con relación a la edad, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en
la percepción del cuidado humanizado entre los diferentes grupos en ninguna de las dimensiones
ni en la percepción global. Los valores de χ² oscilaron entre 2.54 y 5.37, con valores p entre 0.073
y 0.624, todos por encima del nivel de significancia establecido.
DISCUSIÓN
La satisfacción del usuario es un indicador clave de la calidad del servicio en el sector
salud, y la percepción del cuidado humanizado juega un papel fundamental en la formación de
dicha satisfacción. La investigación demostró que los pacientes perciben casi siempre” un
cuidado humanizado en las tres dimensiones evaluadas (Cualidades del hacer de enfermería,
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 1732
Apertura a la comunicación enfermera(o)-paciente y Disposición para la atención). Sin embargo,
la percepción varía entre los diferentes servicios hospitalarios y géneros. Esto plantea la necesidad
de diseñar estrategias diferenciadas para abordar las expectativas de los usuarios según el servicio
donde son atendidos (Goenka et al., 2024).
La percepción general del cuidado humanizado en el hospital público estudiado fue
notablemente positiva, con la mayoría de los usuarios reportando que "siempre" experimentan
comportamientos de cuidado humanizado por parte del personal de enfermería. Esto sugiere que,
en general, el personal de enfermería está logrando proporcionar un cuidado centrado en el
paciente y sus necesidades individuales.
Al respecto, una manera de alcanzar mejores percepciones puede ser con la
implementación de la metodología en la humanización de la atención a las personas, la reducción
de la angustia y la mejora de la aceptación de la atención entre los pacientes (de Melo et al., 2019).
En cuanto a las diferencias entre servicios hospitalarios, se encontraron diferencias
estadísticamente significativas en la percepción del cuidado humanizado en las dimensiones
Cualidades del hacer de enfermería, Disposición para la atención y en la percepción global. El
servicio de Ginecología y Obstetricia destacó con la percepción más alta de comportamientos de
cuidado humanizado. Estas diferencias podrían atribuirse a factores como la naturaleza del
servicio, la carga de trabajo del personal, o las expectativas específicas de los pacientes en cada
área.
En una investigación en Colombia, 96,69 % (n: 121) percibió solo algunas veces una
relación de cuidado humanizado en el personal de enfermería de la institución que la atendió
durante su trabajo de parto y parto seguido de 88,42 % que lo percibió casi siempre y de las tres
dimensiones del instrumento: cualidades del hacer de enfermería obtuvo el mayor porcentaje en
la categoría de siempre con 75,20 % (Campiño-Valederrama et al., 2019). Sin embargo un estudio
realizado en Cuba aplicado en un servicio de obstetricia reportó cifras similares (Borges Damas
et al., 2021). Por otro lado, otra investigación sobre el cuidado humanizado de enfermería en
pacientes quirúrgicos de un hospital público en Perú encontró resultados semejantes (Urure
Velazco et al., 2024) y en Ecuador (Arcentales Lema et al., 2021).
Desde la perspectiva de los profesionales de enfermería, una buena comprensión de lo
que abarca y supone la atención humanizada. Sin embargo, se enfrentan a barreras organizativas,
principalmente la falta de personal, la carga de tareas administrativas, entornos físicos o equipos
inadecuados y poco apoyo gerencial (Guillaumie et al., 2022).
Se observaron diferencias significativas en la percepción del cuidado humanizado entre
hombres y mujeres en las dimensiones Cualidades del hacer de enfermería, Disposición para l
atención y en la percepción global. Las mujeres reportaron una percepción mucho más positiva
que los hombres en todas las dimensiones. Esta disparidad podría deberse a diferencias en las
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 1733
expectativas o experiencias de cuidado entre géneros, o podría estar influenciada por la alta
proporción de mujeres en el servicio de Ginecología y Obstetricia.
