Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 3856
https://doi.org/10.69639/arandu.v12i1.553
Calidad del sueño y rendimiento académico en estudiantes
Sleep quality and academic performance in university students
Jonathan Gabriel Chuga Guaman
jonathangabrielc0@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-4250-1570
Universidad Metropolitana del Ecuador
Ecuador Quito
Noemi Raquel Chuga Guaman
noemiraquelch@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0003-3997-3766
Investigador Independiente
Ecuador Quito
Eslendy Marcela Irazabal Vizcaino
eslendy_@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0006-5127-3174
Investigador Independiente
Ecuador Quito
Miriam Katherine Chuga Guaman
chugakatherine@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-6719-3925
Investigador Independiente
Ecuador-Quito
Artículo recibido: 20 noviembre 2024 - Aceptado para publicación: 26 diciembre 2024
Conflictos de intereses: Ninguno que declarar
RESUMEN
El sueño es un proceso fisiológico complejo y esencial para el bienestar del ser humano que
influye en la salud física, mental y social. Entre sus funciones destacan la reposición de energía,
regulación hormonal y mejora de la función inmunológica. En el ámbito universitario, las
exigencias académicas afectan la calidad del sueño, y podrían influir negativamente en el
rendimiento académico del estudiante. Objetivo: en este contexto este estudio pretende analizar
la asociación que existe entre la calidad del sueño y el rendimiento académico en estudiantes
universitarios del área de salud. Método: estudio con enfoque cuantitativo, descriptivo,
correlacional de corte transversal que incluyó 89 estudiantes universitarios del área de la salud en
Quito- Ecuador. Para identificar las variables de estudio se aplicó el cuestionario Pittsburgh
(PSQI) para valorar la calidad del sueño. Resultados: el 94 % de los participantes presentaron
alteraciones en la calidad del sueño, con un puntaje promedio en el PSQI de 10. Las principales
causas de interrupción del sueño fueron el estrés e interrupciones fisiológicas nocturnas. El
promedio académico global fue de 88 puntos, mediante el coeficiente de Spearman se determinó
una relación positiva débil pero no estadísticamente significativa entre la calidad del sueño y el
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 3857
rendimiento académico con un r 0.24 y p=0.8. Conclusión: estos resultados resaltan la prevalencia
de alteraciones en la calidad del sueño en estudiantes universitarios. Se sugiere fomentar hábitos
de sueño saludables y buscar estrategias para lograr el equilibrio entre las demandas académicas
y el bienestar integral del estudiante.
Palabras clave: calidad del sueño, rendimiento académico, estudiantes universitarios
ABSTRACT
Sleep is a complex physiological process that is essential for human well-being and influences
physical, mental and social health. Its functions include energy replenishment, hormone
regulation and improvement of immune function. In the university environment, academic
demands affect the quality of sleep, and could negatively influence the student's academic
performance. Objective: in this context, this study aims to analyze the association between sleep
quality and academic performance in university students in the health area. Method: a
quantitative, descriptive, correlational, cross-sectional, descriptive study that included 89
university students in the health area in Quito, Ecuador. To identify the study variables, the
Pittsburgh questionnaire (PSQI) was applied to assess sleep quality. Results: 94 % of the
participants presented sleep quality alterations, with an average PSQI score of 10. The main
causes of sleep interruption were stress and physiological interruptions at night. The overall
academic average was 88 points, by means of Spearman's coefficient a weak positive correlation
was determined but not statistically significant between sleep quality and academic performance
with an r 0.24 and p=0.8. Conclusion: these results highlight the prevalence of sleep quality
alterations in university students. It is suggested to encourage healthy sleep habits and to seek
strategies to achieve a balance between academic demands and the student's integral wellbeing.
Keywords: sleep quality, academic performance, university students
Todo el contenido de la Revista Científica Internacional Arandu UTIC publicado en este sitio está disponible bajo
licencia Creative Commons Atribution 4.0 International.
