Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 2035
https://doi.org/10.69639/arandu.v11i2.393
Aula invertida en el proceso de enseñanza y aprendizaje
Flipped classroom in the teaching and learning process
Gelma Rocío Ordóñez Pardo
gelma585ordonez@outlok.es
https://orcid.org/0009-0000-4314-2779
Universidad Nacional De Loja
Unidad Educativa " Lauro Guerrero Becerra"
Mirta Beatriz Ordóñez Pardo
mbordonezpardo@gmail.com
https://orcid.org/0009-0005-9392-3158
Universidad Nacional De Loja
Unidad Educativa Cariamanga
José Vicente Nagua Godoy
jose.vicente0408@gmail.com
https://orcid.org/0009-0006-4018-2672
Universidad Nacional De Loja
Carmita Nicaela Pineda Ramirez
cp333670@gmail.com
https://orcid.org/0009-0009-8562-2653
Universidad Internacional De La Rioja
Unidad Educativa " Lauro Guerrero Becerra"
Artículo recibido: 20 septiembre 2024 - Aceptado para publicación: 26 octubre 2024
Conflictos de intereses: Ninguno que declarar
RESUMEN
El modelo de aula invertida ha revolucionado el proceso de enseñanza y aprendizaje,
transformando el rol del docente de expositor a facilitador. Esta investigación analiza la
implementación de dicho modelo en el contexto de la educación superior, con un enfoque en las
implicaciones y ventajas para los docentes. La metodología empleada es de tipo bibliográfica,
basada en una revisión de estudios relevantes sobre el aula invertida. Se examinaron diversas
fuentes que abordan cómo este enfoque afecta la práctica docente, la motivación de los estudiantes
y el uso de herramientas tecnológicas. El análisis comparativo permitió identificar los principales
retos y beneficios del modelo. Los resultados evidencian que el aula invertida permite un mejor
aprovechamiento del tiempo en clase, fomentando el aprendizaje autónomo y activo. Los
docentes, aunque enfrentan desafíos en cuanto a la planificación y dominio de las tecnologías, se
benefician de un entorno en el que pueden centrarse más en las necesidades individuales de los
estudiantes. En conclusión, el aula invertida ofrece grandes ventajas al permitir un aprendizaje
más profundo y personalizado, aunque requiere un cambio significativo en las estrategias
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 2036
docentes. La adaptabilidad tecnológica y el seguimiento continuo son esenciales para el éxito de
este modelo.
Palabras clave: aula invertida, enseñanza, aprendizaje, calidad, transformación
ABSTRACT
The flipped classroom model has revolutionized the teaching and learning process, transforming
the role of the teacher from lecturer to facilitator. This research analyzes the implementation of
this model in the context of higher education, focusing on the implications and advantages for
teachers. The methodology employed is bibliographic, based on a review of relevant studies on
the flipped classroom. Several sources that address how this approach affects teaching practice,
student motivation and the use of technological tools were examined. The comparative analysis
made it possible to identify the main challenges and benefits of the model. The results show that
the flipped classroom allows a better use of class time, fostering autonomous and active learning.
Teachers, although facing challenges in terms of planning and mastery of technologies, benefit
from an environment in which they can focus more on the individual needs of students. In
conclusion, the flipped classroom offers great advantages by enabling deeper and more
personalized learning, although it requires a significant change in teaching strategies.
Technological adaptability and continuous monitoring are essential for the success of this model.
Keywords: flipped classroom, teaching, learning, quality, transformation
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licencia Creative Commons Atribution 4.0 International.
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INTRODUCCIÓN
La metodología del aula invertida ha emergido como un enfoque innovador en el proceso
de enseñanza y aprendizaje. Este modelo propone una reorganización del tiempo en clase y en
casa, donde los estudiantes adquieren los conceptos teóricos de manera autónoma fuera del aula,
a menudo a través de materiales digitales, mientras que el tiempo en clase se dedica a actividades
prácticas y colaborativas. Este enfoque busca fomentar una mayor interacción y comprensión
activa de los contenidos. ¿Cómo influye este cambio en la dinámica tradicional del aprendizaje?
Uno de los principales problemas que se enfrenta al implementar el aula invertida es la
resistencia de algunos docentes y estudiantes a adaptar sus roles tradicionales. Los estudiantes,
acostumbrados a recibir pasivamente la información en clase, deben asumir un rol más activo en
su proceso de aprendizaje. Al mismo tiempo, los docentes deben replantear sus métodos de
enseñanza y centrarse más en facilitar la comprensión y aplicación del conocimiento que en
transmitirlo (Sebastián y Padilha, 2023).