El hecho de que el servicio de Ginecología y Obstetricia haya mostrado las percepciones
más altas de cuidado humanizado puede deberse a la naturaleza del trabajo en este servicio, donde
las necesidades emocionales y psicológicas de las pacientes, en situaciones relacionadas con la
maternidad y la salud reproductiva, son básicas. Este resultado sugiere que un enfoque más
empático y personalizado podría replicarse en otros servicios, como Cirugía General, donde la
percepción fue más baja. La integración de este enfoque podría mejorar la calidad del cuidado en
todos los servicios, alineándose con los objetivos de salud pública de ofrecer una atención integral
que responda a las necesidades multidimensionales de los pacientes.
Contrariamente a lo esperado, no se encontraron diferencias estadísticamente
significativas en la percepción del cuidado humanizado entre los diferentes grupos de edad. Esto
sugiere que la edad no es un factor determinante en cómo los pacientes perciben el cuidado
humanizado en este hospital. Resultados similares fueron reportados en Chile (Monje V. et al.,
2018) Al igual que el presente el estudio confirma que la esencia de la Enfermería es proporcionar
cuidados humanizados, oportunos y de calidad.
Sin embargo, las cualidades del hacer de enfermería son fundamentales para garantizar
una atención de calidad a los pacientes. Entre las más relevantes se encuentran la empatía, que
permite comprender el dolor y sufrimiento de los pacientes; habilidades de comunicación,
esenciales para establecer relaciones efectivas y estabilidad emocional, necesaria para manejar
situaciones críticas.
Además, la responsabilidad es crucial, ya que los enfermeros deben ser conscientes de la
importancia de su labor en la salud de los pacientes. La atención al detalle es vital para evitar
errores en la administración de tratamientos, mientras que la flexibilidad y resistencia física son
importantes debido a la naturaleza demandante del trabajo. También se requiere capacidad para
resolver problemas rápidamente y una buena organización para manejar múltiples tareas.
Finalmente, una fuerte vocación de servicio es esencial para quienes eligen esta profesión, ya que
los enfermeros desempeñan un papel clave en el bienestar diario de sus pacientes (Cao et al.,
2023).
La provisión de cuidados cálidos y humanos por parte de los profesionales de enfermería
supera la mera vigilancia del estado físico o biológico, ya que ofrece apoyo y acompañamiento a
las personas cuya vida cotidiana se ha visto interrumpida por problemas de salud. Este enfoque
ayuda a los pacientes a afrontar mejor el proceso de enfermedad y recuperación. La atención de
enfermería basada en la Teoría del Cuidado Humano de Watson reduce eficazmente la ansiedad
y la angustia y aumenta los estilos de afrontamiento positivos bajo ciertas circunstancias (Ozan
& Okumuş, 2017).
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 1734
En cuanto a las oportunidades de mejora, las estrategias de humanización encontradas en
una revisión integrativa reciente ofrecen apoyo para que los profesionales y directivos puedan
multiplicar buenas prácticas de humanización con el fin de ampliar y mejorar su realidad, sin
embargo, cabe señalar que al crearlas se debe conocer y respetar la particularidad de las
instituciones en las que se encuentra en funcionamiento, de modo que sea posible comparar y
evaluar si el uso resultará en beneficios y efectividad (Ferreira et al., 2021).
En cuanto a las intervenciones de capacitación en habilidades de comunicación, otra
revisión exhaustiva de la literatura concluye que también son prometedoras para mejorar la
relación de las enfermeras con los pacientes y sus familias, pero su impacto directo es difícil de
medir debido a que las herramientas de medición de resultados no están estandarizadas (Kerr
et al., 2020).
Hoy más que nunca, priorizar al sujeto (cliente, usuario) es una tarea impostergable.
Sobre el tema, la Declaración de Astaná, resultado de la Conferencia Mundial sobre Atención
Primaria de Salud, estatuyó que un enfoque centrado en las personas debe responder a las
necesidades, preferencias y expectativas de las personas. También aboga por un enfoque
integrado e interactivo, donde los pacientes no solo sean receptores, sino también copartícipes
activos en el diseño y la prestación de los servicios de salud. (Fondo de las Naciones Unidas para
la Infancia, 2018).
