
Vol. 12/ Núm. 1 2025 pág. 3191
https://doi.org/10.69639/arandu.v12i1.798
Implementación de la administración comunitaria para el
fortalecimiento académico y pedagógico en la Escuela Básica
N° 578 Defensores del Chaco, en la ciudad de Pilar. Año 2025
Implementation of community management for academic and pedagogical
strengthening at Defensores del Chaco Elementary School No. 578, in the city of Pilar.
2025
Lizzie Noemy Vargas Montiel
lizzievargas1977@gmail.com
https://orcid.org/0009-0001-9596-9425
Universidad Nacional de Pilar
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Pilar - Paraguay
Artículo recibido: 10 febrero 2025 - Aceptado para publicación: 20 marzo 2025
Conflictos de intereses: Ninguno que declarar
RESUMEN
La investigación sobre la implementación de la administración comunitaria en la Escuela Básica
N° 578 Defensores del Chaco, en la ciudad de Pilar, busca determinar cómo esta estrategia
contribuye al fortalecimiento académico y pedagógico de los estudiantes en el año 2025. Los
objetivos específicos incluyen identificar las acciones para integrar a los padres y la comunidad,
evaluar el impacto en la formación de los docentes, analizar la percepción de los estudiantes sobre
su entorno educativo y examinar la influencia de la colaboración comunitaria en el trabajo
docente. La hipótesis plantea que la implementación de prácticas comunitarias efectivas mejorará
tanto los resultados académicos como el ambiente escolar. El estudio tuvo un diseño no
experimental, descriptivo y utilizó un enfoque cualitativo y cuantitativo. La muestra incluyó a
docentes, estudiantes, padres de familia y un directivo, con un total de 109 participantes. Los
datos fueron recolectados mediante cuestionarios y entrevistas semi-estructuradas. Los resultados
indican que la participación de los padres de familia es positiva, pero se debe ampliar en
actividades interactivas. Las iniciativas comunitarias han tenido un impacto moderado en la
formación docente, destacando la necesidad de alinear las actividades con las necesidades
pedagógicas. Los alumnos perciben un entorno escolar motivador, aunque algunos sugieren áreas
de mejora. La colaboración comunitaria ha mejorado la comunicación y el compromiso en el aula,
pero algunos docentes mencionan la falta de recursos y formación específica. Se recomienda
ampliar la participación parental, adaptar las actividades a las necesidades pedagógicas, fortalecer
la comunicación y mantener un ambiente inclusivo. En general, la administración comunitaria ha
tenido un impacto positivo, aunque persisten áreas de mejora.
Palabras clave: administración comunitaria, fortalecimiento académico, participación
parental, formación docente, entorno educativo

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ABSTRACT
The research on the implementation of community management at the Escuela Básica N° 578
Defensores del Chaco, in the city of Pilar, seeks to determine how this strategy contributes to the
academic and pedagogical strengthening of students in 2025. The specific objectives include
identifying actions to integrate parents and the community, evaluating the impact on teacher
training, analyzing students' perceptions of their educational environment, and examining the
influence of community collaboration on teaching work. The hypothesis suggests that the
implementation of effective community practices will improve both academic results and the
school environment. The study had a non-experimental, descriptive design and used a qualitative
and quantitative approach. The sample included teachers, students, parents, and one principal,
totaling 109 participants. Data was collected through questionnaires and semi-structured
interviews. The results indicate that parental involvement is positive but should be expanded to
include more interactive activities. Community initiatives have had a moderate impact on teacher
training, highlighting the need to align activities with pedagogical needs. Students perceive the
school environment as motivating, although some suggest areas for improvement. Community
collaboration has improved communication and commitment in the classroom, but some teachers
mention the lack of resources and specific training. It is recommended to expand parental
participation, adapt activities to pedagogical needs, strengthen communication, and maintain an
inclusive environment. Overall, community management has had a positive impact, though there
are areas for improvement.
Keywords: community management, academic strengthening, parental participation,
teacher training, educational environment
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INTRODUCCIÓN
La administración comunitaria en la educación ha ganado relevancia en las últimas
décadas, reconociendo la importancia de la colaboración entre instituciones educativas, familias
y comunidades para mejorar los resultados académicos. Este enfoque busca transformar la
dinámica educativa mediante la inclusión activa de diversos actores sociales, promoviendo mayor
compromiso en el proceso de enseñanza-aprendizaje (Rendón, 2021).En este contexto, la Escuela
Básica N° 578 Defensores del Chaco, ubicada en la ciudad de Pilar, enfrenta desafíos que
requieren la acción de la comunidad para fortalecer el rendimiento escolar de los estudiantes.
Una ventaja clave de la administración comunitaria es su capacidad para crear un entorno
educativo inclusivo y motivador. Según (Rojas & Martínez, 2020), la participación activa de la
comunidad mejora el aprendizaje y refuerza el sentido de pertenencia y la identidad escolar. Para
la Escuela Básica N° 578, es esencial identificar prácticas comunitarias efectivas que atiendan las
necesidades de los estudiantes y sus familias.
Sin embargo, muchas instituciones, incluida esta escuela, enfrentan obstáculos en la
implementación de estas prácticas, como la falta de capacitación docente y una comunicación
limitada entre la escuela y la comunidad (González, 2019). Por ello, es necesario analizar cómo
estas barreras afectan el proceso pedagógico y académico en la institución. Este estudio busca
determinar cómo la administración comunitaria puede fortalecer el rendimiento académico y
pedagógico de los estudiantes de la Escuela Básica N° 578 a través de un enfoque mixto, que
explora las percepciones de docentes, estudiantes y padres.
La administración comunitaria es clave para el desarrollo educativo, especialmente en áreas
donde la participación comunitaria puede tener un impacto significativo. En la Escuela Básica N°
578, uno de los principales desafíos es integrar eficazmente las prácticas comunitarias dentro del
modelo educativo. La desconexión entre la escuela y la comunidad puede generar bajo
rendimiento académico y desmotivación (Mizala & Romaguera, 2017). Según (González, 2020),
cuando los padres y la comunidad sienten que su participación es valorada, su compromiso
aumenta, lo que mejora el rendimiento escolar. Sin embargo, la desconfianza y falta de
información pueden limitar esta participación.
La formación docente es otro factor determinante. Los maestros que participan activamente
en la gestión comunitaria adoptan metodologías pedagógicas más inclusivas (Ball, 1989). Sin
embargo, en la Escuela Básica N° 578 muchos docentes carecen de la capacitación necesaria para
involucrarse plenamente, lo que limita la mejora del entorno educativo y el rendimiento de los
estudiantes.
Por lo tanto, medir el impacto de la administración comunitaria en los resultados
académicos es esencial. Diversos estudios sugieren que la colaboración escuela-comunidad
mejora los índices de aprendizaje (MEC, 2021), pero es necesario un análisis específico para

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comprender su relación en este contexto. Este estudio se enfoca en identificar y analizar las
prácticas implementadas en la escuela, a través de las siguientes preguntas: a) ¿Qué acciones se
han llevado a cabo para integrar a los padres y la comunidad en el proceso educativo? b) ¿Cómo
estas iniciativas han ayudado a los maestros a mejorar sus métodos de enseñanza? c) ¿Cómo
perciben los alumnos el entorno educativo generado por estas prácticas y su relación con el
rendimiento académico? d) ¿Cuál es la opinión de los docentes sobre la influencia de la
colaboración comunitaria en su trabajo?
Los objetivos del estudio incluyen identificar las acciones de integración comunitaria en la
Escuela Básica N° 578, evaluar el impacto de estas prácticas en los maestros, analizar la
percepción de los estudiantes sobre el entorno educativo y examinar la opinión de los docentes
sobre la colaboración comunitaria. Se plantea la hipótesis de que la implementación efectiva de
estas prácticas contribuirá positivamente al fortalecimiento académico y pedagógico de los
estudiantes.
Este estudio es relevante, ya que destaca la importancia de la colaboración entre la
comunidad y la escuela para el desarrollo integral de los alumnos. Los resultados no solo
beneficiarán a la escuela, sino también a las familias y la comunidad de la ciudad de Pilar,
promoviendo una educación más inclusiva y equitativa. Además, contribuirá al conocimiento
científico sobre la administración comunitaria en el ámbito educativo, un área que necesita más
atención y desarrollo.
Bases teóricas
Antecedentes de la investigación
La conexión entre la administración comunitaria y la optimización educativa ha sido
ampliamente analizada a nivel global. (Pérez & Díaz , 2020), define un esquema teórico para las
relaciones entre instituciones educativas, familias y comunidades, destacando que la cooperación
activa de la comunidad puede mejorar significativamente el desempeño escolar al generar un
ambiente inclusivo y comprometido. Este enfoque subraya la relevancia de establecer conexiones
sólidas entre los actores educativos, lo cual incrementa los rendimientos académicos.
Por su parte, (Baker, et al., 2016), llevaron a cabo un estudio comparativo sobre la
implicación comunitaria en diversos países, concluyendo que las instituciones educativas que
implementan estrategias de administración comunitaria muestran avances tanto en los resultados
académicos como en el bienestar de los estudiantes. Su investigación subraya la importancia de
incorporar a la comunidad en el proceso educativo, lo cual se traduce en una mejora tanto en la
calidad del aprendizaje como en la satisfacción de los alumnos.
En un contexto específico de América Latina, (Padrón & González, 2019), analizaron el
impacto de las iniciativas comunitarias en escuelas rurales. Su estudio evidenció que la gestión
comunitaria no solo mejora el rendimiento académico, sino que también fomenta un sentido de
pertenencia y motivación en los estudiantes, aspectos clave para el fortalecimiento pedagógico.

