
Vol. 12/ Núm. 1 2025 pág. 3149
https://doi.org/10.69639/arandu.v12i1.800
Manejo de Cetoacidosis Diabética Severa en Urgencias:
Reporte de un Caso
Management of Severe Diabetic Ketoacidosis in the Emergency Department: A Case
Report
Julio Daniel Salame Atiencia
jdsa79@yahoo.com
https://orcid.org/0009-0002-4516-5928
Hospital general del Norte Guayaquil Los Ceibos
Guayaquil – Ecuador
Ruth Esther Cuadro Terán
ruchylinda25@gmail.com
https://orcid.org/0009-0002-6447-1859
Universidad de Especialidades Espíritu Santo
Guayaquil– Ecuador
Stefania Fernanda Pezantes Orellana
stefaniapezantesorellana@gmail.com
https://orcid.org/0009-0000-3249-2255
Clínica de Hemodiálisis
Guayaquil – Ecuador
Exsel S. Chiriguaya Moya
mdexsel_stony@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0003-3150-7824
Universidad de Guayaquil
Guayaquil – Ecuador
Génesis Lisbeth Revelo Rendón
grevelo70@gmail.com
https://orcid.org/0009-0006-1769-4653
Universidad de Guayaquil
Guayaquil – Ecuador
Artículo recibido: 10 febrero 2025 - Aceptado para publicación: 20 marzo 2025
Conflictos de intereses: Ninguno que declarar
RESUMEN
La cetoacidosis diabética severa constituye una emergencia médica crítica que demanda una
intervención rápida y precisa. En este reporte se describe el manejo de una paciente sin
antecedentes de diabetes que se presentó en urgencias con síntomas de deshidratación, taquipnea
y respiración de Kussmaul. Se implementó de forma inmediata un protocolo terapéutico basado
en las últimas guías de alto impacto, iniciando con fluidoterapia agresiva mediante solución salina
isotónica para restablecer el equilibrio hidroelectrolítico y mejorar la perfusión tisular.
Simultáneamente, se instauró una insulinoterapia intravenosa en infusión continua, ajustada a la
respuesta clínica y analítica, con especial énfasis en la monitorización y corrección de los niveles

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de potasio, factor crítico en la evolución del tratamiento. Se identificó además una infección
respiratoria como desencadenante de la crisis, la cual fue abordada con antibióticos de amplio
espectro. La respuesta al tratamiento fue favorable, evidenciada por la normalización progresiva
de los parámetros metabólicos y la resolución de la acidosis, lo que permitió la estabilización de
la paciente y la implementación de estrategias de educación diabética. Este caso destaca la
importancia de un diagnóstico precoz y de la aplicación oportuna de protocolos basados en
evidencia para reducir la morbilidad y mortalidad asociadas a la cetoacidosis diabética severa.
Palabras clave: cetoacidosis diabética, urgencias, insulinoterapia, fluidoterapia,
educación diabética
ABSTRACT
Severe diabetic ketoacidosis constitutes a critical medical emergency requiring rapid and precise
intervention. In this report, we describe the management of a patient with no prior history of
diabetes who presented to the emergency department with signs of dehydration, tachypnea, and
Kussmaul respiration. An immediate therapeutic protocol was implemented based on the latest
high-impact guidelines, initiating aggressive fluid therapy with isotonic saline to restore
hydroelectrolytic balance and improve tissue perfusion. Simultaneously, continuous intravenous
insulin infusion was started, adjusted according to clinical and laboratory responses, with
particular emphasis on monitoring and correcting potassium levels—a critical factor in treatment
evolution. A respiratory infection was also identified as the precipitating factor for the crisis,
which was addressed with broad-spectrum antibiotics. The response to treatment was favorable,
as evidenced by the gradual normalization of metabolic parameters and resolution of acidosis,
allowing for patient stabilization and the implementation of diabetic education strategies. This
case highlights the importance of early diagnosis and the timely application of evidence-based
protocols to reduce the morbidity and mortality associated with severe diabetic ketoacidosis.
Keywords: diabetic ketoacidosis, emergency, insulin therapy, fluid therapy, diabetic
education
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Vol. 12/ Núm. 1 2025 pág. 3151
INTRODUCCIÓN
La cetoacidosis diabética (CAD) representa una urgencia médica de alta complejidad que
exige una respuesta inmediata y coordinada, especialmente en el contexto de cuidados intensivos.
Esta complicación, caracterizada por la triada de hiperglucemia, acidosis metabólica y cetonemia,
se observa predominantemente en pacientes con diabetes tipo 1, aunque también puede
manifestarse en diabetes tipo 2 bajo circunstancias de estrés fisiológico o infeccioso. En los
últimos años, estudios y guías de alto impacto han subrayado la importancia de protocolos
terapéuticos basados en evidencia que optimizan la corrección rápida de los desequilibrios
hidroelectrolíticos y metabólicos, disminuyendo así la morbilidad y mortalidad asociadas.