El estudio resalta también la importancia de abordar las limitaciones organizativas que
pueden afectar la implementación del cuidado humanizado. La falta de personal, la sobrecarga de
trabajo y la escasez de recursos materiales en algunos servicios pueden exceder la capacidad de
los profesionales para ofrecer un cuidado más personalizado. Este es un desafío importante tanto
en el contexto local como global, y se ha documentado en diversas investigaciones que la
sobrecarga laboral afecta directamente la capacidad de los profesionales de salud para establecer
una relación empática y cercana con los pacientes.
Desde la perspectiva de la salud pública, la humanización del cuidado facilita el
fortalecimiento del sistema de salud, dado que impacta directamente en la experiencia de los
pacientes, la adherencia a los tratamientos y los resultados clínicos. El hallazgo de que el género
y los servicios hospitalarios influyen significativamente en la percepción del cuidado humanizado
refuerza la necesidad de implementar políticas públicas que promuevan la equidad en la atención.
Esto incluye la capacitación constante del personal de enfermería en habilidades interpersonales,
sensibilidad cultural y empatía para mejorar la interacción con los pacientes, independientemente
de su género o servicio.
Los hallazgos de esta investigación aportan información valiosa sobre la percepción del
cuidado humanizado en un contexto hospitalario específico en Ecuador. Los resultados pueden
ser útiles para identificar áreas de mejora en los servicios hospitalarios y para desarrollar
estrategias que fomenten un cuidado más humanizado y centrado en el paciente.
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 1735
Por otro lado, los resultados podrían ser útiles para diseñar programas de capacitación
dirigidos a mejorar las competencias comunicativas y la sensibilidad cultural del personal de
enfermería, así como para reforzar la importancia de un entorno de trabajo favorable que
promueva un cuidado más empático y personalizado.
Una de las principales limitaciones de este estudio es la distribución desigual de la
muestra entre los servicios, con una sobrerrepresentación del servicio de Ginecología y
Obstetricia (33.4% de la muestra). Esto podría haber sesgado los resultados, especialmente en lo
que respecta a las diferencias de género. Además, el estudio se realizó en un solo hospital público,
lo que limita la generalización de los resultados a otros contextos hospitalarios o regiones de
Ecuador.
CONCLUSIONES
La investigación confirmó parcialmente la hipótesis alterna, encontrando diferencias
estadísticamente significativas en la percepción del cuidado humanizado en función del género y
de los servicios hospitalarios, pero no según la edad. El análisis mostró que las mujeres y los
pacientes del servicio de Ginecología y Obstetricia reportaron percepciones más positivas en
cuanto a la humanización del cuidado en comparación con los hombres y aquellos en otros
servicios. Estas diferencias fueron especialmente marcadas en las dimensiones de "Cualidades del
hacer de enfermería" y "Disposición para la atención", así como en la percepción global del
cuidado, con un nivel de significancia menor a 0.001. Sin embargo, no se encontraron diferencias
significativas en la dimensión de "Apertura a la comunicación enefermera(o)-paciente" ni entre
los distintos grupos de edad.
Los resultados de este estudio sugieren que factores como el género y el tipo de servicio
hospitalario influyen de manera significativa en cómo se percibe el cuidado humanizado, lo que
podría estar relacionado con las expectativas y experiencias propias de los pacientes en cada área.
El servicio de Ginecología y Obstetricia presentó los niveles más altos de percepción positiva,
posiblemente debido a la naturaleza del servicio y las interacciones específicas entre el personal
y los pacientes.
El cuidado humanizado se presenta como un componente fundamental en la mejora de la
atención hospitalaria, no solo por su impacto en la satisfacción del usuario, sino también por sus
implicaciones en la recuperación de los pacientes. La implementación de políticas institucionales
y programas de capacitación que fortalezcan este enfoque puede tener beneficios significativos,
no solo para los pacientes, sino también para los profesionales de la salud, al mejorar su
desempeño y su bienestar emocional en un entorno laboral más favorable.
A nivel institucional, los resultados apuntan a la necesidad de fortalecer las condiciones
laborales y dotar a los hospitales de suficientes recursos humanos y materiales para garantizar una
atención de calidad y centrada en el paciente. Además, la promoción de un ambiente de trabajo
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 1736
favorable podría mejorar la percepción del cuidado humanizado en aquellos servicios donde los
pacientes perciben una menor calidad del cuidado, como Cirugía General.
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 1737
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