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Los autores argumentan que la creación de lazos fuertes entre la comunidad y las escuelas rurales
genera un contexto de apoyo que facilita el aprendizaje y la inclusión social.
(Rojas & Martínez, 2021), examinaron cómo las interacciones entre la escuela y la
comunidad pueden estructurarse para maximizar su efectividad, concluyendo que una
comunicación clara y estrategias de involucramiento bien definidas son fundamentales para
generar un impacto positivo en el rendimiento académico. Según los autores, cuando la escuela y
la comunidad cooperan en la formulación de objetivos comunes, se favorece un entorno más
dinámico y colaborativo, lo que a su vez potencia el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En línea con estos estudios, (López & González, 2020), señalaron que el involucramiento
comunitario permite una adaptación de las estrategias pedagógicas a las necesidades específicas
de los estudiantes, lo cual es esencial para mejorar los resultados académicos. Los autores
argumentan que cuando las familias y la comunidad participan activamente, las escuelas pueden
beneficiarse de un mayor conocimiento contextual, lo que facilita la implementación de
metodologías más apropiadas y eficaces.
En relación con el impacto de la administración comunitaria en la formación profesional
de los docentes, (Ball, 1989), realizaron un estudio que demuestra que los maestros que participan
en proyectos de gestión comunitaria desarrollan competencias pedagógicas más inclusivas y
efectivas. Los docentes adquieren nuevas herramientas que les permiten involucrar de manera
más activa a los estudiantes, adaptando sus enfoques pedagógicos para atender la diversidad de
necesidades presentes en el aula.
En el ámbito latinoamericano, diversos estudios han demostrado que la administración
comunitaria tiene un impacto positivo no solo en los rendimientos académicos, sino también en
la creación de un entorno escolar más participativo e inclusivo. Según (Paredes & Rodríguez,
2017), las prácticas comunitarias pueden fomentar una mayor cohesión social y una reducción de
las desigualdades educativas, especialmente en contextos de alta vulnerabilidad socioeconómica.
Su investigación pone en evidencia que, en países de América Latina, las escuelas que fomentan
la participación activa de la comunidad tienden a presentar mejores resultados en pruebas
estandarizadas, además de fortalecer el sentido de pertenencia de los estudiantes.
Un estudio similar realizado por (Pérez & Díaz , 2020), en el contexto de las zonas
periféricas de ciudades latinoamericanas concluyó que la administración comunitaria contribuye
al fortalecimiento pedagógico al proporcionar un espacio de apoyo emocional y académico a los
estudiantes. Los autores afirman que los proyectos educativos que incluyen a las familias y a los
actores sociales locales generan un entorno educativo más seguro y motivador, lo que resulta en
una mejora del rendimiento académico y una disminución de la deserción escolar.
Por último, en un estudio realizado en escuelas de la ciudad de Buenos Aires, (Martínez &
Vázquez, 2022), investigaron el impacto de la participación comunitaria en la mejora pedagógica
y académica de las instituciones educativas. Los resultados mostraron que, en aquellas escuelas

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donde se promovió una estrecha colaboración entre los docentes, los padres y la comunidad, se
observó un mayor compromiso de los estudiantes con su educación y una mejora en los resultados
académicos. Además, los docentes reportaron un aumento en su motivación y en su percepción
de apoyo, lo que contribuyó al fortalecimiento de las metodologías pedagógicas.
Gestión educativa en la escuela del siglo XXI
La institución educativa se caracteriza por la presencia de dos tipos de liderazgo
principales: el del administrador y el del profesor. Es importante señalar que los centros
educativos ya no pueden funcionar bajo el modelo en el que administradores y profesores se
limitan a cumplir con un mandato jerárquico sin asumir un compromiso ético. Este enfoque debe
ser sustituido por una visión que promueva la corresponsabilidad en el proceso de aprendizaje de
los estudiantes. De lo contrario, estos actores podrían convertirse en elementos disfuncionales
frente a una realidad educativa que ya no es estática ni meramente reproductora, sino dinámica y
en constante cambio.
Breve historia
Con el inicio del siglo XX se empieza cuestionar la forma cómo están organizadas las
escuelas, y si su organización contribuye a la adquisición de las competencias que requiere el
contexto en que se desarrolla el alumno, así como el papel que juega el liderazgo en el éxito
escolar, concluyéndose que la estructura escolar constituye un impedimento real, dado que no
apoya el aprendizaje efectivo de los educandos. De esto deviene un movimiento de
reestructuración de los centros escolares en todo el mundo. La reestructuración escolar tiene un
ciclo que va de lo que queremos a lo que podemos alcanzar, es una especie de interjuego entre
nuestras esperanzas y aspiraciones puestas en práctica en una realidad presente. Esto es un
rediseño de futuro donde juega un papel importante el pasado y el presente de los centros
educativos que se manifiesta en condiciones concretas. Este conjunto de condiciones está
motivando una cierta reconversión, rediseño o “reestructuración” del lugar y papel de la escuela,
tal como quedó configurada en el proyecto ilustrado de la modernidad. Esta reconversión afecta
a elementos nucleares del sistema, como son los modos de enseñanza y aprendizaje, los roles y
responsabilidades, y muy especialmente las relaciones con padres y comunidades, que confluyen
en lo que se ha dado en llamar movimiento de reestructuración o reconversión del sistema escolar
(Bolivar, et al., 2013).
La idea de reestructuración en los centros escolares ha seguido un proceso demasiado
azaroso en el mundo, de tal forma que cada centro escolar, región y/o país sigue su propia lógica,
agotando una serie de pasos diferenciados: Descentralización, dándose poder de decisión al
profesorado y mercantilizando los servicios educativos; autonomía y gestión desde el centro
escolar; decisiones compartidas en el colectivo y un liderazgo dinámico y transformador;
reprofesionalización de docentes y administradores y; reconstrucción de los centros educativos.
El problema se encuentra en el punto de partida, pues no podemos ignorar el pasado burocrático,