En el contexto educativo ecuatoriano, los distritos 11D03 Paltas, 11D04 y 11D06 han sido
identificados como áreas clave para la implementación de innovaciones pedagógicas. La adopción
del modelo de aula invertida en estos distritos presenta una oportunidad significativa para mejorar
el proceso de enseñanza y aprendizaje, al alinear la práctica educativa con las tendencias globales
en pedagogía. Este enfoque, que prioriza la interacción activa durante el tiempo de clase y el
aprendizaje autónomo fuera del aula, puede transformar la manera en que los estudiantes en estas
regiones acceden al conocimiento y desarrollan habilidades críticas. El análisis de la
implementación del aula invertida en estos distritos permitirá evaluar su impacto en la calidad
educativa y la adaptación de los métodos de enseñanza a las necesidades locales.
El objetivo de esta investigación es como mejorar la participación y el rendimiento
académico de los estudiantes por medio del aula invertida. Para ello, se analizarán estudios
previos que han evaluado su impacto en diferentes niveles educativos y asignaturas. Además, se
pretende identificar los desafíos y las mejores prácticas para su implementación. Esta
investigación bibliográfica se basa en una revisión exhaustiva de artículos científicos, informes y
experiencias de diversas instituciones que han adoptado este modelo.
En el contexto científico actual, el aula invertida ha captado la atención de investigadores
y educadores debido a su potencial para transformar la educación. Diversos estudios han mostrado
resultados mixtos, con algunos destacando mejoras significativas en la comprensión y retención
de los contenidos, mientras que otros resaltan las barreras tecnológicas y pedagógicas. La
creciente disponibilidad de recursos digitales y plataformas en línea ha facilitado la adopción de
este modelo, aunque no todos los docentes están preparados para adaptarse a este cambio
(Mousinho et al., 2023).
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 2038
Los trabajos previos sobre el aula invertida se han centrado en sus beneficios en términos
de flexibilidad y personalización del aprendizaje. Sin embargo, aún existen áreas que requieren
mayor investigación, como su impacto en la motivación de los estudiantes y las diferencias en su
efectividad según el contexto educativo. Es importante continuar explorando cómo este modelo
puede integrarse eficazmente en distintos entornos y cómo puede ajustarse para satisfacer las
necesidades de los estudiantes con diferentes estilos de aprendizaje.
Tomando en cuenta que en un aula invertida o también conocida como "flipped classroom",
se representa como la metodología pedagógica que invierte el modelo tradicional de enseñanza.
En lugar de utilizar el tiempo de clase para la presentación de contenidos teóricos, se destina a
actividades prácticas y colaborativas que refuercen la comprensión. Los estudiantes asimilan los
contenidos teóricos en casa, mediante videos, lecturas y otros recursos digitales, lo que les permite
llegar a la clase preparados para aplicar esos conocimientos. Araújo Soares et al. (2023), destacan
que este modelo fomenta una mayor participación activa del alumno, situándolo como
protagonista de su propio aprendizaje.
El aula invertida responde a las nuevas demandas educativas del siglo XXI, donde las
competencias digitales y la autonomía del estudiante son esenciales. Según estudios de Carrascosa
y Vázquez (2023), esta metodología está alineada con las teorías del aprendizaje activo y
constructivista, donde el conocimiento se construye a través de la interacción con el entorno y no
como un proceso pasivo de recepción de información.
Entre las principales ventajas del aula invertida se encuentra la personalización del
aprendizaje. Al poder acceder a los materiales de estudio en cualquier momento, los estudiantes
avanzan a su propio ritmo, revisando los conceptos tantas veces como lo necesiten. Esto es
particularmente beneficioso para aquellos que requieren más tiempo para asimilar la información
o para quienes desean profundizar en temas específicos. De acuerdo con Moraes et al. (2023),
esta metodología también promueve una mayor interacción entre los estudiantes y el docente,
facilitando la resolución de dudas y la colaboración en el aula.
Otra ventaja es el fomento de habilidades metacognitivas. Los estudiantes deben gestionar
su tiempo, planificar su estudio y reflexionar sobre su propio proceso de aprendizaje. Tal como
señala Arias y Romero (2022), este modelo potencia el desarrollo de habilidades críticas para el
éxito académico, como la autorregulación y la responsabilidad. Además, el uso de tecnologías
educativas facilita el acceso a recursos multimedia interactivos que enriquecen la experiencia de
aprendizaje. Según un estudio de Borba (2022), esta barrera tecnológica puede exacerbar las
desigualdades educativas, afectando negativamente a los estudiantes de contextos
socioeconómicos desfavorecidos.