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 3858
INTRODUCCIÓN
El sueño es un proceso fisiológico complejo reversible y necesario para mantener el
equilibrio de nuestro organismo. Se caracteriza por la disminución de la conciencia, reducción de
la capacidad para reaccionar frente a estímulos externos, es de fácil reversión, existe relajación
muscular, .no obstante, varias funciones cerebrales permanecen activas durante este proceso
(Fabres & Moya, 2021)
El sueño es imprescindible para la vida y óptima salud del ser humano. Se presenta bajo un
ritmo conocido como ritmo circadiano, que suele durar alrededor de 24 horas en la especie
humana.
Este ritmo está relacionado con varios aspectos como: la variación día-noche, es decir la
presencia de luz y oscuridad, especie a la que pertenece y las características individuales. El ritmo
circadiano está fuertemente influenciado por la conducta del individuo y sus patrones de reposo
y vigilia (Velayos et al., 2007)
El sueño cumple un rol fundamental en el bienestar físico, mental y social de cualquier
individuo. Esta función neurológica compleja permite que el individuo tenga un adecuado
rendimiento durante el siguiente día.(Carrillo-Mora et al., 2013)
Dentro de las funciones vitales del sueño podemos encontrar: la conservación y la
reposición de la energía, interviene en el equilibrio metabólico, regula la liberación de hormonas,
permite la eliminación de radicales libres (responsables del deterioro orgánico), mejora la función
neurológica pues permite la homeóstasis sináptica, mejora la actividad del sistema inmunológico,
permite codificar, almacenar y recuperar información con mayor eficiencia. (Carrillo-Mora et al.,
2013)
La privación del sueño genera alteraciones fisiológicas y conductuales que interfieren con
el diario vivir de un individuo y con su rendimiento adecuado (Carrillo-Mora et al., 2013)
En el contexto universitario, los estudiantes enfrentan altas exigencias académicas,
sociales, emocionales y es frecuente que la calidad del sueño y las horas adecuadas de descanso
se vean comprometidas.
Una de las variables más importante del estudiante universitario es el rendimiento
académico, pues este puede brindar un indicio sobre la efectividad del proceso enseñanza
aprendizaje.
El rendimiento académico se puede definir como el resultado de aprendizaje
alcanzado en una determina área temática expresado en un valor numérico, este es un indicador
del conocimiento obtenido durante un periodo de tiempo determinado (Gutiérrez-Monsalve et al.,
2021) Varios estudios en alumnos de secundaria y algunos en educación superior han demostrado
que la calidad del sueño es uno de los factores importantes relacionado con el proceso enseñanza
aprendizaje, la atención, la toma de decisiones y esto a su vez influye significativamente sobre el
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 3859
rendimiento académico del estudiante.
En estudio realizado por Chiquillo y Padilla (2022), en el que se buscó asociación entre
calidad del sueño y rendimiento académico en estudiantes de educación secundaria encontraron
que existe asociación significativa entre calidad del sueño y rendimiento académico (Chiquito
Salguero, 2022)
En otro estudio realizado por Fontana , Raimondi, Rizzo (2014) en estudiantes
universitarios concluyeron que la mala calidad del sueño está relacionado con atención dividida
y selectiva (Fontana et al., 2014)
Se encontró que de acuerdo con el coeficiente no paramétrico de Spearman existe un r valor
de 0.24 lo que indica una correlación positiva débil entre calidad del sueño y rendimiento
académico, sin embargo, esta relación tiene un nivel de significancia bilateral de 0.8 (p valor), es
decir la relación no es estadísticamente significativa.
De acuerdo a la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), la tasa de estudiantes
matriculados en instituciones de educación superior, en Latinoamérica, aumentó en un 32%
(Organización de Estados Iberoamericanos, 2024)
En este escenario a suscitado un creciente interés por estudiar la calidad del sueño como
un factor determinante en el rendimiento académico en estudiantes universitarios.