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pero tampoco debemos apostar a un futuro laxo cuando los administradores y profesores
absorbieron y defienden una cultura, que si bien obsoleta pero que da contexto a su accionar
cotidiano.
Usualmente, el movimiento de reforma demanda adaptabilidad en la estructura
organizativa, lo que es beneficioso para el entorno político. No obstante, ha traído repercusiones
adversas para la mayoría de la población. Aunque se ha logrado progresar hacia la eficiencia y
eficacia, la deshumanización del proceso educativo llega a niveles excesivamente altos, de manera
que lo lógica pedagógica ha sido reemplazada por la política o la ideología.
En otras palabras, la profesión de educador ha sido relegada a iniciativas educativas
distintas para promover la selección de clientes con diferentes habilidades de consumo; en lugar
de una ciudadanía que se empeña con su sistema educativo en alcanzar una mayor equidad
(Escudero, 1994).
El caso es que por este camino no se han podido resolver los problemas principales de los
centros educativos, sobre todo aquellos que tienen que ver con la función social que la sociedad
le ha asignado. Es claro que las reestructuraciones en el mundo empezaron en la década de los
ochenta en los países desarrollados y el tema de la convivencia positiva cada día se ve más lejos.
De manera más precisa, con “reestructuración” nos referimos en primer lugar a un fenómeno y
discurso político y educativo propiamente norteamericano, que no obstante ti ene derivaciones y
coincidencias paralelas e importantes en Australia, Nueva Zelanda y Gran Bretaña. Y en la
medida en que estas orientaciones se han extendido en el mundo occidental, estarían representadas
en diversas medidas en políticas educativas europeas, y en los nuevos lemas que en España han
entrado con motivo de la Reforma Educativa, especialmente a partir de 1994-95 (Bolívar, 2008).
Por esta razón, se hace urgente explorar nuevas rutas en el proceso de reforma. Es
fundamental, en primer lugar, reflexionar sobre nuestros objetivos y luego determinar las
reformas necesarias.
Debemos partir de nuestros sueños, aspiraciones y esperanzas, construyendo a partir de
ellos la estructura adecuada para alcanzarlos. En este contexto de reestructuración, es crucial
redefinir el papel del liderazgo en el centro educativo. Sin embargo, esta idea no es bien recibida
por las burocracias educativas a nivel mundial, ya que implica, en esencia, una evasión del control
social que todavía ejerce la institución escolar. No obstante, existe el riesgo de que la situación
continúe en un ciclo de "cambiar para no cambiar", donde se busca transferir la responsabilidad
a los gobernados y legitimar un liderazgo político en declive.
Resulta innegable que los estándares, las comparaciones internacionales y la rendición de
cuentas públicas sólo han producido mayor competencia, pero no han contribuido al aprendizaje
exitoso de los alumnos. Se presume que la competencia hará posible la calidad de los aprendizajes,
habida cuenta que en la lucha por ofrecer el servicio se logrará la mejora. Dicho de otra forma, es

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la libertad del mercado en educación lo hace posible la calidad del servicio. Exactamente igual
que en la economía.
En la realidad el nuevo modelo de organización de los centros escolares refleja una mezcla
rara de los aspectos principales del fenómeno educativo: descentralización que se adapta al
contexto, corresponsabilidad ética, competencias para enfrentar la vida, etc. En toda
reestructuración intervienen los sujetos que tienen relación directa con el servicio educativo:
directivos, profesores, padres de familia y alumnos.
Según (Bolívar, 2008), en relación a ellos aparecen cuatro dimensiones nucleares
componentes de la “reestructuración”:
• Descentralización y gestión basada en la escuela,
• Elección de centros
• Incremento de la capacitación del profesorado,
• Reconstrucción del currículum por los centros.
En el caso de la primera dimensión se refiere al poder que debe tener la escuela para
organizarse a partir de la decisión los agentes o sujetos escolares, con lo cual se habla de cierto
grado de autonomía que ha de conducir a la corresponsabilidad. En este renglón el liderazgo juega
un papel determinante en la medida en que delega a otros tal capacidad de organización, buscando
multiplicarse hacia otros al tiempo que establece alianzas con fuerzas externas a la escuela.
En la segunda categoría, libertad para elegir el centro educativo, es una réplica de lo que
sucede en el mercado, pues se considera que la competencia traerá como consecuencia la calidad
del servicio. En esta idea el liderazgo es una especie de gerencia en busca de clientes, donde el
centro escolar ingresa a la competencia con los demás centros. Para lograr autonomía y competir
en el mercado es imprescindible la capacitación del profesorado y de la reformulación del
currículo, dado que sólo así se puede hablar de liderazgos múltiples. Ya no se trata de que el
profesor responda al estado sino a la comunidad.
Características en el liderazgo transformador
• Dirigir desde el núcleo de relaciones
• Posibilitar y apoyar el éxito del profesorado
• Ser germen del proceso de cambio
• Extenderse a la comunidad escolar
• Estar convencido de que la organización del centro es para hacer realidad el derecho por
aprendizajes exitosos
• Trabajar para una real ciudadanía
Gestión y liderazgo
Es conveniente clarificar el concepto de liderazgo actual. La literatura sobre el tema
generalmente se enfoca en una definición amplia de líder. En este apartado, nos aproximaremos
a una definición más específica de liderazgo, considerando su evolución a lo largo del tiempo.

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Desde los estudios de Maquiavelo en el siglo XVI, quien sostenía que un liderazgo eficaz
es aquel que logra mantener un flujo adecuado de información confiable sobre los asuntos que
requieren decisiones y, al mismo tiempo, consigue el respeto necesario para autorizar la
implementación de estas decisiones. Posteriormente, en el siglo XIX, se comienza a estudiar de
manera más sistemática los elementos que constituyen el proceso de liderazgo. Finalmente, en el
siglo XX, los estudios se centran en figuras históricas, con un enfoque en el liderazgo como un
rasgo innato de la personalidad.
Existe una gran dificultad en cuanto a encontrar la definición de quién es un líder, y cuando
se ejerce la función de liderazgo. Un elemento que se suele repetir en las diversas definiciones es
que el liderazgo implica un proceso de influencia entre el líder y sus seguidores.
(Bass, 1981), presenta más de setenta definiciones de liderazgo, concluyendo de todas ellas
que los líderes son agentes de cambio, personas cuyas acciones afectan más a las demás personas
que las de las demás a ellas, de modo que el liderazgo se manifiesta cuando un integrante del
grupo modifica la motivación o la capacidad de los demás del grupo. En el estudio del liderazgo
pueden identificarse determinadas etapas históricas en las que han ido variando los enfoques
adoptados y los temas centrales de estudio.
Así podemos reagrupar en cuatro, los enfoques o formas de entender el liderazgo:
• El liderazgo como una colección de rasgos del carácter y personalidad.
• El liderazgo como conducta, que tuvo su apogeo en la segunda mitad del siglo XX.
• Liderazgo como una función del entorno y de las situaciones.
• El nuevo liderazgo.
Aunque es ampliamente aceptada la función gestora a la de liderazgo sostiene (Lorenzo,
2004), que no se debe obviar la necesidad de que los líderes a veces desarrollen parcelas
administrativas. Por lo tanto, podemos decir que lograr el equilibrio en el conjunto de
responsabilidades que afronta el liderazgo, es la dificultad que conlleva el propio desempeño del
mismo. Aunque combinar las funciones es una de las claves, liderar es algo más, es ir más lejos,
se trata de sustentar una dinámica más rica y creadora con la organización y con el grupo. “Es
implicar, crear colaboración, buscar la satisfacción de los miembros, innovar y mejorar
continuamente” (p. 195)
Aparece aquí una nueva faceta de especial importancia, la influencia del líder en el grupo,
porque es ahí donde nace y toma sentido la función de liderazgo, como persona o personas que
dinamizan el grupo. El concepto se despega de esa teoría de liderazgo basada en rasgos de la
personalidad. Si no que el grupo atribuye, según el momento y la actividad a determinados sujetos.
Compartimos la opinión de (Lorenzo, 2004), en el siguiente sentido: “El liderazgo se encarna, por
tanto, en personas distintas que no nacen líderes y en situaciones o contextos distintos”.
“Actualmente no se entiende como una atribución individual o ambiental. El liderazgo se

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conceptualiza como una función, una cualidad y una propiedad que reside en el grupo y que
dinamiza la organización” (p. 195)
La importancia del puesto de director/a dentro de la organización, es evidente, mencionaba
(Ball, 1989), que, por su situación única de autocracia admitida, se da por sentado que es una fi
gura responsable de planificar y mantener la organización formal de la escuela, por lo que su
manera de aplicar la autoridad va a quedar plasmada en el tipo de escuela que va a dirigir. Es lo
que (Hargreaves & Fink, 2008), definen como “amplitud”, es el liderazgo que se extiende a
diferentes personas. El liderazgo no se limita a los cargos ejecutivos y que podía ser ejercido por
cualquier miembro de la organización. Esta idea nos presenta un estilo de liderazgo que puede
fluir por toda estructura organizativa.
El informe de la (OCDE, 2009), desarrolla esta idea como una de las estrategias claves, que
va a permitir una mejora del liderazgo escolar. La evidencia muestra que diferentes miembros del
personal de escuelas y consejos escolares participan en maneras distintas en las funciones y
responsabilidades que pueden influir en los resultados de la escuela. Se reconoce que los equipos
de liderazgo escolar, más que una sola persona, desempeñan una función vital en el desarrollo
escolar y que una definición más clara de las funciones y de su distribución puede contribuir a
una mayor eficacia y mejor condición para el liderazgo (p. 75)
(Hargreaves & Fink, 2008), desarrollan las conclusiones sobre liderazgo transformador que
han tenido mayor importancia para el liderazgo distribuido:
• Los efectos del liderazgo sobre el aprendizaje del alumnado son pequeños pero importantes
desde la perspectiva de la educación.
• El profesorado considera que aquellos centros en los que ellos facilitan un liderazgo de
mayor influjo son más eficaces e innovadores.
• Distribuir una buena parte de la actividad directiva a los profesores/as ejerce un influjo
positivo sobre la eficiencia de los/las docentes y la integración del alumnado.
• Las prácticas de liderazgo transformador son útiles en casi todas las situaciones de
cualquier organismo.
• El liderazgo transformador “depende de reconocer las características y los retos exclusivos
de determinados tipos de contextos de unos organismos y de la forma de reaccionar ante
ellos”.
• El liderazgo del profesor/a produce un efecto importante sobre la participación del
alumnado, muy superior a los efectos del liderazgo del director/a después de tener en cuenta
las circunstancias familiares de los alumnos y alumnas.
Administración comunitaria en el ámbito educativo
La administración comunitaria en el ámbito educativo se refiere a la colaboración y
participación activa de diversos actores sociales, como docentes, estudiantes, familias,
autoridades locales y miembros de la comunidad, en la gestión de la educación con el fin de

