Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 4020
https://doi.org/10.69639/arandu.v11i2.572
Estrategias de resolución de conflictos para la disminución de
casos de violencia física y verbal entre estudiantes de quinto
de básica
Conflict resolution strategies to reduce cases of physical and verbal violence among
fifth grade students
Carmen del Cisne Morocho Morocho
cningunom@unemi.edu.ec
https://orcid.org/0009-0007-7166-5295
Universidad Estatal de Milagro
Ecuador
Jheny Maribel Barrera Remachi
jbarrerar6@unemi.edu.ec
https://orcid.org/0009-0007-6955-158X
Universidad Estatal de Milagro
Ecuador
Edgar Ider Calle Sánchez
ecalles4@unemi.edu.ec
https://orcid.org/0009-0001-3913-6170
Universidad Estatal de Milagro
Ecuador
Jenny Corina Intriago Mera
jintriagom11@unemi.edu.ec
https://orcid.org/0009-0002-8054-8414
Universidad Estatal de Milagro
Ecuador
María Elizabeth Luna Méndez
mlunam2@unemi.edu.ec
https://orcid.org/0009-0001-8243-6574
Universidad Estatal de Milagro
Ecuador
Artículo recibido: 20 noviembre 2024 - Aceptado para publicación: 26 diciembre 2024
Conflictos de intereses: Ninguno que declarar
RESUMEN
El presente estudio tiene como objetivo principal proponer estrategias de resolución de conflictos
para la disminución de casos de violencia física y verbal entre estudiantes de quinto año de
educación básica. La violencia escolar, tanto física como verbal, constituye un problema
significativo que afecta la salud mental y física de los estudiantes. A nivel global, se estima que
el 44% de los estudiantes reportan niveles intermedios de violencia, mientras que el 60% de los
jóvenes entre 11 y 18 años ha experimentado insultos, rumores, ciberacoso y agresiones físicas.
En el contexto de quinto año, este fenómeno se ve exacerbado por factores como conflictos en el
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 4021
hogar, exposición a contenidos violentos y la falta de programas de educación emocional, ya que
la ausencia de habilidades socioemocionales limita la capacidad de los estudiantes para gestionar
conflictos, afectando el clima escolar y su rendimiento académico. La metodología empleada
tiene un enfoque cualitativo, donde se diseñaron y validaron instrumentos como cuestionarios y
entrevistas con un grupo piloto de 10 estudiantes. Posteriormente, se aplicaron dichos
instrumentos a una muestra de 20 estudiantes de quinto año, cuyos resultados revelaron que,
aunque los estudiantes poseen estrategias para enfrentar conflictos, estas resultan insuficientes
para prevenir actos violentos dentro del aula. En respuesta a esta problemática, se plantean
estrategias de resolución de conflictos dirigidas a fortalecer las habilidades socioemocionales y
promover una convivencia escolar más pacífica y constructiva.
Palabras clave: estrategias de resolución de conflictos, violencia física y verbal,
habilidades socioemocionales, convivencia escolar
ABSTRACT
The main objective of this study is to propose conflict resolution strategies to reduce cases of
physical and verbal violence among students in the fifth year of basic education. School violence,
both physical and verbal, constitutes a significant problem that affects the mental and physical
health of students. Globally, it is estimated that 44% of students report intermediate levels of
violence, while 60% of young people between 11 and 18 years old have experienced insults,
rumors, cyberbullying and physical attacks. In the context of fifth grade, this phenomenon is
exacerbated by factors such as conflicts at home, exposure to violent content, and the lack of
emotional education programs, since the absence of socio-emotional skills limits students' ability
to manage conflicts. affecting the school climate and academic performance. The methodology
used has a qualitative approach, where instruments such as questionnaires and interviews were
designed and validated with a pilot group of 10 students. Subsequently, these instruments were
applied to a sample of 20 fifth-year students, whose results revealed that, although students have
strategies to face conflicts, these are insufficient to prevent violent acts within the classroom. In
response to this problem, conflict resolution strategies are proposed aimed at strengthening socio-
emotional skills and promoting a more peaceful and constructive school coexistence.