La relación entre la calidad del sueño y rendimiento académico en el aprendizaje va más
allá del número de horas de sueño que tiene el individuo, pues se debería valorar la profundidad
y la continuidad del patrón del sueño. La privación del sueño tiene un impacto significativo sobre
la fisiología de un organismo resultando en serias repercusiones físicas, emocionales y sociales.
Esta degeneración en la calidad del sueño, junto con otras variables como el estrés, la
ansiedad, la fatiga pueden afectar negativamente el rendimiento académico de los estudiantes. Por
esta razón es necesario comprender cuál es el impacto de estos cambios en el proceso enseñanza
aprendizaje y buscar métodos efectivos para mejorar los patrones de sueño entre los estudiantes.
Este estudio pretende analizar la relación entre calidad del sueño y el rendimiento
académico de estudiantes universitarios del área de la salud que residen en Quito, Ecuador. Se
busca de esta manera datos estadísticos y objetivos entre estas variables que permitan comprender
el fenómeno de estudio, además, se propone como prioridad crear estrategias que ayuden en la
gestión de las demandas académicas de los estudiantes y en su salud en general.
MATERIALES Y MÉTODOS
El presente estudio empleó un enfoque cuantitativo, transversal, analítico, con un diseño
correlacional. La población seleccionada correspondió a 200 estudiantes de La Facultad De Salud
Y Cultura Física de una universidad de Quito-Ecuador, que se encuentran cursando desde el
segundo al noveno semestre.
Las variables medidas fueron: calidad del sueño mediante el uso del cuestionario
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 3860
estandarizado PSQI (Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh) (Carralero García et al., 2013),
mediante este instrumento el participante responderá 19 preguntas que permitirán determinar la
calidad del sueño del paciente a través de 7 componentes que evalúan lo siguiente: calidad
subjetiva del sueño, latencia del sueño, Uso de medicación hipnótica, duración del sueño,
Eficacia habitual del sueño, Perturbaciones del sueño, Disfunción diurna. Para realizar la
interpretación del cuestionario hay que tomar en cuenta que el puntaje oscila entre 0 y 21 puntos.
Un resultado en el PSQI mayor a 5 puntos indica un sueño deficiente y la severidad de este
aumenta mientras más alto es el puntaje
Por otro lado, la nota final del rendimiento académico del último periodo culminado se
obtuvo mediante un cuestionario digital, se solicitó el consentimiento previo a la contestación del
cuestionario.
Para determinar la asociación entre las variables se empleó estadística descriptiva e
inferencial. Se realizó la prueba de normalidad en SPSS mediante el estadístico Kolmogorov
Smirnov se determinó que los datos no tienen una distribución normal. Por las características de
las variables calidad del sueño y rendimiento académico, se utilizó un estadístico no paramétrico
para su correlación (coeficiente de Spearman).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La muestra estuvo constituida por 89 estudiantes universitarios de carreras afines a la salud,
de los cuales el 22 % se encuentran entre el segundo y quito semestre, el 48 % se encuentra en
sexto y séptimo semestre y el 28 % está cursando el internado rotativo.
El 83 % (74 estudiantes) de los participantes pertenecen al sexo femenino y el 17% (15
estudiantes) al sexo masculino. La edad de los participantes se encuentra entre los 18 a 40 años
(97%), solamente el 3% de los participantes tiene más de 40 años.
Los resultados obtenidos tras la aplicación del Índice Pittsburgh de Calidad de Sueño
fueron los siguientes:
Componente 1: Calidad subjetiva del sueño. De acuerdo con la calidad del sueño percibido
por los estudiantes el 45% de los estudiantes refieren tener una calidad del sueño mala o bastante
mala (Gráfico 1).
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 3861
Gráfico 1
Componente 1 cuestionario Pittsburgh en estudiantes universitarios
Nota. Autoría propia mediante el cuestionario Pittsburgh
Componente 2: valora el tiempo que tarda el participante en conciliar el sueño (latencia
del sueño). El 72 % de los participantes logran conciliar el sueño hasta en 30 minutos, mientras
que el 28 % restante logra conciliar el sueño en más de 60 minutos.