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mejorar la calidad educativa y el bienestar de todos los involucrados. En este proceso, se busca
fortalecer los vínculos entre la escuela y su entorno, creando espacios de diálogo y cooperación
que contribuyan al desarrollo integral de los estudiantes y a la mejora de la comunidad educativa
en general.
Según el Ministerio de Educación y Ciencias en Paraguay (MEC, 2021), la administración
comunitaria se entiende como un proceso colaborativo en el que la comunidad juega un papel
activo en las decisiones educativas, tomando parte en el diseño, ejecución y evaluación de las
políticas y prácticas pedagógicas. Esta perspectiva fomenta un enfoque más inclusivo y
participativo que permite que la educación no sea solo responsabilidad de los docentes y
directivos, sino también de las familias y la comunidad en general.
Participación de los padres y la comunidad
La participación de los padres y miembros de la comunidad en la educación de los niños y
jóvenes es uno de los pilares fundamentales de la administración comunitaria. Los estudios han
demostrado que cuando los padres se involucran activamente en las actividades escolares de sus
hijos, los estudiantes tienden a obtener mejores resultados académicos y a desarrollar una mayor
motivación hacia el aprendizaje (Martínez & Vázquez, 2022). Este tipo de colaboración incluye
actividades como reuniones regulares entre padres y maestros, participación en la organización
de eventos escolares, y la creación de espacios de apoyo y tutoría.
La importancia de esta participación no solo se refleja en el rendimiento académico, sino
también en el desarrollo emocional y social de los estudiantes. Según (González, 2020),los niños
y adolescentes que reciben apoyo constante en sus hogares y en la comunidad escolar desarrollan
una mayor autoestima y confianza en sí mismos, lo cual se traduce en un compromiso más sólido
con su educación. Además, el apoyo comunitario ayuda a los estudiantes a sentirse parte de un
grupo, promoviendo valores como la solidaridad y la cooperación, lo que tiene un impacto
positivo en su comportamiento dentro y fuera de la escuela.
Capacitación docente y metodologías innovadoras
La administración comunitaria también implica la capacitación continua de los docentes en
métodos y enfoques pedagógicos que favorezcan la participación activa de la comunidad. (López
& Sánchez, 2018), resaltan que, cuando los docentes reciben formación en gestión comunitaria,
pueden integrar nuevas metodologías de enseñanza que incluyen la colaboración con las familias
y otros actores locales. Esta formación permite que los educadores no solo se concentren en los
contenidos académicos, sino que también fortalezcan las habilidades sociales, emocionales y de
resolución de problemas de los estudiantes a través de la participación comunitaria.
Además, los docentes capacitados en este tipo de gestión pueden adoptar estrategias de
enseñanza más inclusivas, que reconozcan y valoren la diversidad sociocultural de los estudiantes,
lo cual es esencial para garantizar que todos los niños tengan las mismas oportunidades de éxito.
Por ejemplo, la integración de actividades comunitarias, proyectos de servicio y aprendizaje

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basado en la resolución de problemas puede enriquecer la experiencia educativa, promoviendo un
aprendizaje significativo y aplicable a la vida cotidiana de los estudiantes.
Impacto de la administración comunitaria en el rendimiento académico
Diversos estudios han demostrado que las escuelas que implementan prácticas de
administración comunitaria observan una mejora significativa en los resultados académicos. El
(MEC, 2021), señala que la colaboración estrecha entre la escuela y la comunidad favorece un
entorno de aprendizaje más enriquecido y contextualizado, lo que permite a los estudiantes
afrontar de manera más efectiva los desafíos académicos.
Por otro lado, (Fernández & Benítez, 2020), argumentan que las escuelas con vínculos
sólidos con la comunidad no solo mejoran en cuanto a los resultados académicos, sino también
en el fortalecimiento del tejido social. Estas relaciones fomentan un sentido de pertenencia entre
los estudiantes, los padres y la comunidad en general, lo que a su vez refuerza el compromiso y
la responsabilidad compartida hacia los procesos educativos. Este enfoque de administración
comunitaria no solo busca mejorar el rendimiento académico, sino también contribuir al
desarrollo de una ciudadanía más activa y consciente.
Adaptación a las características socioculturales locales
Es fundamental que las prácticas de administración comunitaria se adapten a las
características socioculturales de cada comunidad para garantizar su efectividad. Según (Pereira
& Rivas, 2022), las dinámicas educativas deben tener en cuenta las particularidades locales, como
las tradiciones, costumbres, y valores de la comunidad, así como las necesidades específicas de
los estudiantes. Este enfoque permite que la administración comunitaria sea más inclusiva y
respetuosa con las realidades de cada entorno, lo que facilita su implementación y maximiza sus
beneficios.
En el caso de Paraguay, las comunidades pueden tener características socioculturales
diversas que requieren un enfoque personalizado. La diversidad lingüística y cultural del país, que
incluye comunidades indígenas y rurales, exige una adaptación de los métodos de enseñanza y de
los programas educativos para atender las necesidades de todos los estudiantes. Esto también
implica la inclusión de lenguas indígenas y el respeto por las tradiciones culturales dentro de las
aulas, lo que fortalece la identidad de los estudiantes y mejora su conexión con el proceso
educativo.
Evaluación de la administración comunitaria
La evaluación constante de las prácticas de administración comunitaria es clave para medir
su efectividad. El (MEC, 2021), destaca la importancia de realizar evaluaciones periódicas que
involucren tanto a los educadores como a los miembros de la comunidad. La retroalimentación
constante permite ajustar las estrategias pedagógicas y comunitarias, garantizando que estas estén
alineadas con los objetivos educativos y que respondan a las necesidades emergentes de los
estudiantes y sus familias.

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Además, las evaluaciones pueden ayudar a identificar las áreas de mejora en la relación
escuela-comunidad y a establecer nuevas metas para fortalecer la colaboración y la participación
de todos los actores sociales. El proceso evaluativo no debe ser visto como un simple mecanismo
de control, sino como una herramienta de mejora continua que impulse la innovación y el
compromiso con la calidad educativa.
La administración comunitaria en el ámbito educativo es una herramienta poderosa para
mejorar la calidad educativa, fortalecer el tejido social y promover el desarrollo integral de los
estudiantes. La participación activa de los padres y miembros de la comunidad, la capacitación
docente, la adaptación a las particularidades socioculturales y la evaluación constante son
elementos clave que contribuyen al éxito de estas iniciativas. En este sentido, la colaboración y
el compromiso de todos los actores sociales son fundamentales para construir un sistema
educativo más inclusivo, participativo y eficaz.
Función del director de la institución educativa en la administración comunitaria
El director de un centro educativo desempeña un rol fundamental en la administración
comunitaria, funcionando como líder que promueve la cooperación entre el centro educativo, las
familias y la comunidad. De acuerdo con el (MEC, 2017), el director crea un ambiente inclusivo
que fomenta la implicación activa de los padres y de los integrantes de la comunidad en el proceso
de enseñanza. Este liderazgo es fundamental para fomentar una cultura de colaboración que
promueva el perfeccionamiento constante.
Una comunicación eficaz entre la institución educativa y la comunidad es otra obligación
vital del director. (Rojas & Martínez, 2021), enfatizan que el director debe propiciar momentos
de conversación con padres e integrantes de la comunidad, facilitando la identificación de
necesidades y áreas de mejora, lo que robustece la relación de confianza y fomenta un sentimiento
de pertenencia.
El director también debe asegurar la capacitación del personal docente en gestión
comunitaria. Según (López & Sánchez, 2018), es vital que los docentes reciban formación para
integrar a la comunidad en sus prácticas pedagógicas. Esto contribuye al desarrollo de
metodologías innovadoras y al fortalecimiento del proceso educativo.
Además, la evaluación continua del impacto de las iniciativas de gestión comunitaria es
esencial. Según el ( MEC, 2020), el director debe implementar mecanismos para medir la
participación comunitaria y su influencia en el rendimiento académico, ajustando las estrategias
según los resultados.
El director debe facilitar recursos y alianzas externas, como con organizaciones locales y
ONG, lo que puede enriquecer la institución. (Fernández & Benítez, 2020), señalan que estas
alianzas son clave para obtener apoyo adicional que beneficie a la escuela y a sus estudiantes.