El presente reporte de caso describe la atención integral de una paciente sin antecedentes
conocidos de diabetes, que ingresó al servicio de urgencias presentando signos clínicos severos,
tales como deshidratación, taquipnea y respiración de Kussmaul. Se detalla el abordaje
terapéutico que incluyó la instauración de una fluidoterapia agresiva con solución salina isotónica,
así como la administración de insulinoterapia en infusión continua, ajustada a la respuesta clínica
y analítica. El monitoreo intensivo, con especial énfasis en la corrección de los niveles de potasio,
fue esencial para contrarrestar los riesgos inherentes al tratamiento. Además, se identificó una
infección respiratoria como factor precipitante, evidenciando la necesidad de evaluar y tratar de
manera simultánea las condiciones desencadenantes.
Esta introducción sienta las bases para comprender la relevancia de una detección temprana
y un manejo riguroso en el entorno de cuidados intensivos, elementos clave para revertir la
evolución de la CAD y mejorar los desenlaces clínicos.
Presentación del caso
Se presenta una paciente femenina de 65 años, sin antecedentes conocidos de diabetes
mellitus, que ingresó al servicio de urgencias en estado crítico. A la llegada, se observó que la
paciente presentaba signos de deshidratación severa, evidenciados por mucosas secas,
disminución del turgor cutáneo y palidez, así como signos de compromiso respiratorio,
manifestados en una taquipnea marcada y respiración de Kussmaul, reflejo del intento
compensatorio ante la acidosis metabólica.
En la evaluación inicial, los parámetros hemodinámicos revelaron hipotensión (presión
arterial de 90/60 mmHg) y taquicardia (110 lpm), lo que sugería una inestabilidad cardiovascular
secundaria a la deshidratación. Los estudios de laboratorio confirmaron el diagnóstico de
cetoacidosis diabética severa: se registró una hiperglucemia significativa con niveles de glucosa
en sangre de 480 mg/dL, un pH arterial de 7.10 y una concentración de bicarbonato de 9 mEq/L,
con un anión gap elevado de 25 mEq/L. Además, se detectó cetonuria intensa y el ionograma
mostró niveles de sodio de 138 mEq/L, potasio de 3.2 mEq/L y cloro de 102 mEq/L, lo cual
evidenció una alteración importante en el equilibrio electrolítico.

Vol. 12/ Núm. 1 2025 pág. 3152
El cuadro clínico se agravó por la identificación de una infección respiratoria subyacente,
que se consideró como factor precipitante de la crisis. Este caso resalta la necesidad de una
evaluación clínica y paraclínica detallada en pacientes de edad avanzada, en los que la
presentación de la cetoacidosis diabética puede ser atípica y con una rápida progresión hacia un
estado crítico, demandando intervenciones inmediatas y coordinadas en el entorno de cuidados
intensivos.
Manejo y Evolución
Ante la confirmación del diagnóstico de cetoacidosis diabética severa, se instauró de forma
inmediata un protocolo de manejo intensivo en la unidad de cuidados críticos. La intervención se
inició con una fluidoterapia agresiva mediante solución salina isotónica, administrada en un bolo
inicial de 20–30 mL/kg durante la primera hora, con el objetivo de restaurar la perfusión tisular y
corregir el déficit de volumen circulatorio. La respuesta hemodinámica se monitorizó
continuamente, ajustándose la velocidad de infusión conforme a la evolución clínica.
Paralelamente, se implementó una insulinoterapia intravenosa en infusión continua,
iniciada a una dosis de 0,1 U/kg/h, tras la adecuada reposición del potasio, que inicialmente se
encontraba bajo (3.2 mEq/L). Se realizaron controles seriados de glucemia cada hora para ajustar
la tasa de insulina, evitando tanto la hipoglucemia como el descenso brusco de los niveles de
potasio, dado el riesgo de arritmias. Se complementó el tratamiento con la administración
simultánea de suplementos de potasio, monitorizados cada 2–4 horas, para restablecer el
equilibrio electrolítico.
La evolución del paciente se siguió de cerca mediante análisis de gases arteriales y
mediciones seriadas de parámetros metabólicos. Durante las primeras 12 a 24 horas se observó
una mejora gradual en el pH (incremento progresivo hacia valores normales), aumento del
bicarbonato y reducción del anión gap. Además, se administraron antibióticos de amplio espectro
para abordar la infección respiratoria identificada como desencadenante, lo que contribuyó a la
estabilización global del cuadro clínico.
