Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 3176
continúa, debido a que expresaron la disponibilidad de ayudar a sus hijos mientras les sea posible.
Por su parte, y como lo expresan (García y Luna, 2022), el empoderamiento en las mujeres sugiere
una doble carga laboral, en donde aún y con los perjuicios sociales, las mujeres pescadoras
contribuyen significativamente al sostenimiento familiar, por medios de economía informal, que
tienen validez en las estructuras sociales, rubro coincidente con los datos obtenidos en la
subcategoría inductiva “Ingresos Económicos”, dentro de la variable de empoderamiento
participativo. Así mismo, se coincide con (Ordoñez et al., 2021), en su establecimiento de que el
empoderamiento femenil es encontrado cuando se tiene acceso a medios de cambio y toma de
decisiones que les permiten influir en la autosuficiencia económica, de esta manera, las mujeres
revelaron que se sienten con la autoridad necesaria para tomar decisiones, debido a que perciben
un sueldo y por lo tanto su opinión cuenta al igual que la de su pareja, significando entonces la
economía como una de las formas de crecimiento inclusivo a través de la participación, generando
alianzas entre mujeres para un cambio en los estereotipos de género, cultura y subordinación
(García et al, 2022).
Contrario a lo que refiere (Sacoto, 2024) en sentido a que la educación permite la
consolidación del empoderamiento, las implicadas en el presente estudio, consideraron que la
educación, al menos en sus casos, no ha sido un factor determinante para la obtención de
empoderamiento, en tenor a que los centros educativos no les enseñaron habilidades de liderazgo,
o técnicas que puedan emplear en sus labores. A pesar de la conducción hacia la visualización de
que la educación pudo ofrecerles las capacidades como lectura, escritura o elementos básicos para
el desempeño de sus actividades, a la hora de la entrevista, las mujeres no reconocieron dichas
premisas.
Por su parte Sánchez (2017), determina que la formación de grupos, se vincula con las
distintas formas de interacción social orientadas a la adquisición de poder, por medio del fomento
de redes y organizaciones sociales en torno a objetivos en común que fomentan el cooperativismo,
dicha referencia es homologada en los hechos del presente estudio, dentro de la categorización de
influencias externas, puesto que las mujeres formaron una cooperativa pesquera, toda vez que
reconocieron su valía personal y así como capacidades de liderazgo, empoderamiento y
emprendimiento (Fernández, 2024), para poder desenvolverse en una tarea que no solo tuviera
una retribución económica, sino también personal y social (Posada 2020).
Con relación al empoderamiento personal y su impacto en el empoderamiento positivo,
se determinó en la categorización deductiva-inductiva de satisfacción social y empoderamiento
participativo, que las mujeres poseen las habilidades y aptitudes de socialización, liderazgo y
conducción necesarias para dirigirse en los diferentes contextos sociales y políticos de la
comunidad, además de encontrar a sus socias de la cooperativa pesquera, es decir, su colectivo
como una red de apoyo secundaria que le permite la visibilización de su trabajo en la comunidad,
coincidiendo con (Casiblanco 2021), que enfatiza al empoderamiento como siempre individual y