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Estrategias de trabajo del director de la institución educativa con la comunidad
El director debe promover una cultura de colaboración inclusiva que involucre a padres,
estudiantes, docentes y miembros de la comunidad. Según el (MEC, 2017), esta colaboración
fortalece el sentido de pertenencia y mejora el rendimiento académico. Una estrategia clave es la
creación de espacios de diálogo. (Martínez & Vázquez, 2022), destacan que el director debe
organizar reuniones regulares con la comunidad para discutir expectativas y desafíos, lo que
fomenta la participación activa y fortalece la confianza.
El director también debe fomentar la capacitación docente en gestión comunitaria. (López
& Sánchez, 2018), indican que los docentes deben estar preparados con herramientas para integrar
a la comunidad en el proceso educativo. Los talleres y formaciones impulsados por el director son
esenciales para crear un equipo comprometido.
Además, el director debe actuar como facilitador de recursos y alianzas, estableciendo
conexiones con organizaciones y ONG. Según (Fernández & Benítez, 2020), alianzas pueden
ofrecer programas y recursos adicionales que beneficien a los estudiantes.
Por último, el director debe implementar mecanismos de evaluación. El ( MEC, 2020),
enfatiza la importancia de medir el impacto de las iniciativas de gestión comunitaria en el
rendimiento académico, ajustando las estrategias según sea necesario para garantizar su
efectividad.
Estrategias de trabajo del director de la institución educativa con sus docentes
La interacción entre el director y los docentes es fundamental para el desarrollo de un
entorno educativo positivo y efectivo. El director deberá establecer un liderazgo colaborativo que
fomente la participación activa de los docentes en la toma de decisiones y la implementación de
estrategias pedagógicas. De acuerdo con el Ministerio de Educación y Ciencias de Paraguay
(MEC, 2017), un liderazgo compartido no solo aumenta la moral del personal docente, sino que
también contribuye a una mayor calidad educativa.
Una estrategia fundamental radica en fomentar la educación continua de los educadores.
(López & Sánchez, 2018), señalan que el director deberá asistir a talleres y capacitaciones que
aborden tanto aspectos pedagógicos como de gestión comunitaria. Al empoderar a los docentes
con nuevas herramientas y enfoques, el director refuerza su capacidad para involucrar a la
comunidad y adaptar sus prácticas a las necesidades de los estudiantes, al empoderar a los
docentes con nuevas herramientas y enfoques.
La comunicación efectiva es otro elemento esencial. (Martínez & Vázquez, 2022), que el
director deberá establecer espacios regulares para el diálogo entre el equipo docente. Las
reuniones periódicas permiten compartir experiencias, discutir desafíos y establecer objetivos
comunes mediante reuniones periódicas. No solo fomenta la cohesión del equipo, sino que
también fomenta la innovación en las metodologías de enseñanza. Asimismo, el director deberá
brindar una retroalimentación constructiva y reconocer la labor de los docentes.

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De acuerdo con (Fernández & Benítez, 2020), el reconocimiento de los logros y esfuerzos
individuales y colectivos propicia un ambiente de confianza y motivación. Este tipo de
reconocimiento puede manifestarse a través de celebraciones de logros académicos, premios o
simplemente a través de palabras de aliento. Finalmente, el director deberá involucrar a los
docentes en la planificación y evaluación de las estrategias educativas.
El Ministerio de Educación y Ciencias, enfatiza que la evaluación continua de las prácticas
docentes es fundamental para identificar áreas de mejora y garantizar que se alineen con los
objetivos educativos. Al incluir a los docentes en este proceso, el director no solo promueve un
sentido de propiedad sobre las iniciativas, sino que también enriquece la toma de decisiones con
su experiencia y perspectivas ( MEC, 2020).
Mejoramiento académico-pedagógico
El mejoramiento académico-pedagógico se refiere a las estrategias y prácticas que buscan
elevar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje en una institución educativa. En este contexto,
la gestión comunitaria se presenta como un enfoque integral que potencia la colaboración entre la
escuela, las familias y la comunidad en general, lo cual es fundamental para lograr un impacto
significativo en el rendimiento académico de los estudiantes.
De acuerdo con (Pérez & Díaz , 2020), las asociaciones entre la escuela y la comunidad
son esenciales para fomentar el éxito académico. La participación activa de los padres y miembros
de la comunidad en el proceso educativo no solo fomenta el aprendizaje de los estudiantes, sino
que también fomenta un entorno educativo más inclusivo y diverso. Este enfoque colaborativo
posibilita la interacción de recursos, conocimientos y experiencias, lo cual contribuye a mejorar
la formación académica y personal de los estudiantes.
Los beneficios del mejoramiento académico-pedagógico a través de la gestión comunitaria
son diversos. Según (Rojas & Martínez, 2021), un entorno educativo que integra a la comunidad
tiende a experimentar un aumento en la motivación y el compromiso de los estudiantes en un
entorno educativo que integra a la comunidad. Este fenómeno se debe a que los estudiantes se
sienten más respaldados y valorados cuando sus familias y la comunidad se involucran
activamente en su educación, lo cual se traduce en un mejor rendimiento académico y una mayor
retención escolar.
Asimismo, la formación y desarrollo profesional de los educadores es un aspecto
fundamental en este proceso. De acuerdo con (López & Sánchez, 2018), cuando los docentes
reciben capacitación en estrategias de gestión comunitaria, pueden adaptar sus prácticas
pedagógicas para incluir la participación de la comunidad en el aula. Esto no solo mejora la
calidad de la enseñanza, sino que también contribuye a los docentes a diseñar metodologías más
apropiadas y contextualizadas que satisfagan las necesidades de sus estudiantes. El impacto de
estas estrategias se puede apreciar en diversos aspectos del funcionamiento de la comunidad
educativa. De acuerdo con el ( MEC, 2020), el involucramiento de la comunidad en la gestión

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escolar fomenta un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida. No solo esto no solo
beneficia a los estudiantes en su rendimiento académico, sino que también refuerza el tejido social
de la comunidad, generando un clima escolar más positivo y colaborativo. Por lo que, la
evaluación de las prácticas pedagógicas y su relación con la gestión comunitaria es fundamental
para medir el impacto del mejoramiento académico-pedagógico. (Baker, et al., 2016), argumentan
que la retroalimentación continua y la evaluación permiten identificar áreas de mejora y ajustar
las estrategias para garantizar que se alineen con los objetivos educativos establecidos. Esta
evaluación no solo es crucial para el desarrollo profesional de los docentes, sino que también
asegura que las iniciativas implementadas generen un impacto positivo en el rendimiento
académico de los estudiantes.
Función de los padres en el mejoramiento académico-pedagógico
Los progenitores desempeñan un papel esencial en la mejora académica-pedagógica de sus
descendientes, ejerciendo como agentes de apoyo y motivación en el proceso educativo. De
acuerdo con (Pérez & Díaz , 2020) la participación activa de los padres en la educación de sus
hijos se correlaciona de manera positiva con el rendimiento académico de sus hijos. Este
compromiso se manifiesta de múltiples maneras, desde la implicación en actividades escolares
hasta la creación de un entorno favorable para el aprendizaje en la residencia.
Una de las tareas fundamentales de los progenitores radica en la promoción de una cultura
de aprendizaje. Según (Martínez & Vázquez, 2022), los padres que valoran la educación y
fomentan hábitos de estudio en sus hogares contribuyen de manera significativa al desarrollo
académico de sus hijos. La instauración de rutinas de estudio y la participación en actividades
educativas fortalecen el interés y la motivación de los estudiantes por adquirir conocimientos.
Asimismo, los progenitores ejercen la función de intermediarios entre la escuela y la
comunidad. De acuerdo con el informe emitido por el Ministerio de Educación y Ciencias, la
colaboración entre padres y docentes resulta fundamental para identificar y abordar las
necesidades educativas de los estudiantes. Los padres pueden proporcionar datos valiosos sobre
el contexto familiar y social, lo que permite a los docentes adaptar sus enfoques pedagógicos y
estrategias de enseñanza ( MEC, 2020).
La participación en la toma de decisiones escolares también es una función esencial de los
padres. Según (López & Sánchez, 2018), cuando los padres están involucrados en comités
escolares o actividades de gestión comunitaria, pueden influir en las políticas educativas y en la
implementación de programas que beneficien a todos los estudiantes cuando los padres están
involucrados en comités escolares o actividades de gestión comunitaria. Este tipo de participación
no solo mejora la calidad de la educación, sino que también refuerza la conexión entre la escuela
y la comunidad. Estos autores mencionan que, los padres son modelos a seguir para sus hijos en
términos de actitud hacia la educación. (Baker, et al., 2016), argumentan que los estudiantes cuyos
padres demuestran interés por su aprendizaje y asisten a reuniones escolares tienden a tener una