El manejo integral, caracterizado por intervenciones rápidas y una monitorización
continua, permitió revertir la crisis metabólica y estabilizar a la paciente, marcando una evolución
favorable en el transcurso de las primeras 24 horas.
DISCUSIÓN
El presente caso ilustra de manera clara la complejidad y el reto que representa el manejo
de la cetoacidosis diabética severa en pacientes de edad avanzada, en quienes la presentación
clínica puede ser atípica y rápidamente evolutiva. La rápida identificación de los signos de
compromiso hemodinámico y metabólico, sumado al diagnóstico oportuno mediante análisis de
laboratorio, permitió la instauración de un protocolo terapéutico basado en las últimas evidencias
científicas y guías de alto impacto.

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En concordancia con estudios recientes, la fluidoterapia agresiva seguida de una
insulinoterapia cuidadosamente monitorizada es el pilar fundamental en el manejo de esta entidad,
ya que contribuye a restablecer el equilibrio hidroelectrolítico y a corregir la acidosis metabólica
sin inducir complicaciones como la hipoglucemia o las alteraciones electrolíticas severas. La
corrección temprana del déficit de volumen y la monitorización estricta de potasio son estrategias
clave para prevenir arritmias y otros eventos adversos en el paciente críticamente enfermo.
Asimismo, la identificación y el tratamiento de la infección respiratoria, como factor
precipitante, subrayan la importancia de una evaluación integral del paciente. La coexistencia de
un proceso infeccioso en este contexto se ha asociado con un mayor riesgo de complicaciones y
un pronóstico más reservado, por lo que el abordaje simultáneo de la causa subyacente es esencial
para optimizar los resultados clínicos.
La evolución favorable en este caso refuerza la necesidad de un enfoque multidisciplinario
y de la implementación de protocolos estandarizados en cuidados intensivos, permitiendo reducir
la morbimortalidad asociada a la cetoacidosis diabética severa. Estos hallazgos concuerdan con
la literatura reciente que destaca la importancia de intervenciones tempranas y la personalización
del tratamiento en función del perfil clínico de cada paciente.
CONCLUSIONES
La experiencia clínica presentada evidencia la relevancia de una intervención temprana y
coordinada en el manejo de la cetoacidosis diabética severa. La identificación oportuna de los
signos de compromiso hemodinámico y metabólico, combinada con una evaluación integral
mediante análisis de laboratorio, permitió implementar de forma inmediata una estrategia
terapéutica basada en las últimas evidencias científicas. Se instauró una fluidoterapia agresiva con
solución salina isotónica, administrada de forma escalonada y adaptada a la respuesta
hemodinámica del paciente, lo que resultó fundamental para restaurar la perfusión tisular y
corregir el déficit de volumen circulatorio.
Simultáneamente, se procedió a la instauración de una insulinoterapia intravenosa
continua, iniciada a una dosis adecuada y ajustada conforme a los valores seriados de glucemia y
electrolitos, lo que facilitó la corrección gradual de la acidosis metabólica sin inducir
complicaciones asociadas a la hipoglucemia o a la alteración abrupta de los niveles de potasio. La
monitorización intensiva, mediante controles periódicos de gases arteriales y parámetros
bioquímicos, permitió realizar ajustes precisos en el tratamiento, minimizando el riesgo de
complicaciones cardiovasculares y metabólicas.
La detección de una infección respiratoria como factor precipitante subraya la importancia
de un abordaje multidisciplinario que contemple tanto el tratamiento de la crisis metabólica como
la gestión de los desencadenantes infecciosos. Este caso resalta que la implementación de
protocolos estandarizados y el seguimiento estrecho de la respuesta terapéutica son elementos
Vol. 12/ Núm. 1 2025 pág. 3154
cruciales para mejorar los desenlaces clínicos y reducir la morbimortalidad. La integración de
medidas terapéuticas basadas en evidencia, junto con una monitorización continua y un enfoque
integral del paciente, se traduce en una mejora significativa en la evolución clínica, consolidando
el rol de las intervenciones tempranas en el entorno de cuidados intensivos.
Gráfico 1
Manejo Terapéutico
Resume los principales aspectos del manejo terapéutico, detallando las intervenciones
implementadas en el paciente para el tratamiento de la cetoacidosis diabética severa.
Grafico 2
Evolución y Resultados Clínicos
Muestra la evolución del paciente a lo largo de las distintas fases del tratamiento y los
resultados clínicos obtenidos en cada etapa.
Vol. 12/ Núm. 1 2025 pág. 3155
ciones y Lecciones Aprendidas
Detalla las recomendaciones y lecciones aprendidas basadas en la experiencia clínica,
resaltando los aspectos críticos para optimizar el manejo de la cetoacidosis diabética severa.

Vol. 12/ Núm. 1 2025 pág. 3156
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