Keywords: conflict resolution strategies, physical and verbal violence, socio-emotional
skills, school coexistence
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Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 4022
INTRODUCCIÓN
La violencia física y verbal representa un grave problema social que impacta negativamente
las relaciones personales, el entorno laboral y, especialmente, el ámbito educativo. A nivel global,
esta problemática ha generado efectos perjudiciales en la salud física y mental de los estudiantes,
con secuelas que pueden extenderse a lo largo de sus vidas. Según López (2023), el 44% de los
estudiantes experimenta un nivel intermedio de violencia escolar, mientras que un 12% se
encuentra en niveles altos, evidenciando la magnitud del problema.
En el contexto ecuatoriano, casi el 60% de los estudiantes entre 11 y 18 años han sido
víctimas de algún acto violento en las escuelas, incluyendo insultos, rumores, sustracción de
pertenencias, ciberacoso y golpes (Unicef, 2017). Estas cifras reflejan que la violencia escolar no
distingue entre instituciones públicas y privadas, al igual que tampoco las zonas urbanas y rurales.
Particularmente, la violencia física y verbal en estudiantes de quinto año de educación
básica representa un desafío crítico. Este fenómeno está relacionado con factores como la
violencia en el hogar, la exposición a contenidos violentos en medios de comunicación y redes
sociales, y la falta de programas de educación emocional en las escuelas. Sin las herramientas
necesarias para manejar emociones y conflictos, los estudiantes perpetúan comportamientos
violentos que afectan tanto su bienestar como su rendimiento académico.
En este contexto, la evidencia del incremento de casos violentos dentro del aula de quinto
grado lleva a plantearse la siguiente interrogante “¿Cómo disminuir los casos de violencia física
y verbal entre estudiantes de quinto de básica?”, por lo que los investigadores tienen como
objetivo proponer estrategias de resolución de conflictos para disminuir los casos de violencia
física y verbal en estudiantes de quinto grado. Estas estrategias buscan promover el desarrollo de
habilidades socioemocionales y contribuir a un entorno escolar pacífico y propicio para el
aprendizaje.
Un entorno basado en respeto y empatía resulta crucial para todo individuo, dado que los
entornos armoniosos pueden prevenir conflictos, reducir manifestaciones de violencia y crear
espacios seguros donde cada persona pueda expresarse libremente sin temor a ser juzgada o
señalada.
La investigación que realiza López (2022), en una escuela de Chimalhuacán hace énfasis
en que, los niños están demasiado expuestos a diversos desafíos como las dificultades
económicas, la desigualdad social y la discriminación, lo que genera una manifestación de
cualquier tipo de violencia dentro y fuera del contexto académico. Esto la lleva a implementar
una propuesta basada en un programa filosófico de 1978 que se caracterizaba por integrar la
filosofía, principios éticos e interculturales, para disminuir estructuras que perpetúan violencia,
demostrando que la filosofía puede ser efectiva para promover entornos más inclusivos.
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 4023
Por otra parte, la investigación realizada por Martínez (2020), se enfoca en analizar la
mediación como una técnica efectiva para la resolución de conflictos en el contexto escolar.
Además, destaca que para que la mediación sea efectiva en la reducción de conflictos y violencia
en las escuelas, es esencial que toda la comunidad del proceso educativo esté activamente
comprometida con la estrategia.
La investigación realizada por Avivar (2023) en Valencia, tuvo como objetivo diseñar y
comprobar la efectividad de la intervención de un programa llamado Fhace up, el cual cuenta con
un enfoque cooperativo; al mismo tiempo que integra la inteligencia emocional para menorar la
violencia y mejorar del clima áulico. Sus hallazgos demostraron mejoras positivas y efectivas en
el aumento de la empatía, la mejora de la comunicación y la reducción de violencia verbal y física
entre los estudiantes, consiguiendo un aumento significativo en las relaciones interpersonales y
positividad en el aula.
Remache et al. (2023) en su trabajo realizado en un colegio de Quito- Ecuador, exploró las
estrategias educativas para la solución de conflictos escolares entre adolescentes. Los autores
revelaron una relación significativa entre componentes de conflicto, estrategias implementadas
por los docentes y acciones de convivencia, donde las estrategias más comunes incluían el
abordaje de conflictos y la participación de los estudiantes en la expresión y regulación de
emociones, por lo que la participación en normas, educación en valores y trabajo curricular son
parte relevante para resolver conflictos en el entorno escolar.