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mayor autoestima y motivación. Este apoyo emocional y práctico es crucial para el éxito
académico y para el desarrollo integral de los estudiantes.
Integración de los padres y la comunidad en el proceso educativo
Modelos de participación familiar y comunitaria
Se puede ampliar sobre los diferentes modelos de participación familiar y comunitaria,
como el modelo de participación enfoque de escuela abierta, que promueve la inclusión de padres
en la toma de decisiones y actividades escolares. Se pueden incluir ejemplos de cómo estas
acciones se materializan en reuniones periódicas, participación en consejos escolares, o la
organización de eventos que integren tanto a la escuela como a la comunidad.
Teoría sobre la participación educativa de los padres, como la teoría de (Epstein, 2018),
que clasifica las formas de involucramiento familiar en seis tipos: comunicación, voluntariado,
aprendizaje en el hogar, toma de decisiones, colaboración con la comunidad y la participación
en la escuela. Puedes utilizar esta teoría para mostrar cómo se estructuran y se enfocan las
prácticas de integración familiar y comunitaria en el proceso educativo.
Herramientas y habilidades pedagógicas en los maestros
Formación continua y desarrollo profesional
Se puede incluir información sobre la importancia de la formación continua y cómo las
instituciones educativas deben ofrecer programas de capacitación que incluyan estrategias
pedagógicas participativas, como el aprendizaje basado en proyectos (ABP) y el aprendizaje
colaborativo. Citar teorías como la de (Vygotsky, 1978). que defiende la importancia del contexto
social y cultural en el aprendizaje, puede enriquecer esta sección, ya que estas prácticas permiten
a los docentes integrar el entorno comunitario en el proceso educativo.
Impacto de la formación docente en el clima escolar
Se puede abordar el clima escolar en relación con la administración comunitaria. Diversos
estudios sugieren que la capacitación en administración comunitaria mejora el ambiente escolar,
promoviendo un clima de mayor colaboración, motivación y apoyo mutuo entre los actores
educativos, lo que genera un entorno propicio para el aprendizaje (Hargreaves, 2003).
Percepción de los estudiantes sobre el entorno educativo
Teoría del entorno de aprendizaje
Se puede ampliar la información acerca de la teoría del entorno de aprendizaje (Moos,
1979), que considera que el ambiente escolar afecta de manera significativa el desarrollo
académico y personal de los estudiantes. Este enfoque permite analizar cómo las características
de un entorno educativo positivo, generado por la administración comunitaria, contribuyen a la
motivación y el rendimiento académico de los estudiantes.
Influencias sociales en el rendimiento académico
El modelo ecológico de (Bronfenbrenner, 1979), es útil para analizar cómo las
interacciones entre la familia, la comunidad y la escuela influyen en el rendimiento académico de

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los estudiantes. Este modelo muestra cómo un entorno de apoyo, formado por relaciones estrechas
entre todos los actores educativos, beneficia el aprendizaje de los estudiantes.
Teoría de la motivación
La teoría de la autodeterminación (Deci, et al., 1985), puede ser útil para explicar cómo un
entorno educativo basado en la administración comunitaria influye en la motivación intrínseca de
los estudiantes, ya que este tipo de entorno promueve la autonomía, la competencia y la conexión
social, factores claves para que los estudiantes se sientan motivados y comprometidos con su
educación.
Influencia de la colaboración comunitaria
Liderazgo pedagógico y trabajo en equipo
Se puede incluir la teoría del liderazgo pedagógico de (Leithwood, et al., 2004), que
subraya la importancia del liderazgo compartido entre docentes y miembros de la comunidad.
Esta teoría explica cómo los docentes pueden ser mejores líderes educativos cuando colaboran
estrechamente con la comunidad, compartiendo responsabilidades y decisiones que impactan
directamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Mejoras en el proceso de enseñanza-aprendizaje
Para analizar cómo la colaboración comunitaria mejora la enseñanza, se puede incluir la
teoría del aprendizaje social (Bandura, 1977), que destaca la importancia del aprendizaje a través
de la observación e interacción social. El trabajo conjunto entre docentes, estudiantes y la
comunidad fomenta un entorno de aprendizaje colaborativo y flexible que puede mejorar la
calidad educativa y el desarrollo de habilidades pedagógicas en los maestros.
Colaboración y cambio en las prácticas educativas
La teoría del cambio educativo (Fullan, 2007), puede ser relevante para analizar cómo la
colaboración comunitaria influye en las prácticas pedagógicas. Fullan sostiene que el cambio
exitoso en las prácticas educativas requiere la participación de todos los actores involucrados. Los
docentes que trabajan junto a las familias y la comunidad pueden adoptar nuevas estrategias que
transformen el ambiente escolar y el proceso de enseñanza-aprendizaje.
METODOLOGÍA
Diseño de la investigación
El diseño de la investigación es no experimental, según (Hernández, et al., 2014), los
estudios no experimentales se caracterizan por observar las variables en su entorno natural, sin
manipularlas ni controlarlas. En este caso, se estudia la "Implementación de la administración
comunitaria para el fortalecimiento académico y pedagógico en la Escuela Básica N° 578
Defensores del Chaco, en la ciudad de Pilar. Año 2025", sin intervenir directamente en las
prácticas existentes. El objetivo principal es determinar cómo la implementación de la

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administración comunitaria contribuye al mejoramiento del rendimiento académico y pedagógico
de los estudiantes, observando las prácticas sin influir en ellas de manera directa.
Nivel de estudio
El nivel de estudio es descriptivo, ya que se busca detallar las características y
comportamientos de las variables sin establecer relaciones causales directas. Como señalan
(Hernández, et al., 2014), los estudios descriptivos están orientados a observar, clasificar y
organizar las características de un fenómeno en su entorno real. En este caso, se describirán como
la implementación de la administración comunitaria contribuye al mejoramiento del rendimiento
académico y pedagógico de los estudiantes en la Escuela Básica N° 578 Defensores del Chaco de
la ciudad de Pilar.
Enfoque de la investigación
El enfoque de la investigación es mixto, combinando tanto métodos cualitativos como
cuantitativos. Según (Creswell, 2014), un enfoque mixto es adecuado cuando se busca explorar
un fenómeno desde diferentes perspectivas, recolectando y analizando datos tanto numéricos
como narrativos. El componente cuantitativo permite obtener información objetiva sobre las
prácticas y sus efectos, a través de cuestionarios estructurados administrados a estudiantes y
padres de familia. Por otro lado, el componente cualitativo proporcionará una comprensión más
profunda de los procesos subyacentes, mediante entrevistas semi-estructuradas a docentes y
directivos de la escuela. La combinación de ambos enfoques permite una visión más completa y
enriquecida sobre el impacto de la administración comunitaria en la institución.
Población, muestra y tipo de muestreo
La población de estudio está compuesta por los miembros de la comunidad educativa de la
Escuela Básica N° 578 Defensores del Chaco, incluyendo a docentes, directivos, alumnos y
padres de familia. Para el desarrollo de la investigación se tomó una muestra representativa, según
(Gay, et al., 2012), una muestra representativa es esencial para obtener datos confiables sin
necesidad de estudiar a toda la población. Para esta investigación, fue seleccionado una muestra
no probabilística, la misma está compuesta por los siguientes participantes:
• 8 docentes (incluyendo diferentes grados dentro de la escuela).
• 1 directivo (para obtener información de la perspectiva administrativa).
• 50 alumnos (de diferentes grados dentro de la escuela).
• 50 padres de familia (para obtener una visión completa de la comunidad educativa).
Esto resulta en un total de 109 personas que constituyó la muestra de la investigación.
Instrumentos de recolección de datos
Para la recolección de datos, se utilizaron cuestionarios y entrevistas semi-estructuradas.
Según (Hernández, et al., 2014), el uso combinado de estos instrumentos permite obtener datos
tanto cuantitativos como cualitativos, enriqueciendo los resultados del estudio.