Componente 3: este componente valora la cantidad de horas que duermen los
participantes. Los estudiantes que participaron en el estudio duermen 2 horas diarias hasta un
máximo de 8 horas diarias, en promedio los participantes duermen en promedio 5 horas diarias.
Componente 4: este componente mide que tan eficiente fueron las horas de sueño de los
participantes. El 52 % de los estudiantes tiene una eficiencia del sueño del sueño adecuada con
un índice del 85% (gráfico 2)
Gráfico 2
Componente 4: Eficiencia del sueño en estudiantes universitarios
Nota. Autoría propia mediante el cuestionario Pittsburgh
Componente 5: este componente del cuestionario Pittsburgh valora alteraciones del
sueño, es decir razones por las que el participante tuvo que despertarse durante sus horas de sueño.
Los estudiantes en este componente mencionaron que el 69% de los participantes se levantaron
una o más veces a la semana mientras dormían. El 42% de los participantes mencionaron que se
10%
35%
48%
7%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
Bastante malo Malo Bueno Bastante bueno
Calidad Subjetiva del Sueño
Calidad Subjetiva del Sueño
52%
20%
4%
24%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
85% 75-84% 65-74% Menos del 65 %
Eficiencia del sueño
Eficiencia del sueño
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 3862
levantaron para ir al baño una o más veces a la semana. El 57% de los participantes refirió que se
levantan una o más veces a la semana por sentir frío. El 46% refirió que se levantó una o más
veces a la semana por sentir calor. De acuerdo con el cuestionario las causas con menos frecuencia
fueron despertar por dolores, toser o ronquidos, sentir que no pude respirar. De este componente
se destaca que otra de las razones que mencionaron los estudiantes (24%) para despertarse
mientras están durmiendo menciona que es el estrés y las preocupaciones por las tareas o
responsabilidades académicas y personales.
Componente 6: El componente 6 está relacionado con el uso de medicamentos para
conciliar el sueño. Del total de participantes, 11 (12%) de ellos ha tomado medicamentos por su
cuenta para poder dormir alguna vez durante el último mes. 8 (9%) estudiantes de los 89 que
respondieron la encuesta mencionan que consumieron medicamentos para dormir recetados por
un médico al menos una vez en el mes.
Componente 7: este componente valora el nivel de rendimiento inadecuado para realizar
actividades durante el día (Disfunción diurna). El 67 % los participantes refieren que una o más
veces a la semana presentaron somnolencia mientras desarrollaban alguna actividad de su vida
cotidiana. El 58 % de los participantes mencionó que les ha resultado complicado mantenerse
entusiasmado o animado mientras realizan sus actividades diarias.
El promedio del cuestionario Pittsburgh de los participantes fue en promedio de 10
puntos, con una moda de 9 y un rango de 4 a 20. Un puntaje mayor o igual a 5 indica alteración
en la calidad del sueño.
De acuerdo con el índice de calidad del sueño Pittsburgh, el 94% (84 estudiantes) presenta
un puntaje mayor o igual a 5 lo que indica una mala calidad del sueño.
En cuanto a la variable rendimiento académico se valoró el promedio del récord
estudiantil del último semestre culminado. Los participantes tienen un promedio global de 88
puntos con un puntaje mínimo de 73 y un puntaje máximo de 95.
Para la correlación de variables mediante la prueba de normalidad de Kolmogórov-
Smirnov, se determinó que la variable rendimiento académico no tiene una distribución normal
con un p valor de 0 mientras que la variable calidad del sueño tiene una distribución normal con
un p valor de 0.058, en este contexto se decidió utilizar el coeficiente de Spearman para
correlacionar las variables calidad del sueño y rendimiento académico. Se encontró que de
acuerdo con el coeficiente no paramétrico de Spearman existe un r valor de 0.24 lo que indica una
correlación positiva débil entre calidad del sueño y rendimiento académico, sin embargo, esta
relación tiene un nivel de significancia bilateral de 0.8 (p valor), es decir la relación no es
estadísticamente significativa.