El trabajo presentado por Velastegui et al. (2023) realizado en Ambato- Ecuador, tuvo
como finalidad conceptualizar las estrategias que ayuden a prevenir conflictos entre los
estudiantes. Sus hallazgos indicaron que las estrategias que fomenten las relaciones, la
comunicación abierta, la empatía, la colaboración y participación pueden prevenir la violencia en
el aula, por lo cual, las estrategias que se involucren son capaces de mejorar significativamente
aspectos y habilidades sociales y emocionales en los estudiantes.
Smith (2023) define las estrategias de resolución de conflictos como “un conjunto de
técnicas y procedimientos diseñados para manejar, negociar y resolver conflictos entre individuos
o grupos, promoviendo la cooperación y la solución pacífica de los desacuerdos” (p. 45). De tal
modo las estrategias de resolución de conflictos no solo buscan solucionar las disconformidades
de forma inmediata, sino más bien su objetivo es transformar las relaciones entre las partes
involucradas, promoviendo un entendimiento mutuo y fortaleciendo la cooperación a largo plazo,
ya que este enfoque integral y constructivo permite que las partes no solo resuelvan sus
diferencias, sino que también desarrollen habilidades esenciales como la comunicación, la
empatía y la negociación.
Cabe destacar que el involucramiento de las familias siempre ha sido significativo para los
estudiantes, sobre todo para aquellos que se enfrentan a desafíos emocionales o conductuales,
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 4024
pues la colaboración entre el hogar y la escuela asegura que los enfoques de resolución de
conflictos sean coherentes y refuercen los mismos valores y habilidades en ambos entornos.
En este sentido, la teoría de resolución de conflictos de Johan Galtung se enmarca en torno
a un enfoque integral, dado que distingue entre violencia directa, estructural y cultural, lo que
significa que los conflictos no solo son el resultado de los enfrentamientos visibles o que
observamos a simple vista, sino que también están arraigado a estructuras sociales y culturales
que perpetúan la injusticia y la desigualdad.
Al hablar de violencia directa, se hace referencia a los actos de agresión física y verbal,
mientras que la violencia estructural se manifiesta en las desigualdades y sistemas opresivos que
buscan limitar las oportunidades de las comunidades y sociedades. En cuanto a la violencia
cultural, abarca las ideologías y creencias que justifican la violencia. A todo esto, el mismo Johan
Galtung introduce el término de paz positiva, la cual busca no solo ausentar los conflictos, sino
incrementar la presencia de condiciones que promuevan el desarrollo humano y la justicia social
de las personas.
La Organización Mundial de la Salud (2003), define a la violencia como el uso intencional
de una persona al aplicar una fuerza o poder físico hacia otra, sin embargo, también es concebida
como una amenaza hacia otro individuo, grupo o comunidad. De hecho, Herrera et al., (2004)
indica que, dentro de la violencia, se encuentran los llamados abusos naturales que son cuatro:
psicológico, verbal, físico y en muchas ocasiones sexual, lo que significa, que la víctima está
expuesta a recibir no solo un maltrato físico, sino más bien cualquier tipo de abuso dentro de
cualquier ámbito sea académico, familiar o incluso público.
De acuerdo con el Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos (2023) definen a la
violencia física como todo tipo de acto u omisión que produce un daño, sufrimiento físico, dolor
y en algunas ocasiones la muerte, por lo que este se manifiesta mediante golpes, quemaduras,
lanzamiento de objetos, intentos de estrangulamiento, entre otros. Por otra parte, Mendoza (2024)
manifiesta que la violencia verbal es aquella que pretende dañar a través de palabras a una
persona, afectando su bienestar emocional y psicológico. Esta forma de violencia se manifiesta
mediante insultos, humillaciones, amenazas, etc., mismas que tienen la intención de perjudicar la
autoestima y la salud mental de la persona que lo experimenta.
Haciendo una revisión exhaustiva, la violencia física que más se presentan entre estudiantes
que datan entre los 9 a 11 años, son los golpes, los empujones, el lanzamiento de objetos escolares
y los manotazos; mientras que la violencia verbal más utilizada son los insultos callejeros, las
amenazas y los apodos ofensivos hacia los demás compañeros.
Las escuelas actualmente se enfrentan a una variedad de desafíos desde los más pequeños
hasta los más significativos, por lo que el rol del docente es fundamental para promover espacios
áulicos que proyecten positividad y equidad, al mismo tiempo, puedan lograr que todos sus
estudiantes reciban una educación de calidad y calidez que les permita desarrollarse íntegramente.