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Cuestionario
Se administró cuestionario estructurado con opciones cerradas a los alumnos.
Entrevistas semi-estructuradas:
Se realizaron entrevistas semi-estructuradas con padres de familia, docentes y directivo de
la institución educativa.
Procedimientos
Los procedimientos de la investigación se llevaron a cabo en varias etapas:
Etapa de preparación
• Contacto con la institución educativa para la autorización de la investigación.
• Diseño y validación de los instrumentos de recolección de datos.
Etapa de recolección de datos:
• Aplicación del cuestionario a los alumnos.
• Realización de entrevistas semi-estructuradas con padres de familia, docentes y directivo.
Etapa de análisis de datos:
• Los datos cuantitativos obtenidos del cuestionario fueron analizados mediante herramientas
estadísticas descriptivas, como el análisis de frecuencias y porcentajes.
• Los datos cualitativos, provenientes de las entrevistas, fueron analizados de manera
descriptiva.
Etapa de presentación de resultados:
• Se elaboró un informe final para la presentación de los hallazgos de la investigación, tanto
en términos cualitativos como cuantitativos, y se incluyeron recomendaciones basadas en
los resultados obtenidos.
Análisis de los datos
El análisis de los datos se llevó a cabo en dos etapas:
Análisis Cuantitativo
El cuestionario fue procesado mediante un análisis estadístico descriptivo, utilizando el
programa Excel. Se calcularon frecuencias y porcentajes para obtener una visión clara de las
respuestas de los participantes.
Análisis Cualitativo
Las entrevistas fueron transcritas y analizadas de manera descriptiva teniendo en cuenta las
más relevantes de los padres de familia, docentes y directivo.
Ética de la Investigación
La ética de la investigación se garantizó a través de los siguientes principios:
• Confidencialidad: Los datos recolectados fueron confidenciales, y la identidad de los
participantes fue protegida. Se les informó sobre el propósito de la investigación y el uso
exclusivo de los datos para fines académicos.

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• Voluntariedad: La participación en el estudio fue completamente voluntaria, y los
participantes podían retirarse en cualquier momento sin ningún tipo de repercusión.
• Transparencia y Honestidad: Los resultados de la investigación fueron presentados de
manera honesta y transparente, sin alterar la información recolectada.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Resultados de la encuesta aplicado a los alumnos
V1. Integración de padres y comunidad
Gráfico 1
Actividades de la escuela que te permiten ver la participación de los padres de familia
Fuente: alumnos
En relación con la pregunta sobre las actividades que permiten ver la participación de los
padres en la escuela, el 80% de los alumnos indicó que las reuniones con los profesores son la
principal forma de participación. Esto sugiere que los padres valoran las reuniones formales para
discutir el progreso de sus hijos. Solo un 20% mencionó los eventos culturales o recreativos como
una actividad relevante, mientras que ningún estudiante señaló los talleres educativos como una
forma de participación.
Los resultados reflejan que las reuniones con los profesores son la actividad más efectiva
para involucrar a los padres en el proceso educativo, lo que coincide con lo señalado por (Epstein,
2011), quien destaca su importancia en la comunicación escuela-familia. Sin embargo, la baja
participación en talleres educativos sugiere una falta de promoción o accesibilidad a estas
actividades, lo que podría mejorar si se diversifican las oportunidades de involucrar a los padres
de manera más activa (García, 2012).
Las reuniones con los profesores son la principal forma de participación de los padres, pero
sería beneficioso ampliar las actividades para incluir más opciones como talleres educativos, lo
que podría mejorar la colaboración escuela-comunidad.
80%
20%
Actividades de la escuela que te permiten ver la
participación de los padres de familia.
Reuniones con los
profesores
Eventos culturales o
recreativos

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V2. Administración comunitaria y apoyo docente
Gráfico 2
Las actividades que realiza la comunidad educativa ayudan a los maestros a enseñar mejor
Fuente: alumnos.
En cuanto a la pregunta sobre si las actividades de la comunidad educativa ayudan a los
maestros a enseñar mejor, el 50% de los alumnos considera que las actividades ayudan un poco.
Un 30% respondió que no y solo un 20% opinó que sí.
Los resultados muestran que la mayoría de los estudiantes no perciben un impacto
significativo de las actividades comunitarias en la enseñanza de los maestros. Esto podría sugerir
que, aunque se realicen actividades, estas no están siendo suficientemente efectivas para mejorar
la calidad educativa (Epstein, 2011).
Aunque las actividades comunitarias son reconocidas, su impacto en el apoyo docente
parece limitado, lo que indica la necesidad de revisar y mejorar su implementación para beneficiar
realmente la enseñanza.
V3. Percepción del entorno educativo
Gráfico 3
Calificación del entorno de la escuela en cuanto a la motivación para aprender
Fuente: alumnos.
Respecto a la motivación para aprender, el 60% de los estudiantes califica el entorno
escolar como muy positivo. Un 24% lo considera algo positivo y un 16% lo ve no muy positivo.
La mayoría de los estudiantes perciben el entorno educativo de manera positiva, lo que
sugiere que el ambiente escolar fomenta la motivación. Esto coincide con lo señalado por
(Epstein, 2011), quien destaca que un entorno motivador mejora el rendimiento académico de los
estudiantes.
El entorno escolar es percibido mayoritariamente como motivador, pero aún existe un
pequeño porcentaje de estudiantes que no lo ven tan positivo, lo que puede indicar áreas de mejora
en la dinámica escolar.
20%
30%
50%
Las actividades que realiza la comunidad educativa ayudan
a los maestros a enseñar mejor
Sí
No
Un poco
60%
24%
16% 0%
Calificación del entorno de la escuela en cuanto a la
motivación para aprender
Muy positivo
Algo positivo
No muy positivo

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V4. Influencia de la colaboración comunitaria en tu aprendizaje
Gráfico 4
La participación de la comunidad educativa mejora tu experiencia en la escuela
Fuente: alumnos
En relación con la pregunta sobre si la participación de la comunidad mejora la experiencia
escolar, el 90% de los estudiantes respondió sí, mientras que un 10% opinó que a veces tiene un
impacto.
La gran mayoría de los estudiantes percibe que la participación comunitaria mejora su
experiencia escolar, lo que resalta la importancia de la colaboración entre la escuela y la
comunidad para enriquecer el ambiente educativo (Epstein, 2011).
La participación comunitaria es ampliamente valorada por los estudiantes como un factor
positivo en su experiencia educativa, aunque algunos consideran que su impacto podría ser más
constante.
Resultados de la entrevista aplicada a los padres de familia, docentes y directivo de la
institución educativa
Integración de Padres y Comunidad
El análisis de las entrevistas a los padres de familia muestra que la principal forma de
participación de los padres en la escuela es a través de las reuniones con los docentes. La mayoría
de los padres mencionaron estas reuniones como la principal vía de involucrarse, lo que indica
que los padres valoran la comunicación directa con los educadores. Esta cifra está respaldada por
estudios que afirman que la colaboración entre padres y docentes es esencial para el desarrollo
académico de los estudiantes (Epstein, 2011). Sin embargo, solo un grupo menor mencionó
eventos culturales o recreativos como una forma de participación, sugiriendo que las actividades
extracurriculares podrían no ser suficientemente promovidas o accesibles para todos los padres.
En términos de impacto, casi la totalidad de los padres consideraron que su participación tiene
efectos positivos en el rendimiento académico de sus hijos. Este hallazgo coincide con la teoría
de (Epstein, 2011), quien señala que la implicación de los padres en el proceso educativo se asocia
con un mejor rendimiento escolar.
En cuanto a las propuestas de los padres para mejorar la participación, sugieren organizar
más talleres educativos y actividades que faciliten la interacción activa con la escuela. Este punto
es relevante ya que la falta de talleres específicos para los padres podría limitar la capacitación y
el compromiso necesario para una participación más efectiva. La importancia de diversificar las
90%
0% 10%
La participación de la comunidad educativa mejora la
experiencia en la escuela
Sí
No
A veces