Este estudio revela información sobre la calidad del sueño y rendimiento académico de
estudiantes universitarios de carreras afines a la salud principalmente de las carreras de
enfermería. La mayoría de los participantes son mujeres jóvenes, lo que coincide con la
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 3863
composición predominante de género en carreras relacionadas con la salud sobre todo en el área
de enfermería.
De acuerdo con el índice de Pittsburgh el 94% de los estudiantes presentan alteraciones
en la calidad del sueño, lo que indica una problemática generalizada en esta población. De acuerdo
a Burgueño Et al. (2017) en su estudio sobre calidad del sueño en un instituto de Chile en el que
incluyó a 684 estudiantes, encontraron que el 63% de los participantes tiene mala calidad del
sueño de acuerdo al índice de Pittsburgh (Bugueño et al., 2017)
En otro estudio realizado por Sierra Et al. (2002) a 716 estudiantes, tras aplicar el
cuestionario Pittsburgh determinaron que el 60,3% de los participantes tiene una mala calidad
del sueño con un puntaje mayor a 5 (Sierra, 2002)
En una revisión sistemática realizado por Ardila Et al (2023) en el que incluyó 41
artículos evidenciaron que existe una prevalencia de mala calidad del sueño en estudiantes
universitarios que va desde el 25 al 91% de acuerdo con el índice de Pittsburg (Ardila Duarte
et al., 2024)
De acuerdo con los componentes del Índice de calidad del sueño casi la mitad de los
participantes perciben una mala calidad subjetiva del sueño (45%), además el 28% requiere más
de una hora para conciliar el sueño, lo que refleja problemas en la latencia del sueño.
En promedio, los participantes duermen alrededor de cinco horas diarias, muy por debajo
de las siete a ocho horas que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) para
individuos adultos jóvenes, esto puede tener implicaciones negativas en funciones cerebrales
indispensables para el aprendizaje como la memoria y eventualmente en su rendimiento
académico, no obstante, el 52% perciben tener una adecuada eficiencia del sueño. Lo que podría
sugerir que, aunque duerman poco, la mayoría optimiza el tiempo de descanso efectivo. De cierta
manera podemos mencionar que las múltiples actividades académicas y personales que cumple el
estudiante universitario influye sobre su calidad del sueño. De acuerdo con Carrillo Et al. (2018)
en su estudio sobre trastornos del sueño concluyen que estas afecciones son cada vez más
frecuentes en la población general, destacando que los jóvenes en general sacrifican sus horas de
sueño con el objetivo de cumplir con las exigencias del medio. Ellos también refieren su
preocupación pues estos trastornos del sueño están relacionados con enfermedades crónicas y la
mayoría de las causas son de origen ambiental siendo el principal influyente los hábitos y
conductas inadecuadas del sueño (Carrillo-Mora et al., 2018)
Un hallazgo Importante es que las causas más comunes para despertarse mientras
duermen una o más veces a la semana es el estrés, frío, calor o necesidades fisiológicas, siendo el
estrés académico un desencadenante importante con un 24%. Este dato resalta la presión
académica como factor determinante de la mala calidad del sueño, lo que podría implicar la
necesidad de estrategias institucionales para reducir estas tensiones.