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 4025
Un espacio donde exista violencia puede traer repercusiones en los aspectos emocionales
y sociales de los individuos, de tal forma, Armands (2022) indica que la violencia trae como
consecuencia más violencia y esta puede estar involucrada en diversos entornos, aunque es más
probable hallarlos en contextos políticos y sociales, no obstante, en las escuelas actualmente el
nivel de violencia puede incrementarse si no se toman medidas o tratamientos que ayuden a los
estudiantes a poder sobrellevar las diferencias que presenten.
Si bien es cierto, los estudiantes de quinto de educación básica están en una etapa crucial
para el fortalecimiento de habilidades sociales y emocionales, puesto que, a esta edad, los niños
comienzan a enfrentar desafíos más complejos en sus interacciones sociales, por lo que es
necesario que se integre dentro del proceso académico, estrategias que ayuden a mitigar los
efectos de la violencia y a no generar más de esta.
Entre las estrategias que mayormente los docentes utilizan dentro de sus clases, se
evidencia el uso de recursos didácticos que disminuyan emociones negativas; actividades
colaborativas que ayuden a que los estudiantes puedan relacionarse con sus compañeros; una
educación en valores a través de debates, el cual busca promover el respeto, la empatía y la
responsabilidad, permitiendo a los estudiantes reflexionar sobre su propio comportamiento.
MATERIALES Y MÉTODOS
Los investigadores han recurrido a emplear un enfoque de carácter cualitativo, que se
enfoca en comprender los fenómenos desde la perspectiva de los mismos participantes en relación
con los aspectos que los rodean, para de esta forma percibir sus realidades (Guerrero, 2016).
Asimismo, el estudio utilizó una combinación de métodos, siendo estos: deductivo, inductivo,
analítico, sintético, hipotético, estadístico y etnográfico debido que fue necesario abordar la
problemática existente.
Para el presente, se escogió el tipo de investigación de campo que, según Arias (2012)
recoge datos de los sujetos o del entorno donde se desarrolla la investigación sin necesidad de
modificar y alterar las variables; al igual que también tiene en consideración los datos que se
recopilan mediante la literatura. Del mismo modo, se aplicó una investigación explicativa,
analítica, aplicada y sincrónica.
El diseño de la investigación es no experimental y de corte transversal, porque describió y
analizó la relación de las variables en un único momento del tiempo y sin manipularlas, es decir,
observando los fenómenos tal como se presentan en su contexto natural. (Hernández Sampiere et
al., 2014).
En relación con la población, se ha considerado a 90 estudiantes de los tres paralelos “A”
“B” y “C” correspondientes a los quintos años de Educación Básica, de los cuales se seleccionó
a 20 estudiantes correspondientes al quinto año de educación básica paralelo “A”. Por tanto, el
muestreo es no probabilístico o por conveniencia, aunque también se les llama dirigidas o
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 4026
intencionales, puesto que la elección de los elementos no depende de la probabilidad sino de las
condiciones que permiten hacer el muestreo.
Entre los criterios de inclusión se tuvo en cuenta a estudiantes de quinto año de básica
paralelo “A”, que contaban con problemas de conducta y que han reportado haber experimentado
o presenciado violencia física o verbal en el entorno escolar. En cuanto a los criterios de exclusión,
no se tuvo en cuenta a estudiantes que hayan participado en programas de intervención sobre
violencia en el último año, para evitar sesgos en los resultados y aquellos que no asisten
regularmente a la escuela y, por lo tanto, no están expuestos al entorno escolar de manera
consistente.
Para la recopilación de los datos, se emplearon encuestas en forma de cuestionario para
conocer las percepciones y experiencias de los estudiantes en relación con las estrategias para
evitar la violencia en el ambiente escolar. Estos cuestionarios fueron diseñados con preguntas
cerradas y abiertas, ya que estas permiten capturar tanto la frecuencia de ciertos comportamientos
como las opiniones de los propios estudiantes.
Asimismo, se llevaron a cabo entrevistas en grupos focales con estudiantes, entre el 5 de
agosto y el 30 de agosto de 2024. Este enfoque permitió recoger datos cualitativos más profundos
sobre cómo los estudiantes perciben la violencia en el entorno escolar y cómo las estrategias
implementadas han influido en su experiencia educativa.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados se presentan en 5 tablas donde se muestran los resultados de la encuesta
correspondientes a los estudiantes y 3 tablas de la entrevista dirigido a los mismos estudiantes.