Además, algunos docentes y estudiantes muestran resistencia al cambio. La
implementación de este modelo requiere un replanteamiento de las estrategias de enseñanza y una
inversión de tiempo en la creación de recursos digitales, lo que puede ser un obstáculo para
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 2039
quienes están acostumbrados al modelo tradicional. Por otro lado, los estudiantes que no están
acostumbrados a un aprendizaje autónomo pueden tener dificultades para adaptarse a esta
metodología, lo que puede impactar su rendimiento académico si no reciben el apoyo adecuado.
El aula invertida ha demostrado un impacto positivo en el proceso de enseñanza y
aprendizaje, especialmente en la mejora del rendimiento académico y la motivación de los
estudiantes. Un estudio de Rodrigues et al. (2023), encontró que los estudiantes que participaron
en clases invertidas mostraron una mayor retención de los contenidos y un mejor desempeño en
las evaluaciones, en comparación con aquellos que asistieron a clases tradicionales. Esto se debe,
en parte, a que el tiempo en clase se utiliza de manera más eficiente, permitiendo que los
estudiantes resuelvan dudas y apliquen los conceptos en situaciones prácticas.
Asimismo, el aula invertida fomenta un aprendizaje más profundo y significativo, ya que
los estudiantes no solo memorizan información, sino que la utilizan para resolver problemas
reales. Según Martins y Gouveia (2022), este modelo promueve un enfoque constructivista del
aprendizaje, donde el alumno construye su propio conocimiento a través de la interacción con el
material y sus compañeros.
Diversas investigaciones han evaluado el impacto del aula invertida en diferentes contextos
educativos. Según un metaanálisis realizado por Kanobel y Arce (2020), el aula invertida ha
mostrado resultados prometedores en disciplinas como ciencias, matemáticas e ingeniería, donde
los estudiantes se benefician de la aplicación práctica de los conceptos. Sin embargo, en áreas
más teóricas, como las humanidades, los resultados han sido más variados, lo que sugiere que la
efectividad del modelo puede depender del tipo de contenido que se enseña.
Por otro lado, algunos estudios han explorado el impacto del aula invertida en el desarrollo
de habilidades blandas, como la colaboración y el pensamiento crítico. Tal como señala Prieto
(2021), los estudiantes en aulas invertidas tienden a mostrar un mayor nivel de participación en
discusiones y actividades grupales, lo que contribuye al desarrollo de competencias esenciales
para el siglo XXI.
METODOLOGÍA
La metodología utilizada en esta investigación tiene un enfoque cualitativo debido a que
busca analizar e interpretar cómo el modelo de aula invertida afecta al proceso de enseñanza y
aprendizaje, con especial énfasis en el rol del docente. Al tratarse de una investigación
bibliográfica, se basa en la revisión de al menos 15 estudios previos que exploran este enfoque
pedagógico. El análisis se centrará en tres aspectos clave: primero, el rol del docente en el aula
invertida, que pasa de ser un transmisor de conocimiento a un facilitador del aprendizaje activo,
requiriendo nuevas competencias digitales y pedagógicas.
Segundo, las ventajas que conlleva este modelo, como la mejora en la participación
estudiantil, la personalización del aprendizaje y el fomento de un pensamiento crítico más
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 2040
profundo. Tercero, se examinarán las implicaciones para los docentes, quienes enfrentan el
desafío de planificar actividades prácticas, gestionar recursos tecnológicos y adaptarse a una
dinámica de clase menos estructurada. Esta revisión bibliográfica proporciona una visión integral
de las ventajas y dificultades que presenta el aula invertida para los docentes, destacando su
potencial transformador, pero también las exigencias adicionales que impone en términos de
tiempo, preparación y habilidades.
RESULTADOS
Tabla 1
Matriz de recolección de datos producto de las investigaciones/artículos científicos
Autor(es)
Tema
Bulege et al. (2022)
Aplican el modelo de aula invertida en estudiantes
universitarios, demostrando cómo esta metodología mejora el
rendimiento académico y la participación activa de los
estudiantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Chuquimbalqui (2021)
Investiga la integración del aula invertida y el aula aumentada,
explorando la interacción de ambas metodologías en la
educación superior universitaria y su impacto en el aprendizaje
significativo.
Salas (2021)
Estudia el impacto del aula invertida en el aprendizaje de
conceptos técnicos como los mapas de Karnaugh, mostrando
su efectividad para mejorar el análisis y la resolución de
problemas en los estudiantes.
Modelo de Aula Invertida:
Validación del Instrumento
(2023)
Valida un instrumento para medir la percepción y satisfacción
de los estudiantes universitarios respecto al modelo de aula
invertida, evaluando su implementación y efectividad en el
proceso de enseñanza-aprendizaje.