De acuerdo con García Et al (2023) en su estudio que incluyó 100 estudiantes de la carrera
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 3864
de enfermería y obstetricia concluyeron que los principales factores asociados a la mala calidad
del sueño son. Dolores de cabeza, deberes, preocupaciones, estrés académico, trabajo, ruidos
ambientales (García Cosme et al., 2024)
Según Tayani Et al. (2024) en su estudio descriptivo sobre el insomnio que incluyó 196
estudiantes universitarios de la Universidad de Granada encontraron una prevalencia de insomnio
en un 18 %, de este resultado concluyeron que la prevalencia del insomnio puede estar relacionado
con los hábitos de vida diaria (Tuyani Solimán et al., 2015)
Aunque la mayoría de los estudiantes no recurre a medicamentos para dormir, el 12% ha
tomado fármacos por iniciativa propia, lo que subraya la una probable falta de conocimiento sobre
alternativas saludables para manejar sus problemas de sueño. Las alteraciones del sueño durante
el día es otro aspecto preocupante, pues, el 67% experimenta somnolencia frecuente durante el
día, afectando su desempeño en actividades cotidianas, y el 58% reporta dificultad para
mantenerse motivado, sin embargo, a pesar de estos datos, el promedio general de los estudiantes
que participaron en el estudio es de 88 puntos (muy bueno).
El análisis correlacional mediante el coeficiente de Spearman (r 0.24) revela una relación
positiva débil entre calidad del sueño y rendimiento académico, pero no estadísticamente
significativa (p=0.8). Esto podría sugerir que, aunque existe una relación baja, otros factores
externos podrías tener mayor impacto en el rendimiento académico estudiantil.
De acuerdo a Burgueño et al (2017) en su estudio correlacional en estudiantes
universitario que incluyó a 686 participantes encontraron una correlación inversa entre el
rendimiento académico y la calidad del sueño de acuerdo a Pittsburgh con un P valor de -022, lo
que indica en este caso que a menor calidad del sueño existe un mejor rendimiento académico
(Bugueño et al., 2017)
En otro estudio publicado por Pineda Et al (2023) en el que incluyó a 125 estudiantes
universitarios de áreas de los conocimientos diferentes a la salud encontraron que el 80% de los
estudiantes presentan mala calidad del sueño con un puntaje en promedio de 8 de acuerdo al índice
de Pittsburgh. En este mismo estudio obtuvieron un coeficiente ce correlación de -0.019 y un
nivel de significancia de 0.2, lo que sugiere una asociación inversa muy débil entre rendimiento
académico y calidad del sueño, estadísticamente no significativo (Pineda Pitti et al., 2023)
CONCLUSIONES
Los resultados evidencian la necesidad de implementar programas en las instituciones
educativas que aborden el manejo del estrés y promuevan hábitos de sueño saludables. Talleres
sobre higiene del sueño, técnicas de manejo del estrés y asesoramiento académico podrían ser
estrategias efectivas para mejorar el bienestar integral de los estudiantes.
Además, la débil relación entre la calidad del sueño y el rendimiento académico podría
estar influenciado por medios compensatorios diversos, lo que resalta la capacidad de los
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 3865
participantes para adaptarse a las condiciones. Sin embargo, el impacto de la mala calidad del
sueño podría ser más evidente en la salud a largo plazo.
En este estudio se concluye que existe una asociación positiva débil, estadísticamente no
significativa entre calidad del sueño y rendimiento académico, sin embargo, la problemática sobre
la calidad inadecuada del sueño que presenta el estudiante universitario.
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 3866
REFERENCIAS
Ardila Duarte, C. A. A., Púa Rojas, A. de J. P., Rincón Macea, C. A. R., Alvarado Castañeda, G.
A., & Santacruz Navarro, J. M. S. (2024). Prevalencia de la mala calidad del sueño en
estudiantes universitarios del área de la salud. Revista Cubana de Neurología y
Neurocirugía, 13(3), Article 3. https://revneuro.sld.cu/index.php/neu/article/view/594
Bugueño, M., Curihual, C., Olivares, P., Wallace, J., López-AlegrÍa, F., Rivera-López, G.,
Oyanedel, J. C., Bugueño, M., Curihual, C., Olivares, P., Wallace, J., López-AlegrÍa, F.,
Rivera-López, G., & Oyanedel, J. C. (2017). Calidad de sueño y rendimiento académico en
alumnos de educación secundaria. Revista médica de Chile, 145(9), 1106-1114.
https://doi.org/10.4067/s0034-98872017000901106
Carralero García, P., Hoyos Miranda, F. R., Deblas Sandoval, Á., & López García, M. (2013).