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actividades de involucramiento familiar ha sido subrayada por (García, 2012), quien afirma que
una participación activa y variada de los padres tiene un impacto directo en la motivación y el
rendimiento de los estudiantes.
Apoyo docente a través de la Administración Comunitaria
Respecto a la percepción de los docentes, los resultados sugieren que las actividades
comunitarias tienen un impacto moderado en la enseñanza. Un buen grupo de docentes considera
que estas actividades mejoran significativamente su desempeño profesional, mientras que un
grupo menor mencionaron que las actividades no aportan de manera significativa. Esta percepción
podría estar vinculada a la falta de alineación entre las actividades comunitarias y las necesidades
pedagógicas inmediatas. Según (Epstein, 2011), las actividades de colaboración deben ser
relevantes y adaptadas a los contextos específicos de los alumnos y docentes para ser efectivas.
Aunque algunos docentes mencionaron que las actividades mejoran la comunicación con los
padres y fomentan un entorno colaborativo, es necesario revisar la estructura de las actividades
para maximizar su impacto pedagógico.
La adquisición de nuevas herramientas pedagógicas también fue mencionada por los
docentes, quienes señalaron que las actividades comunitarias les han permitido mejorar en gestión
de grupo y comunicación con las familias. Esto resalta la importancia de la capacitación constante
y del intercambio de conocimientos entre la escuela y la comunidad, que ha sido considerado
como un factor clave en la mejora del proceso educativo (Núñez, 2015). Sin embargo, algunos
docentes indicaron que la falta de formación sobre cómo integrar mejor las actividades
comunitarias con las prácticas pedagógicas limita el impacto de estas en su labor diaria.
Percepción del entorno educativo y colaboración comunitaria
Desde la perspectiva del directivo, la administración comunitaria ha tenido un impacto muy
positivo en el entorno escolar, especialmente en términos de motivación y rendimiento
académico. El directivo mencionó que las actividades comunitarias han fomentado un entorno
inclusivo y colaborativo, lo que coincide con los estudios de García (2012), quien sostiene que
una colaboración estrecha entre la escuela y la comunidad contribuye a mejorar el ambiente de
aprendizaje. El mismo destacó que existen desafíos para fortalecer la colaboración entre la escuela
y la comunidad. La falta de diversidad de recursos y la formación continua para los padres y
docentes son obstáculos que aún limitan el potencial de estas actividades. Como lo señala Epstein
(2011), para que la colaboración sea efectiva, es esencial contar con un compromiso constante de
todos los involucrados y con recursos que permitan la implementación de actividades sostenibles
y de calidad. Esto resalta la necesidad de seguir innovando en la gestión comunitaria y de buscar
nuevas estrategias para abordar estos retos.
Los resultados muestran una clara tendencia positiva hacia la colaboración entre la escuela
y la comunidad, pero también revelan áreas que requieren atención. La participación de los padres
es fundamental, especialmente a través de reuniones con los docentes, lo que demuestra la

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efectividad de la comunicación directa en la mejora del rendimiento académico. Sin embargo, es
necesario ampliar las opciones de participación, ofreciendo actividades más variadas y accesibles,
como talleres educativos y eventos de carácter más interactivo. Este hallazgo refuerza las
conclusiones de (Epstein, 2011), quien subraya que la participación activa de los padres es una de
las principales variables para mejorar los resultados educativos.
El impacto sobre los docentes también es moderado, lo que sugiere que las actividades
comunitarias no siempre están alineadas con las necesidades pedagógicas inmediatas. Esto
implica que es crucial diseñar actividades que no solo fomenten la colaboración, sino que también
proporcionen formación continua y recursos específicos para los docentes. Tal como lo menciona
(Núñez, 2015), las actividades deben ser estructuradas para apoyar directamente el trabajo
pedagógico.
Por lo que se menciona que, el entorno educativo ha mejorado, pero se enfrenta a desafíos
en términos de diversificación de recursos y la formación continua de los actores involucrados.
Para fortalecer este ambiente, será necesario seguir promoviendo la colaboración constante y
asegurarse de que las actividades sean sostenibles y adaptadas a las necesidades cambiantes de la
escuela y la comunidad (García, 2012).
CONCLUSIÓN
A partir de los resultados obtenidos en la encuesta aplicada a los estudiantes y las
entrevistas realizadas a padres de familia, docentes y el directivo de la Escuela Básica N° 578
Defensores del Chaco, se pueden extraer varias conclusiones relevantes en relación con los
objetivos establecidos para esta investigación sobre la implementación de la administración
comunitaria para el fortalecimiento académico y pedagógico.
Integración de los padres y la comunidad en el proceso educativo
Los resultados muestran una notable participación de los padres en actividades clave como
las reuniones con los docentes, lo que indica que los padres valoran la comunicación directa con
los educadores y consideran que su involucramiento tiene un impacto positivo en el rendimiento
académico de sus hijos. Sin embargo, la participación en otras actividades, como eventos
culturales y talleres educativos, es significativamente menor. Esto sugiere que, si bien existe un
fuerte vínculo entre los padres y la escuela a través de las reuniones, es necesario ampliar las
opciones de involucramiento, especialmente mediante actividades que fomenten la interacción
activa y el aprendizaje conjunto (Epstein, 2011).
Evaluación de las iniciativas de administración comunitaria para los maestros
En cuanto a las iniciativas de administración comunitaria para los maestros, los resultados
indican que las actividades organizadas por la comunidad tienen un impacto moderado en la
enseñanza de los docentes. Aunque algunos consideran que estas actividades mejoran su trabajo
en términos de comunicación y gestión, otros señalan que la falta de alineación entre las

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necesidades pedagógicas y las actividades comunitarias limita su efectividad. Esto resalta la
necesidad de desarrollar iniciativas que estén mejor adaptadas a las necesidades pedagógicas y
formativas de los maestros, lo que podría contribuir a un impacto más significativo en su
desarrollo profesional y, por ende, en el rendimiento estudiantil (García, 2012).
Percepción de los estudiantes sobre el entorno educativo
Los estudiantes en su mayoría perciben el entorno escolar de manera positiva, calificando
el ambiente como muy motivador para su aprendizaje. Esto refleja el impacto favorable de la
administración comunitaria en la creación de un entorno escolar inclusivo y dinámico. El hecho
de que una gran parte de los estudiantes identifique un entorno positivo está en línea con estudios
previos que destacan que un ambiente escolar saludable y motivador contribuye
significativamente al rendimiento académico (Epstein, 2011). Sin embargo, una pequeña porción
de estudiantes señala que el ambiente no es tan positivo, lo que podría indicar áreas de mejora en
la atención a la diversidad de necesidades dentro del aula.
Influencia de la colaboración comunitaria en el trabajo docente
La influencia de la colaboración comunitaria en el trabajo docente es evidente, aunque no
completamente optimizada. Los docentes han señalado que la participación de la comunidad y la
colaboración con los padres mejora la comunicación y el compromiso en el aula, lo cual genera
un ambiente más favorable para el aprendizaje de los estudiantes. No obstante, algunos docentes
mencionaron que la falta de recursos y formación específica limita el impacto de las actividades
comunitarias. Es esencial que la escuela continúe buscando formas de fortalecer la colaboración
con la comunidad mediante la capacitación continua y la adaptación de las actividades a las
necesidades pedagógicas, tal como sugieren autores como (Núñez, 2015), quienes enfatizan la
necesidad de integrar recursos y formación para maximizar los beneficios de la colaboración.
Recomendaciones
• Ampliar la participación de los padres mediante actividades más interactivas y accesibles
como talleres educativos, para lograr una integración más efectiva en el proceso
educativo.
• Alinear las actividades comunitarias con las necesidades pedagógicas de los docentes,
brindándoles herramientas y recursos adicionales que favorezcan su desarrollo
profesional.
• Fortalecer la comunicación entre la escuela, los padres y la comunidad, utilizando
estrategias diversas que permitan involucrar a todos los actores en el proceso educativo.
• Mantener un ambiente motivador para los estudiantes, atendiendo a las distintas
percepciones del entorno escolar y trabajando en las áreas que aún presentan desafíos.
En resumen, la administración comunitaria en la Escuela Básica N° 578 Defensores del
Chaco ha tenido un impacto positivo tanto en los alumnos como en los docentes, aunque aún
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existen áreas de oportunidad para mejorar la participación de los padres de familia y la alineación
de las actividades comunitarias con las necesidades pedagógicas.

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