Solier et al. (2022)
Analizan los retos y las implicaciones de implementar el aula
invertida en la educación superior, abordando su impacto en la
dinámica docente-estudiante y los resultados de aprendizaje.
Argüello (2023)
Se enfoca en el aula invertida como una metodología clave
para transformar el proceso de enseñanza y aprendizaje en
educación superior, resaltando el rol activo de los estudiantes
y el apoyo de la tecnología.
Alarcón y Alarcón, (2021)
Describen el aula invertida como una estrategia pedagógica
eficaz para fomentar el aprendizaje activo y autónomo en los
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 2041
Autor(es)
Tema
estudiantes, facilitando una mayor comprensión de los
contenidos.
(Martínez et al., 2014)
Examina los orígenes, fundamentos teóricos e implicaciones
del aula invertida, proporcionando una perspectiva histórica de
su evolución en el contexto educativo y su contribución al
proceso de enseñanza-aprendizaje.
Magalhães et al. (2023)
Presentan estudios de caso sobre la aplicación práctica del aula
invertida en el contexto universitario, demostrando cómo esta
metodología fomenta el trabajo colaborativo y mejora el
rendimiento académico.
Patrón (2022)
Exploran el aula invertida como una estrategia para optimizar
el proceso de enseñanza-aprendizaje, destacando cómo la
metodología facilita una mayor interacción y compromiso por
parte de los estudiantes.
Mercado (2020)
Identifica las limitaciones y barreras del aula invertida en la
educación superior, discutiendo los desafíos logísticos y
tecnológicos que enfrentan las instituciones educativas.
Fidalgo et al. (2020)
Detallan las ventajas del aula invertida, como el aumento en la
participación activa de los estudiantes y la mejora en la
personalización del aprendizaje, optimizando el uso del tiempo
en clase para actividades más significativas.
Almeida et al. (2023)
Discuten la implementación del aula invertida en instituciones
de educación superior, explorando sus beneficios en la
motivación estudiantil y el desarrollo de habilidades críticas..
Escudero y Chaparro (2023)
Investigan las dificultades de institucionalizar el aula invertida,
destacando los problemas administrativos y culturales que
dificultan la adopción generalizada de esta metodología en las
universidades.
Tello y Cárdenas (2021)
Aplican el aula invertida como una estrategia didáctica para la
enseñanza de Lengua y Literatura, mostrando su efectividad en
la mejora de la comprensión lectora y la producción escrita de
los estudiantes.
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 2042
Autor(es)
Tema
Díaz et al. (2022)
Analizan la metodología de aula invertida aplicada a
estudiantes universitarios, mostrando cómo mejora la
participación y retención del conocimiento, favoreciendo el
aprendizaje a largo plazo.
Espinosa (2022)
Estudia diversas metodologías de enseñanza-aprendizaje en
entornos virtuales, destacando la efectividad del aula invertida
como una solución adaptable para la educación a distancia y
virtual.
Fidalgo et al. (2021)
Ofrecen una revisión crítica del aula invertida desde la
experiencia de su implementación, abordando tanto los
aspectos positivos como las dificultades encontradas por los
docentes al aplicar esta metodología.
Nota: revisión de varios autores. Fuente: propia del autor
DISCUSIÓN
En su estudio, Bulege et al. (2022) indican que la aplicación del modelo de aula invertida
en estudiantes universitarios requiere que el docente adopte un papel activo en la planificación y
supervisión de las actividades de aprendizaje autónomo. Según ellos, este modelo exige al docente
ser más un guía que un transmisor de información, lo que cambia profundamente el enfoque
pedagógico tradicional. Asimismo, Chuquimbalqui (2021) resalta que el aula aumentada y el aula
invertida presentan nuevos retos para los docentes de educación superior, quienes ahora deben
dominar herramientas digitales y adaptar los contenidos de manera que los estudiantes puedan
aprovechar al máximo el aprendizaje fuera del aula.
Salas (2021), por su parte, señala que el aula invertida permite una mejor comprensión de
temas complejos, como los mapas de Karnaugh, al liberar tiempo en el aula para la resolución de
problemas prácticos. Sin embargo, también enfatiza que el docente debe estar preparado para
gestionar este tiempo de manera eficiente, lo cual puede ser un desafío si no cuenta con la
capacitación adecuada.
Por otro lado, el estudio titulado "Modelo de Aula Invertida: Validación del Instrumento"
(2023) sugiere que uno de los roles clave del docente en este modelo es garantizar que los
estudiantes se sientan satisfechos y perciban el aprendizaje de forma efectiva. Esto implica que el
docente no solo debe diseñar actividades interesantes, sino también asegurarse de que el contenido
autónomo sea accesible y comprensible.