De acuerdo a la tabla 1, el 50% de los sujetos encuestados están totalmente de acuerdo con
utilizar la comunicación asertiva para expresar sus ideas y sentimientos cuando estas en un
conflicto con un compañero, el 45% en cambio están totalmente en desacuerdo y el 5% es
indiferente. Este hallazgo se alinea con estudios como los de Goleman (1995), quien resalta la
comunicación asertiva como una habilidad esencial para regular las emociones y fomentar
relaciones interpersonales saludables. No obstante, el 45% expresan un desacuerdo absoluto, lo
que podría evidenciar cierta resistencia a la aplicación de esta estrategia en el aula.
La tabla 2 muestra que el 65% está de acuerdo en que los actos de violencia física traen
consecuencias a los niños que lo sufren, un 20% manifiesta estar de acuerdo, el 5% está en
desacuerdo y el 10% está totalmente en desacuerdo. Estos hallazgos revelan que el 65% reconoce
las consecuencias negativas de la violencia física, mientras que el 20% manifiesta acuerdo
moderado, lo que refleja una amplia conciencia sobre sus efectos perjudiciales. Sin embargo, un
15% normalizan estos actos, Strauss (1994) destacando la necesidad de fortalecer la educación y
sensibilización.
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 4027
La tabla 3 muestra que un 55% participan activamente en clase cuando se desarrollan
técnicas para resolver conflictos en el aula. Un 35% también está de acuerdo y el 10% es
indiferente. Estos resultados muestran que el 55% participa activamente en actividades de
resolución de conflictos en el aula, mientras que un 35% también las valoran positivamente,
aunque con menor intensidad. Este alto nivel de aceptación sugiere que estas técnicas son
efectivas, lo que respalda investigaciones como la de Reyes et al. (2019), quienes destacan que
las estrategias de resolución de conflictos en entornos educativos fomentan la participación y el
desarrollo de habilidades socioemocionales.
La tabla 4 revela que el 15% considera que los actos de violencia verbal son frecuentes en
su escuela, mientras que el 55% está de acuerdo con esta percepción. Por otro lado, el 5% se
muestra indiferente, en contraste con el 25% que está en desacuerdo y el 10% que expresa un total
desacuerdo. Estos resultados reflejan que el 70% percibe la violencia verbal como una realidad
frecuente en su escuela, lo que evidencia una preocupación significativa por este problema. Esto
se alinea con lo señalado por Ortega-Ruiz y Núñez (2019), quienes afirman que la violencia verbal
deteriora el clima escolar y afecta tanto el bienestar emocional como el rendimiento académico
de los estudiantes.
La tabla 5 muestra que el 35% de los estudiantes está de acuerdo en aplicar las técnicas
aprendidas para resolver conflictos cuando tienen un problema con sus compañeros, el 60% está
de acuerdo y el 5% es indiferente. Los resultados indican que el 95% reconoce que aplicar las
técnicas aprendidas en clase, evidencia la efectividad en el desarrollo de habilidades
socioemocionales. Esto coincide con lo señalado por García-Carrión (2019), quien destaca que la
implementación de programas de resolución de conflictos mejora la convivencia escolar y
refuerza las competencias emocionales.
En la tabla 6 se determinó que las consecuencias que sufre un niño después de recibir
agresiones físicas en la escuela reflejan percepciones centradas en el impacto físico y emocional.
Las respuestas de los estudiantes enfatizan principalmente el dolor físico, como lesiones, caídas
y golpes fuertes, mientras que en el aspecto emocional se evidencia el llanto y la tristeza lo que
coincide con Mendoza (2024) quien indica que los niños son conscientes de que este tipo de
agresiones no solo afecta el cuerpo, sino también el estado emocional de quienes las sufren.
En la tabla 7 muchos de los estudiantes indican que los incidentes de violencia verbal en el
aula suceden "a veces", lo que sugiere que la violencia no es un fenómeno constante, pero se
ha vuelto una preocupación recurrente. Sin embargo, también se reporta que algunos la consideran
"muy frecuente", lo que podría ser un indicio de que existen situaciones conflictivas más
profundas. Por otro lado, algunos estudiantes mencionan que la violencia es "poco frecuente", lo
que refleja una percepción de que, en su experiencia, el problema no es tan grave. Estos hallazgos
coinciden con lo planteado por López (2023) quien muestra que el 44% de los estudiantes
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 4028
experimentan violencia escolar en niveles intermedios, y el 12% en niveles altos, lo que evidencia
la magnitud de este fenómeno.