Calidad del sueño según el Pittsburgh Sleep Quality Index en una muestra de pacientes
recibiendo cuidados paliativos. Medicina Paliativa, 20(2), 44-48.
https://doi.org/10.1016/j.medipa.2012.05.005
Carrillo-Mora, P., Barajas-Martínez, K. G., Sánchez-Vázquez, I., Rangel-Caballero, M. F.,
Carrillo-Mora, P., Barajas-Martínez, K. G., Sánchez-Vázquez, I., & Rangel-Caballero, M.
F. (2018). Trastornos del sueño: ¿qué son y cuáles son sus consecuencias? Revista de la
Facultad de Medicina (México), 61(1), 6-20.
Carrillo-Mora, P., Ramírez-Peris, J., & Magaña-Vázquez, K. (2013). Neurobiología del sueño y
su importancia: Antología para el estudiante universitario. Revista de la Facultad de
Medicina (México), 56(4), 5-15.
Chiquito Salguero, F. E. C. (2022). DECLARACIÓN DE AUTORÍA.
Fabres, L., & Moya, P. (2021). Sueño: Conceptos generales y su relación con la calidad de vida.
Revista Médica Clínica Las Condes, 32(5), 527-534.
https://doi.org/10.1016/j.rmclc.2021.09.001
Fontana, S. A., Raimondi, W., & Rizzo, M. L. (2014, septiembre 5). Calidad de sueño y atención
selectiva en estudiantes universitarios: Estudio descriptivo transversal.
https://www.medwave.cl/investigacion/estudios/6015.html
García Cosme, P., Arredondo Hernández, P., & Jaramillo, A. (2024). Factores que influyen en la
calidad del sueño en estudiantes de la Universidad de Guanajuato de la Licenciatura en
Enfermería y Obstetricia Campus Irapuato-Salamanca División Ciencias de la Vida.
Gutiérrez-Monsalve, J. A., Garzón, J., Segura-Cardona, A. M., Gutiérrez-Monsalve, J. A.,
Garzón, J., & Segura-Cardona, A. M. (2021). Factores asociados al rendimiento académico
en estudiantes universitarios. Formación universitaria, 14(1), 13-24.
https://doi.org/10.4067/S0718-50062021000100013
Organización de Estados Iberoamericanos, (OEI). (2024). En una década, Iberoamérica aumentó
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 3867
en un 30% la matrícula de educación superior, de acuerdo con la OEI Organización de
Estados Iberoamericanos. https://oei.int/oficinas/secretaria-general/noticias/en-una-
decada-iberoamerica-aumento-en-un-30-el-porcentaje-de-matricula-de-educacion-
superior-de-acuerdo-con-la-oei/
Pineda Pitti, R. E. P., Martínez Salazar, C. B. M., Seyler, A., & Solchaga Ortíz, E. A. (2023).
CALIDAD DEL SUEÑO Y RENDIMIENTO ACADÉMICO EN LOS ESTUDIANTES DE
LICENCIATURA DE LA UNIVERSIDAD MARISTA.
Sierra, J. C. (2002). CALIDAD DEL SUEÑO EN ESTUDIANTES
UNIVERSITARIOS:IMPORTANCIA DE LA HIGIENE DEL SUEÑO. Salud Mental,
25(6).
Tuyani Solimán, N., Román Gálvez, M. R., Olmedo Requena, R., & Amezcua Prieto, Carmen.
(2015). Prevalencia de los Trastornos del Sueño en Universitarios Actualidad Médica.
https://actualidadmedica.es/articulo/795_or01/
Velayos, J. L., Moleres, F. J., Irujo, A. M., Yllanes, D., & Paternain, B. (2007). Bases anatómicas
del sueño.
https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272007000200002