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 2043
Solier et al. (2022) coinciden en que el aula invertida tiene implicaciones significativas para
los docentes, ya que implica un cambio en la forma en que se prepara y entrega el contenido. En
lugar de enfocarse en la exposición teórica, el docente debe centrarse en facilitar el aprendizaje
práctico y crítico durante las sesiones presenciales. Esto requiere una reestructuración completa
de las dinámicas de clase, lo que, según Argüello (2023), también representa una oportunidad
para que los docentes innoven en sus métodos de enseñanza.
Alarcón (2021) refuerza esta idea al señalar que el aula invertida ofrece ventajas, como una
mayor participación activa de los estudiantes, pero también exige al docente estar en constante
actualización. Al incorporar nuevas tecnologías y estrategias de enseñanza, el docente debe
convertirse en un facilitador del aprendizaje, lo que implica un rol más dinámico y adaptable.
Martínez et al. (2014) añaden que el origen del aula invertida se basa precisamente en la
idea de que el docente debe ceder el protagonismo a los estudiantes, lo cual, aunque presenta
desafíos, también promueve una enseñanza más interactiva y constructiva. Por otro lado,
Magalhães et al. (2023) destacan que la aplicación práctica de este modelo en el contexto
universitario requiere una preparación más exhaustiva del docente, quien debe anticipar posibles
dificultades que los estudiantes puedan tener al trabajar de manera más autónoma.
Patrón (2022), por tanto, concluye que el docente juega un rol crucial en el éxito del aula
invertida, ya que es el encargado de diseñar estrategias que mantengan a los estudiantes
motivados. El aula invertida exige una mayor dedicación tanto en la preparación como en el
acompañamiento de los estudiantes durante todo el proceso.
En cuanto a las ventajas, Fidalgo et al. (2020) señalan que el aula invertida permite al
docente personalizar la enseñanza según las necesidades de los estudiantes, facilitando una
retroalimentación más cercana y directa. Además, Mercado (2020) menciona las limitaciones que
pueden surgir, especialmente si el docente no está familiarizado con las herramientas tecnológicas
necesarias para implementar este modelo.
CONCLUSIÓN
En el modelo de aula invertida, el rol del docente cambia significativamente, dado que deja
de ser un simple expositor de contenidos para convertirse en un facilitador del aprendizaje. Este
nuevo enfoque requiere que el docente diseñe estrategias que motiven a los estudiantes a explorar
y comprender los contenidos de manera autónoma antes de la clase. En este sentido, el docente
guía las actividades prácticas en el aula, ayudando a resolver dudas y fomentando la interacción
colaborativa entre los estudiantes.
Entre las ventajas que conlleva el aula invertida para el docente se destaca la posibilidad
de un mejor aprovechamiento del tiempo en clase. Al haber estudiado previamente el contenido,
los estudiantes llegan más preparados, lo que permite que el docente enfoque su tiempo en
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 2044
desarrollar habilidades críticas y en profundizar conceptos. Además, se fomenta un aprendizaje
más participativo y activo, lo cual mejora la comprensión y retención del conocimiento.
Sin embargo, este modelo implica que el docente también debe enfrentar ciertos desafíos.
Uno de los principales es la necesidad de adaptarse a las tecnologías digitales, ya que gran parte
del contenido previo a la clase se presenta en formato multimedia. El docente debe dominar
herramientas tecnológicas y plataformas que faciliten el acceso al material, así como desarrollar
habilidades para la creación de contenido atractivo y accesible para los estudiantes.
Además, el aula invertida exige una planificación rigurosa y un monitoreo constante del
progreso de los estudiantes. El docente debe asegurarse de que todos los alumnos se preparen
adecuadamente antes de la clase, lo cual requiere un seguimiento continuo y personalizado. Esto
puede representar una carga adicional de trabajo, pero también brinda la oportunidad de ofrecer
una enseñanza más diferenciada y adaptada a las necesidades individuales de los estudiantes,
favoreciendo un aprendizaje más efectivo y significativo.
Finalmente, aunque el aula invertida transforma el rol del docente y presenta retos
importantes, también ofrece beneficios notables tanto para los educadores como para los
estudiantes. El docente gana un rol más activo y dinámico en el proceso de aprendizaje, mientras
que los estudiantes desarrollan una mayor autonomía y capacidad crítica. Este enfoque, cuando
se implementa de manera efectiva, puede mejorar la calidad del proceso educativo y promover un
aprendizaje más profundo y duradero.
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 2045
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