En la tabla 8 algunos estudiantes creen que las reglas para prevenir la violencia en el aula
son efectivas, lo que sugiere que han tenido un buen impacto en su experiencia. Sin embargo, un
número considerable de estudiantes dice que las medidas son "poco efectivas" o que "falta cumplir
las reglas", lo que indica problemas en cómo se aplican o se siguen las normas. También hay
quienes opinan que "a veces son efectivas", lo que muestra que su uso puede ser inconsistente.
Estos resultados coinciden con lo manifestado por Martínez (2020) quien destaca la importancia
de un compromiso activo por parte de toda la comunidad educativa para que las estrategias de
resolución de conflictos, incluidas las normas para prevenir la violencia, sean efectivas.
Los resultados que reflejan las encuestas indican que, aunque los estudiantes reconocen la
importancia de utilizar la comunicación asertiva para resolver conflictos, aún existe una
resistencia notable hacia la implementación de la misma dentro del aula, lo que puede estar
relacionado con la falta de familiaridad o confianza para usarla en situaciones conflictivas. Por
otro lado, la mayoría de los estudiantes es consciente de las graves consecuencias que la violencia
física puede generar, aunque algunos tienden a minimizar su impacto. Este contraste refleja la
necesidad de una mayor educación sobre los efectos negativos de la violencia y el refuerzo de
estrategias que promuevan un ambiente escolar más seguro.
En contraste, los resultados de las entrevistas revelan que a pesar de los desafíos que
enfrentan, los estudiantes de quinto año han valorado positivamente las estrategias de resolución
de conflictos implementadas en el aula, especialmente la comunicación asertiva. La mayoría
considera que, si se utilizan correctamente, estas herramientas pueden ser efectivas para mitigar
los conflictos sin recurrir a la violencia. Sin embargo, se observa que, aunque muchos estudiantes
intentan aplicar estos métodos, no lo hacen de manera consistente, lo que resalta la necesidad de
reforzar su práctica diaria.
Estos hallazgos indican que para disminuir casos de violencia física y verbal en el aula de
quinto grado paralelo “A” se deben implementar estrategias de resolución de conflictos más
detalladas y adaptadas a las necesidades particulares de los estudiantes. Por tanto, es crucial que
las estrategias no solo incluyan la aplicación de técnicas generales, como la comunicación asertiva
y la mediación, sino también la personalización de las intervenciones, considerando factores como
las diferencias en los estilos de aprendizaje, la diversidad emocional de los estudiantes y la
implicación activa de toda la comunidad educativa.
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 4029
Tabla 1
Comunicación para resolver conflictos
Criterio
F
Fa
Fr
FRa
Totalmente de acuerdo
10
10
50%
50%
De acuerdo
9
19
45%
95%
Indiferente
1
20
5%
100%
En desacuerdo
0
20
0%
100%
Totalmente en desacuerdo
0
20
0%
100%
Total
20
100%
Figura 1
Comunicación para resolver conflictos
Tabla 2
Consecuencias de los actos de violencia física
Criterio
F
Fr
FRa
Totalmente de acuerdo
13
65%
65%
De acuerdo
4
20%
85%
Indiferente
0
0%
85%
En desacuerdo
1
5%
90%
Totalmente en desacuerdo
2
10%
100%
Total
20
100%
Totalmente
de acuerdo
50%
De acuerdo
45%
Indiferente
5% En
desacuerdo
0%
Totalmente
en
desacuerdo
0%
Totalmente de acuerdo De acuerdo
Indiferente En desacuerdo
Totalmente en desacuerdo
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Figura 2
Consecuencias de los actos de violencia física
Tabla 3
Participa activamente en el desarrollo de técnicas
Criterio
f
Fa
Fr
FRa
Totalmente de acuerdo
11
11
55%
55%
De acuerdo
7
18
35%
90%
Indiferente
2
20
10%
100%
En desacuerdo
0
20
0%
100%
Totalmente en desacuerdo
0
20
0%
100%
Total
20
100%
Figura 3
Participa activamente en el desarrollo de técnicas
65%
20%
0%
5%
10%
Totalmente de acuerdo
De acuerdo
Indiferente
En desacuerdo
55%35%
10%
0%0%
Totalmente de acuerdo
De acuerdo
Indiferente
En desacuerdo
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 4031
Tabla 4
Actos de violencia verbal en la escuela
Criterio
f
Fa
fr
FRa
Totalmente de acuerdo
3
3
15%
15%
De acuerdo
11
14
55%
70%
Indiferente
1
15
5%
75%
En desacuerdo
3
18
15%
90%
Totalmente en desacuerdo
2
20
10%
100%
Total
20
100%
Figura 4
Actos de violencia verbal en la escuela
Tabla 5
Técnicas para resolver conflictos
Criterio
f
Fa
fr
FRa
Totalmente de acuerdo
7
12
60%
15%
De acuerdo
12
19
35%
50%
Indiferente
1
20
5%
55%
En desacuerdo
0
20
0%
55%
Totalmente en desacuerdo
0
20
0%
55%
Total
20
100%
15%
55%
5%
15%
10%
Totalmente de acuerdo
De acuerdo
Indiferente
En desacuerdo
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 4032
Figura 5
Técnicas para resolver conflictos
Tabla 6
¿Qué consecuencias sufre un niño o niña después de que alguien le
pega o empuja en la escuela?
Estudiante # 1
Le causaría dolor
Estudiante # 2
Se lastimaría la pierna
Estudiante # 3
Se podrían lesionar los niños que se
caen
Estudiante # 4
Que se caería duro
Estudiante # 5
Le haría llorar
Estudiante # 6
Los niños lastimados se pondrían
tristes
Tabla 7
¿Con qué frecuencia se reportan incidentes de violencia verbal en el
aula de clase?
Estudiante # 1
A veces hay malas palabras
Estudiante # 2
Pasa a veces
Estudiante # 3
Es muy frecuente que se violencia
verbal entre los compañeros
Estudiante # 4
Poco frecuente la violencia verbal y
física
Estudiante # 5
A veces se pelean mucho los
compañeros
Estudiante # 6
Que se pelean pocas veces entre
compañeros, a veces entre puñetes y
mañas palabras
35%
60%
5% 0%0%
Totalmente de acuerdo
De acuerdo
Indiferente
En desacuerdo
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 4033
Tabla 8
¿Qué tan efectivas consideras que son las medidas de seguridad y las
reglas para prevenir violencia en el aula?
Estudiante # 1
Son poco efectivas las medidas de
seguridad.
Estudiante # 2
Falta cumplir las reglas
Estudiante # 3
En realidad, poco efectivas las reglas
del aula
Estudiante # 4
Si son efectivas las reglas del aula
Estudiante # 5
Si son efectivas
Estudiante # 6
Solo a veces son efectivas las reglas
para prevenir la violencia.
CONCLUSIONES
De los resultados mostrados, de su análisis y de su discusión, se pueden obtener las
siguientes conclusiones: 1) Los casos de violencia física y verbal son recurrentes a la hora de
clases, pues estos casos de violencia muestran patrones de relación con factores negativos como
hogares violentos y conflictivos, influencia de contenidos violentos en medios de comunicación
y falta del desarrollo de habilidades socioemocionales. 2) Los estudiantes cuentan con estrategias
que les permiten resolver conflictos, pero al final no son suficientes, por lo que las situaciones
más frecuentes de violencia son los insultos, las burlas, las caídas y los golpes fuertes, al igual
que los aspectos emocionales, lo que claramente causa impactos negativos en el entorno áulico.
3) Las estrategias de resolución de conflictos deben incluir un enfoque emocional, ya que los
estudiantes que cuentan con mayor gestión emocional son menos propensos a crear y perpetuar
escenarios de violencia. 4) Las estrategias de resolución de conflictos estrategias basada en la
sensibilización con enfoques de desarrollo emocional pueden resultar crucial para disminuir los
casos de violencia física y verbal dentro de las aulas de clases, puesto que las actividades cumplen
con los objetivos planteados al querer fomentar entornos positivos y pacíficos dentro del entorno
escolar mediante el involucramiento de la empatía, el respeto mutuo entre compañeros, relaciones
sociales y la gestión adecuada de emociones.
Vol. 11/ Núm. 2 2024 pág. 4034
REFERENCIAS
Avivar- Càceres, S. (2023). Programa de resolución de conflictos fhace up! para la mejora de la
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